Este pilar-estela, con la representación de un toro como figura protagonista del monumento, forma parte de un rico conjunto hallado en el yacimiento arqueológico de La Agualeja, junto al río Vinalopó, en Monforte de Cid. Este animal se puede decir que era como un tótem para la tribu íbera contestana oriunda de estos parajes en el primer milenio a. C., pues son ya una quincena las figuras halladas en Monforte del Cid que representan a este animal. En relación al pilar-estela que hoy nos ocupa, en opinión del autor que traemos -Fernando Prados Martínez- tiene un clara influencia de la cultura y la religión púnicas.
*Fuente: Fernando Prados Martínez, A propósito del pilar-estela ibérico de Monforte del Cid (Alicante). Elementos para una discusión.
La construcción del pilar-estela se vincularía, dentro de los ritos funerarios ibéricos dedicados a los personajes destacados de la sociedad, a los realizados con posterioridad al sepelio (ritos postdeposicionales). La construcción del edificio sería muy propicia para señalar el lugar de la sepultura (en el caso de que ésta existiese, ya que podía tratarse de un monumento conmemorativo o simbólico y no de un sepulcro) y, principalmente, para llamar la atención de aquellos que pasasen cerca (de ahí la importancia de la elección del lugar de su construcción, en un cruce de caminos y junto a una vía fluvial). El pilar, auténtico hito espacial, sería un lugar de visitas periódicas, que irían acompañadas de libaciones u ofrendas y, en general, de celebraciones en recuerdo del personaje al que el mismo estaba dedicado. Esa fue, sin duda, la principal motivación de su construcción, la de funcionar como memorial. A través de la construcción del pilar y de la celebración de esos ritos funerarios es como el difunto alcanzaba un estatus de héroe emparentado con la divinidad.
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enhorabuena por la interesanre entrada
ResponderEliminarMuchas gracias.
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