(*Con posterioridad a la redacción de este texto, Pichuneke, un participante en esta página, nos apuntó el carácter céltico de los oretanos al norte de Sierra Morena; en los comentarios se pueden apreciar sus explicaciones y distintas fuentes que aportó al respecto. Con esta aclaración, seguimos, por tanto, sin hallar un ejemplo de tal tipo en el mundo íbero).
En concreto, el año pasado, se descubrieron los cuerpos de dos menores de entre 10 y 15 años que fueron decapitados en el Cerro de las Cabezas, hace unos 2.500 años, en lo que se cree fue un sacrificio consagrado a la ampliación del poblado cuando éste alcanzó su máximo apogeo económico.
A la entrada de este poblado oretano se ha documentado la existencia de un templo que se cree estuvo vinculado a un culto funerario a sus héroes y a ritos iniciáticos.
La A-4 que se encuentra junto al yacimiento dañó al mismo en su construcción. Seguramente, cuando este poblamiento se encontraba ocupado también se encontrara junto a una ruta de tránsito, como en la actualidad, pues su auge económico documentado puede suponer una prueba en ese sentido, vertebrara o no un más o menos extenso territorio.
Como últimos datos, decir que éste poblamiento no fue romanizado, pues fue abandonado antes de la llegado de los romanos, además de la existencia de evidencias de que ya estuvo poblado durante el Bronce Final y la existencia de un Centro de Interpretación para los visitantes.
Los trabajos que se vienen llevando a cabo en el yacimiento arqueológico del Cerro de las Cabezas, en Valdepeñas (Ciudad Real), han sacado a la luz dos cuerpos decapitados de dos jóvenes de entre 10 y 15 años que se estima pueden tener una antigüedad de más de 2.500 años.
Así se ha puesto de manifiesto durante la visita que este jueves han realizado a este yacimiento íbero el director general de Patrimonio, Luis Martínez García, y el alcalde de la localidad, Jesús Martín.
Según el arqueólogo Javier Vélez, los cuerpos se hallaron en el momento de la eliminación de una rampa de acceso que no había sido excavada, descubriéndose lo que parece ser un depósito de un sacrificio ritual.
Auge económico
En este sentido ha explicado, a finales del siglo III o principios del siglo IV la ciudad sufrió una ampliación al vivir su momento de mayor auge económico por lo que se construyeron grandes edificios públicos y domésticos.
"Era característico de la cultura ibérica realizar como conmemoración de la construcción de estos edificios realizar sacrificios rituales de fundación", ha explicado Vélez.
Por otro lado, ha apuntado que los dos cuerpos hallados de entre 10 y 15 años -pendientes del estudio antropológico- fueron decapitados y aparecen en la fosa junto a espadas completamente dobladas y otros materiales lo que induce a pensar en un sacrificio ritual.
(eldigitalcastillalamancha.es, 07/10/2010)
La A-4 que se encuentra junto al yacimiento dañó al mismo en su construcción. Seguramente, cuando este poblamiento se encontraba ocupado también se encontrara junto a una ruta de tránsito, como en la actualidad, pues su auge económico documentado puede suponer una prueba en ese sentido, vertebrara o no un más o menos extenso territorio.
Como últimos datos, decir que éste poblamiento no fue romanizado, pues fue abandonado antes de la llegado de los romanos, además de la existencia de evidencias de que ya estuvo poblado durante el Bronce Final y la existencia de un Centro de Interpretación para los visitantes.
Los trabajos que se vienen llevando a cabo en el yacimiento arqueológico del Cerro de las Cabezas, en Valdepeñas (Ciudad Real), han sacado a la luz dos cuerpos decapitados de dos jóvenes de entre 10 y 15 años que se estima pueden tener una antigüedad de más de 2.500 años.
Así se ha puesto de manifiesto durante la visita que este jueves han realizado a este yacimiento íbero el director general de Patrimonio, Luis Martínez García, y el alcalde de la localidad, Jesús Martín.
Según el arqueólogo Javier Vélez, los cuerpos se hallaron en el momento de la eliminación de una rampa de acceso que no había sido excavada, descubriéndose lo que parece ser un depósito de un sacrificio ritual.
Auge económico
En este sentido ha explicado, a finales del siglo III o principios del siglo IV la ciudad sufrió una ampliación al vivir su momento de mayor auge económico por lo que se construyeron grandes edificios públicos y domésticos.
"Era característico de la cultura ibérica realizar como conmemoración de la construcción de estos edificios realizar sacrificios rituales de fundación", ha explicado Vélez.
Por otro lado, ha apuntado que los dos cuerpos hallados de entre 10 y 15 años -pendientes del estudio antropológico- fueron decapitados y aparecen en la fosa junto a espadas completamente dobladas y otros materiales lo que induce a pensar en un sacrificio ritual.
(eldigitalcastillalamancha.es, 07/10/2010)