María Alonso Echanove |
*Fuente: La toréutica orientalizante en la Península Ibérica. 2002. Javier Jiménez Ávila
Las representaciones de animales aparecen íntimamente ligadas a las de las figuras femeninas que acabamos de repasar, y sólo en función de ellas cobran sentido. En el vaso de Valdegamas aparecen dos leones echados flanqueando la imagen de la diosa, en una actitud propia de las composiciones de este tipo, cuyos modelos más próximos se encuentran en ambientes itálicos. Estos leones abandonan los convencionalismos propios de las figuras fenicio-occidentales, particularmente la disposición de la melena, que adopta la típica forma de diadema característica de los leones griegos. La composición adquiere el mismo simbolismo que el de la diosa entre animales oriental, dominadora de la naturaleza y a la vez protegida por sus criaturas. En el marco de la figuración proto-histórica peninsular vuelve a repetir la asociación de los temas de carácter religioso a la vajilla de prestigio.
María Alonso Echanove |
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