Foto: perroviajante.com |
En el Monte Auseva, bajo la Cueva de Covadonga, existe una cascada que crea un riachuelo o arroyo, cuya agua pocos metros más abajo desemboca en el río Reinazo, también conocido como río Covadonga; pues bien, este arroyo toma el nombre de Deva, una antigua divinidad céltica bien conocida en ese blog, pues son varios los hidrónimos y topónimos que ha dejado en la Península Ibérica y de los que hemos ido señalando poco a poco algunos de ellos. El hidrónimo de hoy nos pone sobre la pista de que este manantial fue sacralizado con anterioridad a la propia llegada del cristianismo, como ocurre en otros tantos lugares de este tipo. Quien haya visitado Covadonga y disponga, además, de un mínimo de intuición para estas cuestiones, podrá sentir la propia sacralidad y la fuerza telúrica que desprende un lugar tan espectacular como éste, además de su ubicación en un recóndito paraje muy cercano a los Picos de Europa. El propio nombre del Monte Auseva parece ser de origen prerromano, lo que añade un elemento más de adscripción anterior al cristianismo a este mágico enclave; incluso una de las etimologías existentes sobre el propio topónimo Covadonga le otorga un origen céltico, pues esta hipótesis entiende que Covadonga deriva de Cova d'onnica ("fuente de la cueva"), con la palabra onnika -fuente- que derivaría del término celta onna, el cual significa río.
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