jueves, 4 de octubre de 2012

Observatorio solar de la Edad del Cobre en Los Barruecos, Malpartida de Cáceres

Volvemos a Los Barruecos para traer una noticia reciente que nos llegó a través de un amigo. En este soberbio paraje natural rocoso, Juan Rosco, ha observado como un rayo de luz solar ilumina el interior de una roca, a través de un orificio, justo en el lugar donde existe un petroglifo tanto en marzo como en septiembre durante los dos equinoccios. En opinión de este investigador el agujero en la roca fue realizado, o perfeccionado, por el ser humano en el Calcolítico -más o menos sobre el 2500 a. C.- para que la luz solar pudiera iluminar esos grabados, uno de ellos de apariencia antropomorfa.

A la izquierda, la roca y su orificio. hoy.es

*Fuente: hoy.es, 24/09/2012

Es una enorme piedra con un orificio por el que se cuela un haz de luz que en determinadas épocas del año se proyecta hacia el interior de la roca, que está hueca por la erosión. Aquí hay varios petroglifos, uno de ellos es la representación de un ser antropomorfo en forma de 'Y' invertida, con sexo, al que le faltan los brazos, y que tiene sobre la cabeza un hueco redondo artificial (una cazoleta) que puede representar al Sol.
Juan Rosco anunció entonces en HOY, que el haz de luz iluminaba totalmente el grabado que representa a un hombre, dos veces al año: en los equinoccios, cuando en el día hay las mismas horas de luz que de oscuridad. O, lo que es lo mismo, el 21 de marzo y el 22 de septiembre.
El descubrimiento se dio a conocer un mes y medio después del equinoccio de marzo, y por eso había curiosidad para ver si el fenómeno se repetiría en el segundo equinoccio. Por este motivo, el pasado sábado 22 de septiembre, hubo gente que se acercó a Los Barruecos, a la roca con forma de perro que tiene el orificio, para ver si era cierto.
Es verdad. El haz de luz comenzó a iluminar la figura unos minutos antes de las tres de la tarde, para recorrerla en su totalidad transcurridos unos 38 minutos.
Ya ha pasado el equinoccio, pero durante varios días más se puede ver la luz iluminar parte del grabado. Por si hay más curiosos que quieran verlo, para ir a este lugar hay que dejar el coche en el aparcamiento siguiente al de la entrada del Museo Vostell y el Centro de Interpretación.
Desde ahí se llega a la roca horadada en cinco minutos. Está junto a otras dos grandes piedras, una de ellas en forma de seta.


Petroglifos iluminados en los equinoccios. hoy.es

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