Como mencionamos en su momento, el cerro fue cristianizado con la Ermita de San Cristóbal, la cual se levantó no hace muchos años sobre los restos de la antigua. Todos los años se celebra una romería desde el pueblo al Teso de San Cristóbal, con lo que continúa la vinculación de los actuales habitantes de la zona, en concreto de Villarino, con este antiguo monte sagrado.
Peña del Pendón - Foto: Iberia Mágica, 09/12/2015 |
*Fuente: cartel explicativo
Denominado Santuario Rupestre, esta formación de roca granítica ofrece dos interpretaciones paralelas no excluyentes, procedentes una de la geología y otra de la arqueología. En primer lugar podemos considerar que estas caprichosas formaciones graníticas son resultado de la alteración que el agua y el viento producen en la roca, descomponiendo el granito, abriendo oquedades, fragmentando la roca, etc., generando todo un sin fin de modulaciones de gran espectacularidad. Sin embargo, no es posible asegurar a ciencia cierta que algunas de estas formas no respondan a acciones producidas por el hombre, o que determinadas cazoletas o piedras caballeras no hayan sido utilizadas por los antiguos habitantes de esta región en sus rituales, otorgándoles poderes sobrenaturales.
Peña del Pendón: los procesos físicos y químicos de erosión destruyen los grandes bloques de roca a partir de sus grietas o diaclasas, formando bloques menores que en ocasiones se asientan sobre otras rocas de forma inestable, denominados Piedras Caballeras. Cuando éstas caen forman bolos, grandes piedras esféricas o redondeadas. Estas Piedras Caballeras pudieron estar consagradas en época prehistórica a la adivinación, utilizadas como oráculos según el número de oscilaciones u otras circunstancias extraídas del movimiento de éstas. Sobre la Peña del Pendón es posible observar la existencia de una depresión (pan) producida por la acumulación continuada de agua de lluvia. Es posible que desde este lugar elevado (sitial o trono) se dirigiera algún tipo de sistema de culto.
Cazoletas, acanaladuras y fragmentaciones: estas pequeñas oquedades se forman a causa tanto de las retenciones de agua en las irregularidades de la roca (pilas) como por el escurrido o concentración de humedad en las paredes verticales (tafonis), asociándose en ocasiones canales de desagüe o acanaladuras denominados rillen. Estas oquedades, denominadas vulgarmente cazoletas, podían ser utilizadas para recibir la sangre de los animales sacrificados, permitiendo su trasvase de unas a otras por medio de pequeñas acanaladuras.
Piedra Caballera - Foto: Iberia Mágica, 09/12/2015 |
Llegada al santuario rupestre - Foto: Iberia Mágica, 09/12/2015 |
Hola Argantonio. Fantásticas estas fichas de la provincia de Salamanca. Una zona muy interesante. Junto con Zamora y León, toda la región leonesa es muy rica en tradiciones y asombrosa en paisajes.
ResponderEliminarEstas rocas (en Extremadura las llamamos canchos) que muestras en las fotografías, me recuerdan mucho a ciertas rocas oscilantes o bien llamadas piedras bamboleantes, muy admiradas desde antaño; como las que existen en Arroyomolinos o Montánchez, ambas localidades en la provincia de Cáceres o la "pedra alta" en la localidad de San Felíu de Guíxols en Gerona, donde se construyó un pequeña ermita al lado de la roca para sacralizar el lugar, aunque por desgracia hace un tiempo unos vándalos destruyeron la roca.
Un saludo amigo y que tu web siga el año que viene por los misteriosos y apasionantes caminos de Iberia.
Hola Placentino. Muchas gracias por tu comentario y por tus ánimos, amigo. Gracias por la información que me aportas (nos aportas) una vez más, tomo nota de ello. Por cierto, sin querer repetirme, pues no sé si te lo he dicho o no, aunque resido y me he criado en la provincia de Madrid, toda mi familia, tanto por parte de padre como de madre son originarios de Valle de la Serena, un pueblo de la provincia de Badajoz, con lo que también tengo raíces extremeñas y recuerdo una piedra "tobogán" del pueblo, tristemente desaparecida al construir unas viviendas, que era conocida como Cancho Milano. Todos los chavales del pueblo y los que íbamos de vacaciones en verano nos tirábamos por ella. Qué bonitos recuerdos. Desde que falta la piedra, hace ya 15 años, por lo menos, no he vuelto a ir, con lo que se me hará raro no verla allí cuando vuelva.
EliminarUn abrazo y mucha salud, Placentino...pasa unas felices fiestas.
No, no sabía lo de tus raíces extremeñas. Me alegra que seamos paisanos, aunque yo salí de allí siendo niño.
ResponderEliminarAl parecer es habitual destrozar estas piedras o canchos, con lo que se demuestra nuestra poca sensibilidad sobre estas maravillas naturales que llevan siglos ahí. La roca de Montánchez también fue destruida durante la guerra civil por simple diversión y aunque recientemente fue reconstruida perdió su facultad de moverse.
¡Salud! amigo y que pases también unas felices fiestas. Esperamos tus fichas para conocer mejor la tierra que habitamos y que habitaron nuestros ancestros. Seguro que quedan infinidad de rincones interesantes por conocer.
Igualmente, Placentino, ha sido para mí, durante este año, una alegría haberte conocido y haber hablado contigo de todo esto que tanto nos apasiona.
EliminarQue pases tú también unas felices fiestas, amigo.
¡Salud!