Escultura a La Sardana de Josep Cañas, Montjuïc, Barcelona. Autor de la Foto: Canaan - Wikipedia |
*Fuente: Júlia Carreras, fetilleries.blogspot.com
Se considera que la sardana tiene origen en los bailes pre-cristianos, y seguramente prerromanos, bailadosseguramente por pueblos ibéricos (muy conectadas con los bailes circulares griegos), similares a danzas circulares (solares) bailadas en toda la península.
La danza de este tipo podría tener dos finalidades (no excluyentes entre ellas): llegar a trances extáticos y adorar a fenómenos temporales, seguramente, en este caso, el Sol (por la forma circular), o la fertilidad.
[...]La sardana se bailó, como apunta Joan Amades, en el dolmen de Pedra Gentil, en Vallgorguina, durante los sabbaths de las brujas del Vallès y del Maresme. El macho cabrío negro, presidía el baile tocando el “flabiol”, la pequeña flauta. En Barcelona, se reunían en plazas céntricas y bailaban su baile, al que acudía un hombre jorobado, seguramente personificación de una antigua deidad, posteriormente reformulada como el diablo.
Afirma Jordi Bilbeny, que la sardana es el baile de las brujas por ende, y que llegó a bailarse en las iglesias, “como último signo de una religión perdida”. Y nos recuerda la frase que dice: «deixem estar la sardana/perquè és cosa molt profana» (“dejemos en paz la sardana, que es cosa muy profana”).
Hasta Caro Baroja, en el Libro “Las brujas y su mundo”, expone que, en algunas juntas, “brujas y demonios cogidos de las manos bailaban en círculo, moviendo la cabeza y dando vueltas como fanatizados, al sonido del tambor y la flauta” (ambos instrumentos presentes en la sardana).
La sardana de ese tiempo, pero, es muy diferente a la de ahora, que ha sido pulida y medida, y cuyos pasos son difíciles de aprender. Seguramente, la sardana que fue prohibida era mucho más descontrolada y salvaje que la que ahora podemos ver en las plazas de los pueblos…