miércoles, 19 de diciembre de 2018

Altar rupestre Las Trescientas, Malpartida de Cáceres

Volvemos a Los Barruecos, en Malpartida de Cáceres, uno de los conjuntos rupestres naturales más espectaculares de la Península Ibérica que, evidentemente, no podía dejar de tener su contenido simbólico en el pasado prehistórico; así, como ya vimos, se pueden observar desde pinturas rupestres, a grabados, cazoletas y algunos altares rupestres como el que traemos, el conocido como Altar rupestre Las Trescientas. Al estilo de otros altares, menos pulimentados o más toscos que algunos muy conocidos que ya tuvieron su espacio en Iberia Mágica, pero no por ello, menos emocionantes en su contemplación, se compone de una serie de entalladuras que te suben a la parte superior, donde existen tres oquedades naturales, que seguramente fueron utilizadas para realizar distintas libaciones o rituales. Como dice la fuente que aportamos, no parece que esta roca tuviera un uso funcional, sino más bien de culto.
Es importante apuntar que cerca de esta roca existe un importante conjunto de grabados rupestres, entre los que destacan distintos antropomorfos y unos cruciformes, que se han interpretado como la cristianización de estas rocas, pero, como dice el autor de las siguientes líneas, esto no está del todo claro, puesto que ya sabemos que los cruciformes son habituales en muchos de estos conjuntos, siendo coetáneos del resto de grabados y, por lo tanto, muy anteriores, evidentemente, al propio cristianismo.

Foto: caceresaldetalle.blogspot.com

Fuente: caceresaldetalle.blogspot.com

Las características de la roca parecen obedecer estrictamente a criterios simbólicos, no siendo posible suponerle algún tipo de utilización en el ámbito de lo funcional y cotidiano. Como ya referido, se trata de una roca que no destaca entre el berrocal que la rodea, siendo posible que la existencia de las tres oquedades naturales dispuestas en triángulo, con el vértice apuntado hacia el E, haya determinado su elección. También es curioso que la orientación del vértice de dicho “triángulo” parece complementar, en el ámbito de un juego de oposiciones, la orientación de los peldaños, que suben en la dirección diametralmente opuesta. A pocos metros de esta roca, encontramos la estación con grabados rupestres más occidental localizada hasta el momento, en una roca que emerge directamente del suelo, en la que hay una zona plana donde encontramos dos preciosos antropomorfos semiesquemáticos con la cabeza enunciada, al igual que los brazos, y con las extremidades inferiores en forma de arco. Lo curioso es que junto a estas figuras hay tres cruces “cristianas”, como ocurría en el altar de la Zafrilla, algo que se ha interpretado como una cristianización de una zona pagana, aunque esta interpretación me plantea muchas dudas, la verdad.


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