Es bastante conocido el carácter especial de la Catedral de Jaén por la gran cantidad de leyendas que la envuelven, y mucho lo que se especula sobre ella. Hoy traemos las palabras de un escritor de bestsellers de novelas históricas -Juan Eslava Galán- donde, en una de sus obras, "El enigma de la Mesa de Salomón" de 1987 -en este caso un ensayo-, afirma que esta catedral se levanta sobre lo que fue, en tiempos remotos, un importante santuario. No sabemos que grado de veracidad tiene dicha afirmación, pero lo que está claro es que no sería el primer ejemplo de ello, pues son muchos los vestigios que se han encontrado sobre los suelos de otras catedrales, además de documentos y noticias que atestiguan dichos cultos anteriores. A modo de importante ejemplo, fuera de la Península Ibérica, diremos que son muchos los autores que afirman que la famosa catedral gótica de Chartres se levantó sobre el lugar donde se encontraba el famoso bosque sagrado de los carnutos, que no sólo lo era para esta etnia, sino para gran parte de los antiguos galos. Así que, ahí queden las palabras de Eslava Galán y el hipotético pasado del lugar que ocupa esta catedral.
Donde ahora se alza la Catedral de Jaén existió, en los tiempos del matriarcado, un santuario donde se rendía culto a la Diosa Madre en su triple advocación. Los hallazgos arqueológicos de la región corroboran la gran importancia que este santuario tuvo desde épocas remotas y la continuidad del culto a la Diosa Madre en aquel lugar. Bástenos citar la ya mencionada venus de Torredelcampo o la de Otíñar o la Astarté de Cástulo. Los peregrinos y devotos, algunos de ellos llegados de lejanas tierras tras afrontar fatigas y peligros, accedían al santuario por tres entradas diferentes. El peregrino escogía una u otra según el aspecto de la divinidad que convenía a su devoción particular o a su fratría, hermandad o clan. El santuario era un gran dolmen rodeado de otros dólmenes votivos de menor entidad....Desde entonces han transcurrido milenios. Las religiones patriarcales se han sucedido en aquel lugar. Han acabado por hacer suyo el santuario. Cultos solares de Iberia, el paganismo grecorromano, el primer Cristianismo, el Islam, el Cristianismo castellano de los conquistadores, han incidido sucesivamente erosionando y apagando los ritos matriarcales del Dolmen Sagrado. Pero a pesar de ello, la Diosa Madre se aferra tenazmente a su santuario.
(El enigma de la Mesa de Salomón, Juan Eslava Galán)
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