Foto: Anibal Gonçalves |
Es una zona abundante en piedras y, así, el propio nombre de la freguesia de Candoso viene del vocablo portugués candonoso, que significa terreno pedregoso. Fraga do Ovo se encuentra a la entrada del pueblo y, como bien se dice en las pocas fuentes encontradas, pudo utilizarse para adorar a los dioses y comunicarse con ellos, algo nada extraño sabiendo que muchos de estos tipos de piedra fueron objeto de adoración en la Prehistoria y la Antigüedad. Me ha recordado bastante a uno de los bolos graníticos de Los Barruecos, en concreto, el que fue interpretado no hace mucho como un observatorio solar.
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