La ermita en la que reposa la cabeza se sitúa sobre un punto elevado del municipio, con lo que estaría, igualmente, sacralizando este cerro. La historia del santo y de su hermana, Santa Felicia, se encuadra en la Edad Media, en los inicios de la cristianización del Camino de Santiago, con lo que lejana o ajena conexión pareciera tener con los cultos ancestrales a los que nos hemos referido, a pesar de lo cual, ya se sabe, que si se escarba, se suele llegar siempre mucho más atrás. Así, y siendo conscientes de que estamos hablando en términos mitológicos, si otorgáramos cierta verosimilitud a la historia, que un suceso o unos personajes pertenezcan a un momento histórico concreto, no desvirtúa, a mi modo de ver, que pueda ser continuista o se reflejen en él ciertos rituales que pudieran venir de mucho más atrás, como es el culto a las cabezas y que, desde ese punto de vista, puedan tener mayor interés para el curioso, que quedarse, únicamente, en la leyenda o versión oficial. Ello sin entrar en otras hipótesis, como la sustitución o cristianización de la cabeza de un personaje mucho más antiguo por la de otro, ya fueran reales o ficticios, que también podría ser una cuestión a valorar.
Foto: enciclopedianavarra.com |
Fuente: Mª Amor Beguiristain
La leyenda de Guillermo, indisolublemente unida a la de su hermana santa Felicia, cuyo cuerpo incorrupto se venera en Labiano, compone la trama del “Misterio de Obanos” que se escenifica parcial o totalmente cada año, en el marco del peregrinaje a Santiago de Compostela. De linaje principesco, y procedentes de Aquitania, ambos hermanos protagonizaron uno de tantos dramas en torno al Camino de Santiago. A la vocación de Felicia de vivir en un lugar oculto, lejos de palacios, se opondrá su hermano Guillén, quien en un arrebato la mata. Arrepentido peregrinará a Compostela y de regreso se queda en la ermita de Ntra. Sra. de Arnotegui como penitente, muriendo en olor de santidad.
En el imaginario local, san Guillermo o san Guillén tiene gran importancia. La ermita en que se alojaba llega a denominarse indistintamente Arnotegui o San Guillermo. Una coplillas aluden al final del santo: San Guillermo, murió mártir, quemadito en una hoguera, en el término de Obanos que se llama Caratea. Otra dice así: San Guillermo está en un alto, y Saría en una cuesta, si san Guillermo se cae, a Saría le revienta. San Guillermo tiene influencia benéfica para el pueblo frente a las tormentas. Si venía un nublau del rincón de Puente (La Reina), según Martín Zaratiegui, y pasaba sobre san Guillermo, las nubes se partían en dos y no afectaba al pueblo. Una de las manifestaciones de religión popular más llamativa es, sin duda, la fiesta que hoy comentamos.
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