Hoy volvemos a la carga con otras cuevas que pudieron tener un uso sagrado en la Antigüedad, aunque no hay nada claro al respecto: Las Cuevas de Olihuelas -o Cuevas de Higares, como también son conocidas-. En concreto, en la finca Higares -o Dehesa de Olihuelas-, en el margen derecho del río Tajo y a unos seis kilómetros de una las ciudades más bellas del mundo, como es Toledo, existen un conjunto de cuevas artificiales compuestas por salas y amplias galerías. Son tres cuevas que, según el autor Juan Moraleda y Esteban, en un artículo de 1892, son conocidas como La Carrera de Caballo, La Cocinilla y La Cantera Vieja.
Los labradores del lugar llamaban a una especie de altar rupestre, que hay en el interior de una de las galerías, el Altar de Mahoma, con lo que nos volvemos a encontrar con la costumbre de catalogar como de "tiempo de moros" a todo aquel lugar del cual se desconoce su verdadero origen. Para Juan Moraleda bien pudieron ser las catacumbas toledanas al estilo de las de la propia Roma, Nápoles o Siracusa y este "altar" el que usaran los cristianos toledanos del Toledo romano, pero para otro autor contemporáneo del citado, El Vizconde de Palazuelos, fueron, simplemente, unas canteras que surtieron de piedra para la construcción de la Catedral de Toledo, pues aporta el dato del archivo de la propia catedral, donde a un tal Alvar Gómez se le denomina "aparejador de las canteras de Olihuelas". En la actualidad, ésta parece ser la opinión más extendida, pues se consideran canteras de época romana. Algunos autores actuales, como Juan Ignacio Cuesta, comparando éstas con otras, como la "De los moros" de Pastrana, creen que pueden ser de época carpetana, pero no existen grabados, ni ningún otro elemento que constituyan una prueba clara al respecto.
En un estudio arqueológico realizado en aquel paraje, se ha constatado presencia humana durante el Paleolítico Superior.
Las cuevas están totalmente abandonadas y poco a poco las entradas a las mismas van desapareciendo, con lo que parece, si no se interviene antes, que están abocadas a un paulatino derrumbamiento, como así ha ocurrido con muchas de sus galerías a lo largo de los siglos.
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En el mes de octubre de 2010 georeferencié el lugar a través de un geocaching, una forma lúdico-didáctica de dar a conocer también la iberia mágica.
ResponderEliminarhttp://www.terracaching.com/viewcache.cgi?C=TCG7M
Realmente es una pena que la cuevas estén en un total olvido y dejadez por parte de los dueños de la finca y las autoridades, es una pena que dentro de unos años puedan desaparecer para alegría del señorito propietario de la tierra, quitándose así los curiosos.
Gracias por el artículo.
Gracias a ti por el tuyo también. Cuando me documenté para esta entrada encontré tu geocaching, del que saqué valiosa información, además de ser las únicas fotos que encontré del interior de las cuevas en la red.
ResponderEliminarPor cierto, los lugares que muestras son interesantísimos; hace poco además te cité en relación a La Medusa de Titulcia, pues me resultaron muy interesantes tus conclusiones:
http://iberiamagica.blogspot.com/2010/10/mas-detalles-de-la-medusa-de-titulcia.html
Encantado de conocerte y un placer poder charlar contigo.
Un saludo