No quiero terminar sin recomendar el libro del que hemos extraído las siguientes líneas -Guía Mágica La Mesa de Ocaña-, ni dejar de saludar a su autor, el mencionado Antonio Martín Asperilla, a quién tuve el gran honor de conocer hace dos días, en una maravillosa ruta por la comarca de la Mesa de Ocaña en la que, el propio Antonio, nos hizo de guía. Aprovecho también para saludar al maravilloso grupo de gente encantadora con la que pude compartir la jornada. Ojalá volvamos a coincidir pronto.
santacruzdelazarza.es |
*Fuente: Guía Mágica La Mesa de Ocaña, Antonio Martín Asperilla
En España existen muchos pozos o charcos negros, algunos de ellos también llamados airones, de las brujas, del diablo, etc., todo con una connotación siniestra o negativa. Las leyendas cuentan que en todos ellos habitan diablos o seres del inframundo dispuestos a atraer hacia sí a todos aquellos que merodean por el lugar. Muchas veces se cuentan historias de aquelarres de brujas invocando a estas entidades para ayudarlas a atraer la desgracia a los pueblos de la zona.
Airón fue un dios hispano cuyo culto estaba relacionado con el inframundo y/o las profundidades, sus santuarios estaban enclavados en pozos, lagunas o simas de aguas profundas. Airón tenía dos vertientes: una positiva, como dios de la vida y la vegetación, que emerge del agua para santificar todo aquello que le rodea (agua como fuente de vida), y una vertiente negativa, como dios de la muerte, pues la laguna o pozo profundo e insondable suele ser metáfora de canal que une la tierra con el inframundo, donde los muertos van a ser juzgados por su vida en la tierra.
Desde mi punto de vista este es el origen de las leyendas de los citados lugares, y el Charco Negro de Santa Cruz de la Zarza puede que sea un santuario de épocas antiguas consagrado a este dios o a otro similar y demonizado por el cristianismo para anular un lugar de culto contrario a sus doctrinas.
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