Hace tiempo que no traemos testimonios de una de nuestras divinidades favoritas: el dios
Airón. Para ello nos acercamos al corazón de la antigua
Celtiberia, a tierras sorianas, en concreto a
Montenegro de Cameros, en la comarca de
Tierra de Cameros, una comarca que, salvo en lo que hace referencia a este municipio, se encuentra en su totalidad en
La Rioja. Allí existe un
Pozo Airón con el que, según se narra en una copla, a través del rugir de sus profundidades, se pueden predecir incluso tormentas. Una vez más vemos que estamos ante un dios de inframundo con muchas facetas. No conocemos, aún, in situ el lugar, ni tampoco hemos encontrado ninguna imagen de este
Pozo Airón, con lo que ilustramos la entrada con una foto de este bello pueblo, donde se aprecia, al fondo, lo que creemos puede ser la montaña llamada
Peñacerrada -que nos corrija el lector si no es así-, a la que la copla atribuye, igualmente, protagonismo en dicha faceta meteorológica.
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Montenegro de Cameros - Foto: sorianitelaimaginas.com |
Fuente: La maldición de los santos templarios - Rafael Alarcón Herrera
La capacidad de los genios acuáticos para, mediante la "magia simpática", atraer el agua del cielo era una cualidad muy apreciada en zonas donde la lluvia escaseaba. El refranero meteorológico popular, todavía conserva algunos ejemplos de la relación de estos númenes de los pozos con el agua del cielo y su capacidad de augures favorecedores; así en Montenegro de Cameros (Soria) repiten:
¡Serranico, serranico!
Cuando brama el pozo Airón
y responde Peñacerrada,
dicen los de Montenegro:
¡toma la alforja y a casa!
Queriendo indicar que determinados ruidos que se escuchaban en el pozo Airón, en conjunción con el retumbar de truenos en la Peñacerrada, eran seguro indicativo de que se avecinaba tormenta.
Que curiosa copla esa de Montenegro de Cameros. Y sobre todo, que fabulosa la capacidad de entender la naturaleza, la de las gentes antiguas de los ambientes rurales. Que maravillosa capacidad de comprender su medio y vivir en total armonía en él. Que envidiable capacidad de simbiosis con el medio natural, en vez de con la fría e insensible tecnología de hoy.
ResponderEliminar¡Salud amigo!
Sí señor, esa gente, nuestros antepasados, sí que sabían entender verdaderamente la Naturaleza, por mucho que, desde nuestro egocentrismo, nos puedan (o les puedan a los que no respetan este acervo cultural) parecer "estúpidas" todo este tipo de leyendas y creencias. Muy de acuerdo, como prácticamente siempre, con tu reflexión, amigo.
ResponderEliminar¡Salud!.