martes, 17 de septiembre de 2013

Dehesa de Barciles y las Ninfas Varcilenses, Añover de Tajo

Seguimos tras las huellas de las Ninfas Varcilenses. Gracias a unos comentarios de Pichuneke en la anterior entrada, hemos conocido la existencia de más testimonios, como el de la Dehesa de Barciles -o Barcilés-, en Añover de Tajo, lugar al que hoy nos acercamos, y donde se dice se encontró otro ara dedicada a estas ninfas. La Dehesa de Barciles, que como vemos toma el nombre del apelativo Varcilenses, formó parte del Real Bosque de Aranjuez, constituido por Carlos I y ampliado por su hijo Felipe II, cuando esta Dehesa pasó a formar parte del mismo.
La existencia de distintos topónimos, como éste, junto a la ribera del río Tajo, hacen creer que nos encontramos no ante gentilicio de lo que fueron los habitantes de una antigua ciudad, como afirman algunas interpretaciones, sino más bien ante lo que pudo ser un etnónimo; así Ambrosio de Morales lo relaciona con el de Vergilienses, nombre que Plinio otorgó a una serie de pueblos ribereños del Tajo, por el centro peninsular.

El río Tajo junto a la Dehesa de Barciles (situado en la otra orilla de la imagen) - fortinero28 - panoramio.com

*Fuente: Comentarios a la obra Antigüedades de las ciudades de España (1575) de Ambrosio de Morales

En el discurso general de las Antigüedades, en que Morales trata de la inscripción dedicada a unas Ninfas, llamadas Varcilenses, existente en la villa de Arganda, indicó la sospecha de que el tal nombre se halla mencionado en Plinio, inclinándose a que puede ser el de Vergilienses que aquel autor da a ciertos pueblos que suponge inmediatos al Tajo y añade que este nombre debe corregirse por la inscripción, denominándolos Varcilenses: fúndase para ello en que aún conserva el de Barciles una dehesa inmediata al Tajo, distante legua y media de Toledo, y comprendida en los Reales Bosques de Aranjuez.

*Fuente: colectivoartesaniasypintura.blogspot.com

En nuestra comarca tenemos dos datos arqueológicos de época romana referidos a ninfeos o fuentes naturales o templos con una piscina de agua dedicada a las ninfas. Un templo o ninfeo lo entramos en la gran villa romana de Carranque, también hubo en Añover de Tajo, en la finca llamada Barcilés. Nombre que procede de una piedra escrita de hace unos 1700 años encontrada en esta finca dedicada a la “ninfas barcilenses”. Barcial, Barcino, Bárcenas (en Seseña), etc., viene a significar “lugar encharcado”.

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