La junta del Huécar con el Júcar, con el barrio de San Antón en la otra orilla y la Iglesia de la Virgen de La Luz destacando entre el caserío - Foto: minube.com |
Realizada esta introducción, nuestro ejemplo de hoy, como se se puede apreciar en el título, es para hablar de la sacralización, a través del Santuario de la Virgen de la Luz, una virgen negra (y ya sabemos todo lo que se ha hablado sobre el gran simbolismo que encierran estas vírgenes, según muchos autores -otros sin embargo no le prestan demasiada atención a este aspecto, existiendo discrepancias-) y la unión de los dos ríos que bordean los profundos barrancos de una tan bella ciudad suspendida en el aire, como es Cuenca. Éstos son el Huécar, que es el río que bordea el casco histórico de Cuenca por donde se hallan el famoso puente de San Pablo y las famosas Casas Colgadas, en el oriente de la ciudad, y el otro es uno de los ríos emblemáticos peninsulares, que viene a entregar sus aguas al mar, allá por tierras valencianas -en Cullera, para ser más exactos-, como es el río Júcar. El paraje, en sí mismo, donde se unen ambos ríos, ya de por sí, sin introducirse en estas especulaciones, llama la atención. Hay gran frondosidad, en forma de abundantes arboledas, viniendo a dibujar el Júcar una bella hoz con la antigua ciudad asomándose al precipicio y sobre todo destacando, igualmente, la atención la ubicación del santuario, alrededor del cual se creó el Barrio de San Antón, encajonado en un cerro rocoso, lo que le otorga gran telurismo al paraje, con lo que si se tienen los sentidos despiertos y se es amante de estas temáticas, no es demasiado complicado darse cuenta de todo este cocktail de ingredientes encontrados.
Entendemos que la sacralización del lugar, con la iglesia en cuestión y con el simbolismo que encierran los lugares que hacen referencia a la Luz, atributo igualmente identificado con otras divinidades -santas en este caso- de la mitología cristiana, como es Santa Lucía, que algunos autores identifican con la diosa Diana, nos hacen creer que el lugar ya pudo ser sagrado con anterioridad, aunque, como afirmamos en fichas anteriores no basadas en estudios ajenos, es todo mera especulación por parte del autor de este humilde espacio. Queda abierto el debate y, al menos, que estas líneas sirvan para despertar el interés por este enclave a personas que visiten la ciudad por primera vez, pues no se encuentra entre los primeros lugares de la ciudad señalados en las guías más comunes que se pueden utilizar para realizar la visita a esta ciudad única, que dice uno de sus lemas más recientes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario