viernes, 30 de junio de 2017

El Eguzkilore o Flor del Sol, Euskadi

Hoy traemos un bonito amuleto que se coloca en las puertas de muchos caseríos norteños del País Vasco y de Navarra (suponemos también que en la parte vasca del Estado francés). Allí, en su lengua vernácula, este amuleto es conocido como eguzkilore, que es la bella flor del cardo llamado Carlina acaulis. La traducción es Flor del Sol, pues a él se asemeja y con él lo identifican. Su función, como la de la mayoría de los amuletos, es ahuyentar a los malos espíritus y demás males que puedan venir para los moradores de la vivienda en cuestión. Cumpla o no su función, lo que es evidente es que consitutye un bonito adorno natural, que se suma a otros amuletos colocados en las puertas de las casas, como las herraduras o, por ejemplo, más fruto de época contemporánea, los indalos del sureste ibérico.

Foto: floresyplantas.net

Fuente: floresyplantas.net

Se trata en sí del símbolo que representa la flor seca del cardo silvestre Carlina acaulis. Símbolo tradicional que se coloca en la puerta de entrada de algunos caseríos y casas como una representación del astro diurno y que desempeña las mismas funciones místicas atribuidas al sol. Este ahuyenta a los malos espíritus, impide la entrada a las brujas, a los genios de las enfermedades, de la tempestad, del rayo, etc. Eguzkilore es la imagen de la paz y del desarrollo. 
Cuenta la leyenda que hace miles y miles de años… cuando los hombres comenzaron a poblar la tierra, se encontraban inmersos en la gran oscuridad. Asustados por los numerosos genios que salían de las entrañas de la tierra en forma de toros de fuego, caballos voladores, enormes dragones… los hombres en su desesperación, decidieron pedir ayuda a la Tierra de forma constante. Ante esta insistencia, la Tierra les dijo: “Hijos míos, me pedís que os ayude y eso voy a hacer. Crearé un ser luminoso al que llamaréis Luna”. 
Al comienzo, los hombres se asustaron mucho y permanecieron en sus cuevas sin atreverse a salir, pero, poco a poco, fueron acostumbrándose. Al igual que los genios y las brujas que también se acostumbraron y no tardaron en salir de sus simas y acosar de nuevo a los humanos. Así que los hombres, acudieron otra vez a la Tierra, pero esta vez para pedirle algo más poderoso. Esta, les respondió creando un ser todavía más luminoso al que le llamarían Sol. De esta forma, el Sol sería el día y la Luna la noche.

Era tan grande, luminoso y caliente que los hombres tuvieron que ir acostumbrándose poco a poco. Gracias a su calor y luz, crecieron las plantas… y aún más importante, los genios y las brujas no pudieron acostumbrarse a la gran claridad del día y desde entonces sólo pudieron salir de noche.

Los hombres, acudieron una vez más a la Tierra para pedirle protección durante la noche ya que los genios salían de sus simas y los acosaban. Y fue entonces cuando la Tierra les creó una flor tan hermosa que, al verla, los seres de la noche creerían que era el propio Sol. Esta es ‘Eguzkilore’ o Flor del sol. Y hasta hoy, defiende los hogares de los malos espíritus, los brujos, los genios de la enfermedad, las tempestades, rayos y demás enemigos del hombre.

Foto: floresyplantas.net

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