Seguimos en esta población para traer lo que parece un claro ejemplo de árbol de concejo, aunque esto apenas se apunte en ningún lado. Nos falta la prueba documental que lo atestigüe, pero la existencia de un
árbol emblemático en el espacio público más importante de una población como ésta, nos muestran, de nuevo, un ejemplo más de culto al árbol que ha pervivido durante siglos. En la plaza de
Colmenarejo, un antiguo álamo desaparecido en 1994 -sustituido ese mismo año por un castaño de indias- se encontraba rodeado por una grada de cuatro peldaños, como en tantos otros casos, conocida en Colmenarejo como
El Róndon, por ser de forma circular alrededor del árbol. Parece claro que, además de ser lugar de reunión para charlar entre los vecinos y de descanso, a buen seguro también cumplió funciones asamblearias en lo que se conocía como concejo abierto, pues hemos encontrados ejemplos similares en los que sí se sabe a ciencia cierta que en gradas de dicho tipo se celebraban estas reuniones vecinales. Tristemente, a día de hoy, estos antiguos concejos abiertos se puede decir que han sido suplantados, con el parlamentarismo, por concejos totalmente cerrados a la participación del pueblo, por mucho de que traten de legitimarlo con la elección en las urnas, un mero ejercicio de maquillaje con el que trata de ocultarse la tiranía reinante. La democracia ha quedado secuestrada en edificios cerrados conocidos como ayuntamientos, que, precisamente, suelen colocarse en el mismo espacio donde se encontraban estos árboles de concejo y las gradas existentes a su alrededor.
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Foto: ayto-colmenarejo.com |
Ya lo dijo
Julio Caro Baroja: "sólo legislando so el árbol se hace ley”.
Vaya desde aquí nuestro recuerdo y homenaje, de nuevo, al ancestral culto al árbol y al verdadero ejercicio democrático entre iguales, entre vecinos o paisanos, heredero quizás de aquellas asambleas, de las que nada se sabe, pero que se intuye se pudieron celebrar antes de la llegada de los romanos entre distintas etnias, principalmente célticas, de la Península Ibérica, a buen seguro, igualmente bajo sus árboles sagrados.
Por cierto, como anécdota, diremos, como ocurre con tantos otros emblemas de los pueblos,
El Róndon y el árbol aparecen en el propio escudo de la localidad, como se puede apreciar más abajo.
La verdad, Argantino, es que la grafiosis, el tiempo, la dejadez y el olvido, han matado a muchos de estos árboles donde giraba la vida de muchos pueblos. Por suerte, muchos de ellos aún sobreviven siendo todavía respetados y admirados por sus vecinos. Conozco algunos por estas tierras alicantinas (en el pueblecito de Millena existe un olmo milenario muy interesante) aunque tengo la impresión de que en la Comunidad de Madrid son mas habituales ¿es así? En cualquier caso se pueden encontrar por toda España.
ResponderEliminarPor otro lado, coincido plenamente contigo en cuanto a lo que dices sobre esta falsa democracia tan ajena en realidad al pueblo. Muy acertado.
Saludos Argantonios.
Hola, Placentino. Muchas gracias por la información que me aportas, como siempre. Tomo nota del olmo milenario de Millena, pueblo que por otra parte tampoco había oído nombrar hasta ahora. Yo creo que más al interior, en la Meseta, son más comunes los olmos, pero tristemente han desaparecido muchos con la grafiosis. Aquí, en la Comunidad de Madrid, hay uno singular en el pueblo de Nuevo Baztán, pero han desparecido muchos de la especie autóctona de esta parte de Europa, el Ulmus minor. Lo que sí hay en los parques de las ciudades y pueblos son bastantes olmos de los conocidos como siberianos, que son más resistentes a esa enfermedad. Me alegro de coincidir contigo en el análisis político. Un abrazo, amigo.
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