Ruinas del Convento de Los Ángeles - Foto: panoramio.com |
Fuente: Félix Barroso Gutiérrez
La antigua Ovegiola se transformó en Ovejuela, aunque los nativos la nombraban como “Bijuela”. En sus términos, hay huellas de antiguas civilizaciones. Incluso hasta minados de oro en la zona de “Loh Llánuh del Conventu”, laboreados ya por los romanos. Y convento de franciscanos también hubo, los cuales se aposentaron entre aquellas bravías sierras en el año de 1214. Levantaron sus muros en el lugar en que contaban que había aparecido una imagen negra, al remover una peña que estaba cuajada de grabados prehistóricos.
Nuestra Señora de los Ángeles
La imagen, trabajada en piedra negra y basáltica, fue consagrada por los frailes; los grabados destrozados y todos aquellos parajes asperjados por agua bendita y trastocados sus topónimos “paganos” por otros de carácter religioso. Así, el que hoy es río de los Ángeles se llamaba antiguamente río de Las Jerrerías o Ferrerías. Pero la mayoría de los nuevos nombres no prosperaron y los comarcanos siguieron con las antañonas denominaciones. Lo que sí instituyeron con gran éxito los franciscanos fue la devoción a Nuestra Señora de los Ángeles. Por ello, el pueblo de Ovejuela las continúa celebrando por todo lo alto en las fechas que rodean al 2 de agosto, efemérides de tal Virgen.
El Chorro de Los Ángeles, también conocido como la Chorrera de la Buitrera - Foto: lashurdesdestinonatural.com |
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