El pasado año, si no estamos equivocados -pudiera venir de unos pocos más atrás-, en las estribaciones de la
Sierra de Gredos, en su vertiente septentrional abulense, se recuperó, afortunadamente, otra mascarada invernal que se encontraba prácticamente extinta. Hablamos de
Los Harramachos de
Navalacruz, unos personajes que se dividen en tres tipos principalmente: los que van cubiertos con hojas de roble, los que utilizan un saco de heno como disfraz y que según se dice es bastante similar a un personaje perteneciente al carnaval navarro llamado
Ziripot y, por último, los que van cubiertos por pieles. Las fotografías que hemos podido observar de su reciente recuperación muestran la gran espectacularidad de esta mascarada invernal celebrada en Carnaval y que demuestra que todo este tipo de celebraciones más ancestrales, siempre nacidos en el ámbito rural, donde en el contacto con la Naturaleza es directo y real, son el origen de la celebración del carnaval, a pesar de lo cual se vienen celebrando muchas de estas mascaradas, no sólo en las fiestas carnavalescas que este fin de semana se celebrarán por todo el planeta en sus distintas formas, sino durante todo el inverno que poco a poco se acerca a su fin en el hemisferio norte terrestre, ganando poco a poco, como siempre remarcamos, la luz terreno a las tinieblas, que es en cierto modo lo que se viene a celebrar. Estos seres monstruosos dan sus últimos "coletazos" antes de desaparecer tras la llegada de la Primavera, para volver a asomar, tras el siguiente Solsticio de Invierno, en un buen número de lugares todavía, a pesar de todas las que se han perdido tristemente para siempre.
|
Foto: gredosdaniel.es |
Dentro de este
Carnaval de Navalacruz, además de los
Harramachos, existen otros personajes como
El Carátula, que va vestido con flecos de colores, indicando el colorido que está por venir con la Primavera y simbolizando, en cierto modo, en contraposición a los
Harramachos, las fuerzas del bien o de la luz, frente a las del mal o las tinieblas que representan los propios
Hamarrachos. Luego están los
peleles, hechos de paja y trapos, que representan al hombre y a la mujer y, por último,
la vaquilla, figura representada por un joven con una sábana blanca y unos cuernos. Todos estos personajes van pidiendo por las casas, en lo que constituye un elemento muy común en este tipo de festejos, ofreciéndoles los vecinos huevos, chorizo y otros productos.
Este fin de semana, quien quiera disfrutar de este curioso y primitivo carnaval, tiene una oportunidad en
Navalacruz.
Me alegro que se haya recuperado esta tradición. Recuerda un poco a los hombres del musgo de Béjar.
ResponderEliminarSaludos.
Hola Placentino. Sí, buena noticia siempre que los vecinos recuperen mascaradas y carnavales de este tipo. Muy cerca, también por Gredos, en la provincia de Ávila, se recuperó hace poco la de Los Machurreros de Pedro Bernardo. Buena comparación con los homres de musgo de Béjar, un festejo que tiene que ser igualmente espectacular.
ResponderEliminarUn saludo, amigo.