Anna Pujol Puigvehí |
*Fuente: Los cráneos de Ullastret y su posible significado, Anna Pujol Puigvehí
Para nosotros, los cuatro cráneos de Ullastret constituyen ya un documento de suficiente peso para aceptar el marcado carácter céltico de este ritual y su importancia en el Emparda.
[...] Si como quiere Benoit, este ritual es de origen mediterráneo, traído por los colonizadores orientales, tampoco puede dudarse, con sus mismas palabras que va "diversificándose según los temperamentos indígenas". No se trata aquí de buscar el remoto origen de tales prácticas que, como hemos dicho, pueden rastrearse hasta el Paleolítico. Tampoco se trata de analizar estilísticamente el importante conjunto escultórico del Bajo Ródano, puesto que es fruto del nacionalismo de las tribus célticas de esta zona en los siglos III y II a. de J. C., e irrepetible, por tanto, en otras zonas más a occidente, donde las estructuras políticas no alcanzarán tanta importancia. La importante penetración de las gentes de los Campos de Urnas desde inicios del primer milenio, con la gran colonización de las planas como el Emparda, y la pervivencia de este mundo cultural hasta épocas muy tardías (218 a. de J. C.) explica la fácil asimilación de nuevos aportes culturales de su mismo origen en un momento posterior (siglos V-IV a. de J. C.), lo que no estaría en contradicción con que tal ritual sea de origen mediterráneo y llegue a las costas del Golfo de León en los siglos VIII-VII a. de J. C. Su asimilación y difusión son un fenómeno vinculado a los pueblos de ultura hallstáttica que le dan una reelaboración propia, recreando su representación plástica y su mismo ritual. No podemos saber cómo se adaptaron tales creencias, mediterráneas o no, a inicios de la Edad del Hierro por la falta de documentación, quizá subsanable en un futuro.
Muralla de Ullastret, Josep Renalias |
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