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*Fuente: Julio Asunción, arqueologiaalicante.blogspot.com
Una esfinge, dirigida por la Gran Diosa, lleva en un viaje fantástico el alma del difunto al más allá. Esfinge, Diosa y alma. Tres elementos que enlazan esta imagen con sentimientos religiosos de diferentes culturas y tiempos. La Gran Diosa, la Diosa madre, Tanit, Astarté, Isis, la Virgen maría. Es esa figura de Madre Divina que está en la espiritualidad de toda la Humanidad desde sus más remotos tiempos. Es la figura divina más cercana, la que nos guía y es recordada en momentos de dificultad, la que intercede ante los peligros de la muerte y cuidará de nosotros, como una madre, en el más allá. En el caso del grupo escultórico de Elche hemos de pensar que es Tanit la representada, diosa del panteón cartaginés, de gran devoción entre los íberos. Es una diosa alada, tal como se la representa en las cerámicas ibéricas, de las que podemos ver ejemplos en otras vitrinas del museo. Si nos fijamos bien en la diosa de la Esfinge de Elche, el vestido que la cubre acaba en plumas de las alas que lleva recogidas y que envuelven su cuerpo.
La esfinge es uno de los animales fantásticos más conocidos. También está representada en muchas culturas. Su origen es oriental, probablemente sirio. La esfinge más conocida y visitada es la Gran Esfingue de Guiza, en Egipto. La iconografía de la esfinge recorrió todo el Mediterráneo de oriente a occidente, pasando a formar parte del arte y las creencias míticas de muchos pueblos. En la Esfinge del Parque de Elche no se conserva la cabeza humana, pero sabemos que es una mujer por las largas trenzas a las que parece querer agarrarse la pequeña figura humana del alma.
Gracias por la ficha, amigo. Lo cierto es que de haber llegado completa esta impresionante pieza hasta nuestros días, sería una verdadera maravilla.
ResponderEliminarUn saludo Argantonios.
Cierto, una pena que no llegara íntegra hasta nuestro días. Por cierto, muchas gracias a ti, pues a ti se debe el que esta gran pieza haya aparecido en este humilde lugar virtual.
ResponderEliminarUn abrazo, Placentino.