Foto: galiciaconfidencial.com |
La cabeza, de unos 15 centímetros de altura y con ojos, nariz y orejas bien definidos, se halló junto a la muralla. Según Rafael Rodríguez, el arqueólogo que dirige la excavación donde se halló, en las Galias se empleaban las cabezas cortadas de los enemigos para pedir la protección de los guerreros y antepasados, situándolas en la entrada de los poblamientos. Posteriormente, éstas comenzaron a tallarse en piedra y, fruto de la sustitución de verdaderas cabezas humanas, se pasó, por tanto, al uso de representaciones de las mismas en piedra que se situaron igualmente en las entradas de los distintos castros y poblamientos. Ésta, que ha sido datada entre el siglo I a. C. y el I. d. C., se halló, tal y como se ha dicho, junto a la muralla, con lo pudiera estar cumpliendo la misma función protectora de esta antigua población.
Tuvimos la suerte de conocer in situ este castro en el último verano y, podemos decir, sin lugar a dudas, que estamos ante uno de los enclaves más importantes que se pueden visitar en Galicia. El castro se encuentra en el monte del mismo nombre, un monte que sigue siendo sagrado para los vecinos de A Guarda, pues al mismo suben en una importante romería e impresiona la contemplación de las cruces en piedra que hay en la subida al monte, junto a los restos del propio castro, que debió ser, por su gran extensión, aún no excavada en gran parte, una de las citanias más importantes de todo el ámbito galaico. No obstante nos encontramos en un punto estratégico, junto al margen derecho de la desembocadura del río Miño.
Esta costumbre de las cabezas cortadas creo que es bastante habitual en el mundo celta (no en el mundo ibérico) ¿es así? ¿sabes de mas ejemplos en la panínsula ibérica?
ResponderEliminarUn saludo, amigo.
Hola Placentino, me alegro de leerte de nuevo. Sí, así tengo entendido; conozco un caso, del que hablé hace tiempo en el blog, que creí podría haber sido una excepción, pues se dio en el conocido como Cerro de las Cabezas, en Valdepeñas, en territorio oretano, pueblo que siempre entendí que se encontraba entre los íberos, pero gracias a la intervención de un participante, me aclaró que los oretanos se dividían entre los que estaban al norte de Sierra Morena, de influencia céltica, y los que se encontraban al sur, que éstos sí que eran ya propiamente íberos. Te copio unas líneas, de la propia Wikipedia, donde se cita esta distinción:
ResponderEliminar[...] se podría decir que existían dos Oretanias:
Una, al sur de Sierra Morena, de etnia íbera pura, con capital en Cástulo.
Otra, al norte, con más influencia de los Oretanos Germanos (Oretani Germani), de influencia céltica.
En el Cerro de las Cabezas por lo visto se encontraron las cabezas de dos jóvenes, creo recordar, enterradas a la entrada de la puerta principal del poblamiento, que se ha interpretado como un rito fundacional de buena suerte. En este caso la cosa, como puedes ver, fue más allá de una simple representación en piedra.
Un abrazo, amigo.
Gracias por el dato amigo Argantonio.
ResponderEliminarRebuscando entre algunos libros y revistas, he encontrado que en 2012 se encontraron vestigios de cabezas cortadas en el poblado íbero de Ullastret, en el Ampurdán gerundense. Por lo visto, este poblado es el mayor de toda Cataluña y pertenecía a la trubu de los indigetes. Tal vez adoptaron esta costumbre debido a su cercanía con pueblos galos. También he leído que algunas tribus celtíberas como los arévacos, tenían por costumbre atar las cabezas cortadas de sus enemigos a las crines de sus caballos, una imagen terrorífica sin duda. Hay broches y fíbulas labrados que dan fe de ello. Al parecer la ferocidad de los guerreros arévacos era legendaria y fueron utilizados por los romanos como mercenarios en sus conquistas.
Un saludo.
Gracias a ti también por toda la información que me facilitas, Placentino. Ayer, cuando vi tu mensaje, no recordé lo de los cráneos de Ullastret que saqué en mi blog en 2012 ( http://iberiamagica.blogspot.com.es/2012/11/los-craneos-de-ullastret-ullastret.html ), muy buen apunte el tuyo, porque ahí sí que estamos en territorio íbero, a pesar de la cercanía que apuntas con las Galias. Muy cierto también, según se cuenta, lo que apuntas de los arévacos, de ahí también que no sólo fueran mercenarios al servicio de Roma, sino, también, por otra parte, junto a lusitanos y cántabros (estos últimos al final de la conquista), de los más duros combatientes que tuvieron los romanos en la Península Ibérica, y no sólo, según creo recordar, por la resistencia de Numancia, sino por algún que otro episodio heroico más.
ResponderEliminarUn abrazo.