Esta población, lugar de parada del camino portugués, y con tanta leyendas y reminiscencias jacobeas alrededor, parece que fue un importante centro de culto precristiano. Así, la leyenda cristiana, nos habla de que en este monte se escondió Santiago de sus perseguidores, cuando predicó en Galicia, bebiendo incluso de la propia fuente que mana junto a la ermita, lo que nos pone sobre la pista de que en ese lugar se practicaría el culto a las aguas. La romanización a través del dios Neptuno, cuyo nombre aparece en el Pedrón, nos pone sobre la pista sobre antiguos cultos acuáticos en este lugar.
El paraje se completa con la agrupación de rocas, existente en una especie de explanada cercana a la ermita y la fuente, y que es nuestro altar rupestre protagonista de hoy. En la más alta de las piedras existe una gran cazoleta, además de canalillos, claramente de factura humana.
Al modo de la Silla de Felipe II en El Escorial, este altar, igualmente, ha sido retocado, alterando su configuración original.
Un lugar imprescindible si se visita Galicia.
*Fuente: asturiense.blogspot.com
Desde Santiaguiño do Monte el monte más destacado es sin lugar a dudas Meda, y tanto desde la fuente, como del conjunto rocoso próximo, aquel por cuyos agujeros, dice la tradición, se arrastró Santiago perseguido por lo paganos, se observa la salida del Sol del solsticio de verano sobre su cima. Sin duda, esta circunstancia era la que otorgaba sus benéficas propiedades al agua de la fuente. Menos destacado, pero aún así conspicuo, es Xesteiras sobre el que sale la luna en el lunasticio mayor al Sur. En las rocas del Santiaguiño hay algunas marcas alineadas y orientadas a la salida de la luna en el lunasticio mayor al Norte. Desde el lugar donde la tradición dice que estuvo el pedrón (que ahora se encuentra en la iglesia de Santiago) en el que amarró la barca de piedra de Santiago se produciría un alineamiento algo impreciso con el mismo monte Meda en el lunasticio mayor al Norte. Suponemos que la barca de piedra se encontraría en sus proximidades. Esta piedra con inscripción (CIL II 2540 = CIL II 5626 = CIRG I, 12 = HEp 4, 1994, 337) fue un ara romana dedicada a Neptuno o a Júpiter Óptimo Máximo. En definitiva, desde Santiaguiño do Monte y la antigua ubicación del pedrón de la barca de piedra de Santiago concurren varios alineamientos astronómicos, algunos producidos en montes destacados del paisaje, y alguno “fabricado” mediante una línea de marcas incisas, que podrían estar configurando parte de su significado sagrado prehistórico y que posteriormente se incorporó a la leyenda jacobea, como ya sucedió en Muxía.
El monte Meda al fondo - Fotos: Iberia Mágica |
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