En la última entrada del año, recién acabado, visitamos un municipio al que regresamos, Villajoyosa, en aquella ocasión para conocer su templo íbero, hoy para visitar el monumento funerario de mayor tamaño de los conservados de época romana en la Península Ibérica: la Torre funeraria de San Josep. Parece claro su toque oriental -recuerda en cierto modo, en otro contexto histórico, a Pozo Moro- y, en palabras de Gustav Gamer, tiene influencias del mismísimo Mausoleo de Halicarnaso. La torre-tumba se construyó sellada dejando únicamente dos huecos para, según se cree, realizar libaciones con vino al difunto.
Fuente: B. García, informacion.es
Siglo II d. C.: en plena época del Imperio Romano, cuando La Vila Joiosa era la ciudad de Allon, los ciudadanos de la época acudían a la torre funeraria erigida en la desembocadura del río Torres a realizar ofrendas y regar con vino los restos de un difunto, un personaje de alto rango, todavía por identificar, enterrado bajo este santuario impenetrable. Unos orificios en las paredes, del tamaño justo para que una persona se asomase con una vasija o un ánfora llena de vino tinto, permitían rociar al muerto con el líquido, del mismo color que la sangre, con la creencia de que eso reviviría su alma en la otra vida.
[...] Conserva todavía erguidos diez de los doce metros que medía cuando fue construida, en el siglo II, a falta de la cúpula que la coronaba. Aún hoy puede apreciarse perfectamente su forma de pequeño templo, flanqueado por cuatro columnas y con una bóveda superior sobre la que iría la desaparecida cúpula. Mil novecientos años no han podido con sus piedras y sus muros que, sin embargo, no han llegado intactos hasta nuestros días, principalmente debido al expolio y a su reutilización para otros usos.A semejanza de las pirámides egipcias, esta torre se construyó sobre la tumba del difunto, totalmente hermética y sin accesos, con el objetivo de que nadie pudiera acceder a su interior y perturbar su alma. Sólo dos vanos en las paredes exteriores, permitían asomarse al interior, a través de una pequeña escalinata, para poder celebrar el ritual del vino dos o tres veces al año y garantizar así la vida eterna del finado.
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Argantonios, me ha sorprendido mucho este mausoleo y que aún siga en pie.
ResponderEliminarDos detalles que me intrigan:
1. ¿Ha sido expoliado? Me imagino que el difunto tendría un potente ajuar, a juzgar por la monumentalidad de la construcción. Por esos vanos, si permite asomarse, podría entrar una persona menuda y descolgarse.
2. ¿Cómo se sabe lo del vino? ¿Está relatado en algún documento? ¿Era costumbre de la época? ¿Se han analizado cientifícamente los restos del suelo del mausoleo?
Un fuerte abrazo.
Hola Papandreu. Se abre el apetito con ese avatar que usas, maestro.
ResponderEliminarIntuyes bien, sí que ha sido expoliado en distintas ocasiones, aparece detallado en la misma fuente que he usado en la entrada, lo que pasa que no me dio por ponerlo y es algo que siempre es bueno citar para concienciar al respecto, ahí te pongo las líneas donde hablan del expolio sufrido:
...en el siglo XIV, la tumba fue violada, se produjo el primer expolio conocido por los arqueólogos, se abrió un acceso al sagrado lugar e incluso llegó a utilizarse como almacén. A partir de ahí, los expolios se sucedieron. En el siglo XVI, la torre se usó como casa de campo, según explicó Espinosa. Y las últimas profanaciones datan ya del siglo XX, pues se han llegado a encontrar bolsas de pipas en el interior, lamentó el arqueólogo.
Debido a estos expolios tampoco se ha podido identificar al difunto, del que sólo aparecieron algunas piezas dentales en las excavaciones realizadas en 2008. La inscripción ha desaparecido, eso sí, debió ser alguien muy importante para tener una tumba así. El ilustre enterrado allí, ahora anónimo, fue uno de los primeros romanos que se enterró sin incinerar.
En relación al uso ritual del vino, no especifican nada en la noticia en cuanto a cómo han llegado a esa conclusión, con lo que o lo han deducido de otros mausoleos más o menos similares en los que sí se conoce dicho uso o, por otra parte, han analizado los restos del propio mausoleo. Otra posibilidad, por la que yo apostaría, es que han tirado de lo que se conoce de las fuentes clásicas y el uso ritual que se hacía del vino identificándolo con la sangre -intrepretación que también se da en el cristianismo con la "sangre de Cristo"- y han interpretado que esas aberturas en el monumento estaban destinadas para derramar el vino.
He encontrado este pdf muy interesante al respecto donde se describe su uso ritual en el mundo íbero, griego y romano:
http://www.amigosdelmuseoarqueologicodelorca.com/alberca/pdf/alberca7/7_02.pdf
Bueno, te pongo también el link directo a la fuente que he usado para la entrada:
http://www.diarioinformacion.com/benidorm/2011/08/31/vino-almas-romanas/1163074.html