La pieza en cuestión formó parte de un tesoro o depósito ritual y se encuentra custodiada y expuesta en el Museo Arqueológico Nacional.
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| Foto: man.es |
Se desconoce a ciencia cierta el motivo de dichas ocultaciones, pues existe tanto la hipótesis que indica que podrían haber sido ocultaciones destinadas a evitar que personas o grupos humanos extraños pudieran apropiarse de dichas piezas y otra linea de especulación que, atendiendo a la singularidad de muchas de las piezas pertenecientes a estos tesoros, cree que podrían haber sido depósitos con fines religiosos o cultuales.
Lo cierto es que, centrándonos en nuestra pieza protagonista de hoy, su gran peso y escasa ductilidad parecen indicar el carácter ceremonial de la misma, pues no parece que fuera de uso común, lo que hace creer que podría haber sido utilizada, por ejemplo, por sacerdotisas -o mujeres con similares funciones- en algunas ceremonias muy concretas; claro está que esto, como casi siempre, no dejan de ser meras especulaciones, pero no por ello descartables, pues parecen tener bastante sentido.
Hola de nuevo Argantonios. Tengo la duda, ¿estos torques podrían ser tartésicos? Los yacimientos de Guareña, el monumental Cancho Roano de Zalamea y algún otro en Medellín creo, hacen de la provincia de Badajoz un núcleo tartésico de primer orden.
ResponderEliminarPor cierto, muy acertado; las intervenciones estatales a menudo suelen ser bastante nefastas, en verdad y no solo en el agro.
¡Salud!
Hola, Miguel. Buena observación. No sabría decirte, porque anda muy al límite con Portugal el lugar de aparición de estos torques, aunque, a pesar de que se dice que el foco central de esta cultura estaba en gran parte de las actuales provincias de Cádiz, Huelva y Sevilla, es cierto que su influencia cultural se extendió a buena parte de la provincia de Badajoz (con los ejemplos que has puesto de Medellín, Cancho Roano y alguno más como Montemolín), el Algarve y buena parte del Alentejo, con lo que desde ese punto de vista sí se podría incluir dentro de esa cultura, porque, además, el contexto temporal coincide totalmente, pues la cultura tartésica tuvo su desarrollo durante el Bronce Final, periodo al que pertenecen los torques de Sagrajas, y la Primera Edad del Hierro.
ResponderEliminarPor cierto, muchas gracias por abrir la hipótesis, porque a mí no se me había ocurrido al elaborar la ficha y por lo menos queda constancia de ella por aquí gracias a tu comentario.
Con respecto a lo último, cierto, no sólo en el campo, sino en casi todo -o en todo, mejor dicho- donde pone la zarpa.
Un abrazo, amigo, y un placer como siempre hablar contigo de estos periodos históricos que tanto nos gustan.
Argantonios, tal vez incluso el ámbito de influencia tartésica llegara un poco mas al norte porque creo que el tesoro de Aliseda, ya en Cáceres, es tartésico.
EliminarPor otro lado, este brazalete, me ha recordado a los encontrados en Villena (muy cerca de donde vivo)aunque difieren en el labrado.
Un abrazo.
Cierto, está el ejemplo de Aliseda, muy cerca con la línea de Badajoz, pero ya en Cáceres. De todas formas, se esté o no en zona tartésica, creo que a lo largo de la Vía de la Plata, y Aliseda se encuentra muy cercana, no sería extraño, desde mi punto de vista, que hubieran aparecido más tesoros tartésicos, aunque no hayan salido a la luz, si han caído en manos de furtivos, o pudieran seguir apareciendo en un futuro, pues era la que se conocía también como ruta del Estaño, con lo que subían productos de Tartessos, como bajaban de las tierras norteñas por esa vía, así que, mucho más al norte, quién sabe si podrían existir otros tesoros o piezas tartésicas a la espera de ser descubiertos.
EliminarCon respecto a Villena, ahora que lo dices, tienen cierto parecido. Menudo tesoro del Bronce, en oro también, el hallado allí. Además, bastante más antiguo que estos torques de Sagrajas.
Otro abrazo.