El lugar, posteriormente, fue cristianizado a través de un baptisterio en el que se bautizaba. Otra vez el agua como elemento protagonista.
Pero dejemos que sea Alicia M. Canto quién nos cuente.
Ilustración de Alicia M. Canto, celtiberia.net |
*Fuente: El paisaje del teónimo: Iscallis Talabrigensis y la aspirina, Alicia M. Canto
...no sólo tenemos documentada en "El Saucedo" una relación con manantiales de aguas salutíferas, a través de la inscripción dedicada a las Ninfas y de la existencia de ambas fuentes próximas, sino que el teónimo mismo de Iscallis nos denunciaría un lugar "llenos de aguas". Por otras noticias verbales, sabemos que esta zona concreta fue en tiempos un verdadero humedal, llamándose antiguamente "Lagunas del Rey". Hay que imaginarse cómo sería esta vega en la Antigüedad, poco más abajo de la confluencia de un Alberche y un Tajo muchísimo más caudalosos. Sus muchos árboles, una extrema fertilidad -propicia para los viñedos- y el carácter curativo de las aguas debieron de contribuir, en suma, a una antiquísima sacralización del lugar.
[...] En cuanto a la equivalencia romana de la céltica y vetona Iscallis, si atendemos a los distintos atributos que -según mi presente interpretación- la acompañan en el mosaico de El Saucedo, la cornucopia representaría las riquezas de todo orden que nacen desde las entrañas de la tierra, pero a través de las fauces de una serpiente (concebida ésta como agathós daímon), por la voluntad e intervención de la diosa, y de las aguas saludables (las cinco cráteras) que ella y sus ninfas generan. Si incluimos el creciente lunar dorado que creo sostiene en su mano derecha, el conjunto podría valer perfectamente para considerar a Iscallis como un trasunto talabricense de Diana-Proserpina.
Villa romana de Saucedo, fjaviergil-panoramio.com |
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