Hoy traemos a esta página la más importante de las estelas cántabras, la
Estela de Barros. Esta estela discoidea, fechada en el siglo III a. C., fue hallada en
Barros, población del
valle de Buelna perteneciente al municipio de
Los Corrales de Buelna. Con su 1,66 m. de diámetro y 0,40 m. de espesor se encuentra entre las de mayor tamaño y se cree pudo formar parte de la tumba de un guerrero. Está labrada en piedra arenisca y tras formar parte unos años del
Museo Regional de Prehistoria y Arqueología de Cantabria, en
Santander, ha vuelto a
Barros, donde se halló. Es todo un símbolo de la actual
Cantabria, formando parte de su escudo, y se cree que el
tetrasquel, que se encuentra en su parte central, es una manifestación del culto solar, tan propio de estas fechas del solsticio para estos pueblos.
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Foto: María Victoria Gómez Fernández |
*Fuente: turismodecantabria.com
La estela de Barros contiene una decoración en bajorrelieve repetida en ambas caras. Se trata de un pequeño disco rodeado de cuatro cuartos crecientes. Alrededor se disponen tres círculos concéntricos y una banda exterior con triángulos o dientes de lobo. Esta iconografía es de tradición indígena, con abundantes paralelos entre diversos pueblos de cultura céltica, tanto de la Península, como de otras zonas de Europa. Los motivos representan elementos astrales relacionados con el culto al sol y a la luna. Las estelas gigantes han sido interpretadas como monumentos funerarios.
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