domingo, 14 de septiembre de 2014

Un moral de concejo, Palacios del Arzobispo

Hoy, continuando con nuestro archivo arbóreo, traemos un ejemplo más de árbol de concejo, un moral, llamado morera, aunque sean árboles distintos (moral: morus nigra; morera: morus alba), por los vecinos de Palacios del Arzobispo, una población de la comarca de Tierra de Ledesma. No existe documentación sobre la función concejil de este árbol, pero sí se comenta esto entre las gentes del lugar. Hemos conocido este árbol singular a través del fabuloso programa radiofónico El bosque habitado, donde el naturalista Raúl Tapia, nos comenta lo abundantes que eran en la zona fronteriza en las provincias de Salamanca y Zamora y en la región portuguesa que limita con estas provincias. Si el tejo es el árbol-tótem por excelencia en algunas zonas, el olmo o el roble en otras, en ésta los morales y moreras toman el protagonismo.
Seguramente, el culto a este árbol -a los morales y moreras- hunda sus raíces -nunca mejor dicho- en tiempos mucho más lejanos que el propio medievo.

Moral de Palacios del Arzobispo - A.A.Glez.

Fuente: Intervención de Raúl Tapia en El bosque habitado

En la frontera entre Salamanca y Zamora, porque estamos justo en la linde, en la separación de una provincia con la otra, y hasta la raya con Portugal, la mayor parte de los pueblos presentan moreras en sus plazas. Son moreras en torno al siglo XVII y XVIII, tienen todas edades muy semejantes y es un continuo, es una línea y Abella (Ignacio Abella) planteaba el poder mapear, en un momento dado, la Península y ver donde se establecían esas líneas, es decir, donde podíamos ir uniendo morales, moreras que estuvieran en plazas, en lugares públicos, con este concepto de árboles de juntas, de árboles vecinales. 


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