La tradición oral y, sobre todo, la recreación romántica tan típica del siglo XIX, han deformado o transformado estas leyendas, situándolas, en la mayoría de los casos, en tiempo de moros y cristianos, es decir, trasladándolas al Medioevo. Pero, como ya hemos comentado, reúnen elementos que nos remontan mucho más atrás en el tiempo; concretamente a tiempos de cultos paganos.
Como primer elemento, hemos de decir que suponen una continuación a los encantos o hechizos tan propios de las celebraciones ancestrales del Solsticio de Verano, festejo que hemos pasado hace escasas fechas; en segundo lugar, se encuentran en estas encantadas, como han acreditado muchos mitólogos, antropólogos y estudiosos en general de este acervo cultural, bastantes paralelismos con divinidades paganas o precristianas, como, por ejemplo, las mouras gallegas o portuguesas, las anjanas cántabras, las xanas asturianas o la diosa Mari vasca; y en tercer lugar, en muchas ocasiones, los topónimos o microtopónimos aparecen en lugares con restos arqueológicos de la Edad Antigua, incluso prehistórica, supuesto que no sabemos si concurre en nuestro ejemplo de hoy, pero observando la foto aérea del cerro, hemos de decir que parece que contuviera restos por excavar, aunque evidentemente esto supone, a la distancia, una afirmación muy arriesgada. En este sentido, hemos decir que la maldición de esta leyenda consistía en la destrucción de un castillo existente en el cerro, donde moraba la encantada, quedando atrapada, además, tras su destrucción a este lugar. Esto, de por sí, no significa nada, pues no hay prueba de restos de un castillo en este cerro, pero ya sabemos que a otros muchos lugares se les han otorgado nombres como castilviejo, cerro del castillo, etc, siendo enclaves en los que nunca hubo un castillo, sino restos de castros o poblamientos antiguos que las gentes, desde la Edad Media hasta el pasado siglo, consideraron como restos de algún castillo.
Eso sí, debemos de decir que, algo retirado del pueblo, en la línea de los términos municipales de Santa Cruz de la Zarza y Villamanrique de Tajo -en la orilla izquierda del valle del Tajo- existen los restos de una construcción que, según algunos autores, podría haber sido el conocido como Castillo de Alboer. A sus pies, existe una cueva conocida -¡no podía ser de otra manera!- como la Cueva de la Encantada, por lo que algunos estudiosos sitúan en este lugar la leyenda y no en el cerro que nosotros traemos, conocido como Cerro de La Encantada.
Aquí en la provincia de Alicante existe un paraje precioso llamado el Barranco de la Encantada en el pueblo de Planes, con leyenda de tesoros y doncellas moras.
ResponderEliminarMuy extendida por todos los rincones de Iberia esta bonita leyenda, ciertamente.
Salud!
Hola Miguel. Muchas gracias, no conocía ésa, me la apunto por si encuentro información para sacarla por aquí algún día. En nuestra tierra de origen (Extremadura) son las "encantás". En el pueblo de mis padres, por ejemplo, hay otra en una fuente que ya traje por aquí hace tiempo.
ResponderEliminar¡Salud, amigo!
Gracias Argantonios. La buscaré.
ResponderEliminarSalud!
Perdona, Miguel, te lo debería haber puesto yo. Ahí tienes el enlace, por si no diste con él:
Eliminarhttp://iberiamagica.blogspot.com.es/2013/12/la-fuente-del-buen-cristiano-y-la.html
¡Salud!