sábado, 31 de diciembre de 2016

La Dentona de Las Hurdes

Queremos despedir el año con esta entrada y, cómo no, lo hacemos acercándonos a una tierra que tanto hemos traído aquí y que tanto admiramos: Las Hurdes. Lo hacemos además, como casi siempre, de la mano de nuestro estudioso e investigador favorito por aquellos lares, Félix Barroso Gutiérrez, quien nos ha hablado, en una reciente publicación en su perfil de facebook, de un personaje mitológico hurdano que se puede encontrar cualquiera que merodee por aquellas montañas un tal día como hoy. Hablamos de La Dentona, que esperemos que por mucho tiempo, en fechas como éstas, no pierda su último diente; os deseamos, además, un gran año a todos y que nos sigamos viendo por este humilde lugar del ciberespacio durante mucho tiempo.
¡Feliz año nuevo y muy buen final para el año en el que aún nos encontramos!

Foto: planvex.es

Fuente: Félix Barroso Gutiérrez

Por NOCHEVIEJA, cuentan en la comarca de LAS HURDES que sale de su cueva LA DENTONA. Es medio bruja y medio vieja, medio huraña y medio loca, medio espanto y medio histriónica. Se envuelve en sobadas pieles de macho cabrío o de venado y lleva en una mano una garrota de encina, y en la otra un fardel en los que deposita los regojos de pan, las castañas “pílah” (descascaradas y completamente blancas) y otras limosnas que les entrega la gente. Solo tiene doce enormes dientes en su boca. que, al parecer, son los doce meses del año. A lo largo del día, se le van cayendo. Cuando se queja de que ya “no puedi royel lah cahtáñah”, es que solo le queda un diente. La gente le pide que abra la boca y ella, riéndose sarcástica y temerosamente, enseña la oscuridad de su gruta bucal, donde, efectivamente, solo aparece una lengua larga y roja como el fuego (por eso también la llaman algunos “La Lengüeratúa”) y las “enjívah” (encías) mondas y lirondas. Solo un colmillo descomunal y amarillo aparece aferrado a la mandíbula. La noche se echa encima y, al saber La Dentona que solo le queda un diente, escapa precipitadamente a su guarida, situada en lo más profundo de las penumbrosas montañas y allí se echa a dormir, aletargándose hasta la próxima Nochevieja. Mientras duerme, le vuelven a nacer los once dientes que le faltan. Refieren que si en esa fecha perdiera el diente que le queda, entonces vendrá sobre la tierra el fin del mundo.
En otros pueblos de la misma comarca hablan de LA UJEROSA, personaje parecido a La Dentona, pero que, en vez de doce enormes dientes, tiene doce ojos grandes y saltones. Sin embargo, esto ya es harina de otro costal y lo dejaremos para otra ocasión, que no son buenos los atracones. Nuestros buenos amigos e informantes jurdanos: TÍO RAMÓN BRAVO BEJARANO, que fue un genial tamborilero del pueblo de EL CABEZO, y LEONCIO PUERTAS BARBERO, del concejo de PINOFRANQUEADO (suegro y yerno respectivamente), cuando les decía que me contaran más cosas, me respondían: “No, ya no te dicímuh máh, c,antóncih sábih máh que nusótruh”.

Foto: planvex.es


Dioses galaicos y lusitanos nombrados por Menéndez Pelayo

Leyendo "Historia de los heterodoxos españoles", de Menéndez Pelayo, he encontrado la mención a una serie de dioses galaicos y lusitanos que desconocía, hasta ahora, y que creo que son de interés para traer a Iberia Mágica. En concreto no sabía de la existencia, o al menos no recordaba si alguna vez los leí u oí mencionar, de Vagodonnaego, Vérora, Tullonio, Togotis, Suttunio y Poemana. Trataremos de indagar en el conocimiento de los mismos y, como siempre, estaríamos muy agradecidos si podéis aportarnos información a todos sobre los mismos.

Castro galaico de O Facho, en Donón, en el concello de Cangas - Foto: farodevigo.es

Fuente: Historia de los heterodoxos españoles - Marcelino Menéndez Pelayo

El naturalismo de los celtas, anatematizado repetidas veces por los concilios, se mezcló con elementos clásicos, y en una u otra forma ha llegado a nuestros días, constituyendo en ciertas épocas un foco de heterodoxia, al paso que hoy se reduce a sencillas tradiciones, inofensivas casi, por su origen y alcance se han perdido.
¿Cómo conciliar con este naturalismo el gran número de divinidades gallegas y lusitanas que cada día nos revelan las inscripciones de aquellas dos comarcas indisputablemente celtas?. Ya en el siglo pasado -siglo XVIII- se conocían ocho o diez; hoy pasan de cincuenta. ¿Dónde colocar a Vagodonnaego, Neton y su mujer Neta, Endovélico, Vérora, Tullonio, Togotis, Suttunio, Poemana...y tantos otros enigmáticos númenes adorados por nuestros mayores?. La cuestión es compleja, y sólo pudiera resolverse distinguiendo varios períodos en la vida religiosa de los celtas. El panteísmo, tal como le profesaban aquellas razas, tiende a convertirse en politeísmo cuando se pierde la clave o queda en manos de los sacerdotes tan sólo.

miércoles, 28 de diciembre de 2016

Las Gavillas, Tamurejo

Acabamos de disfrutar de la fiesta del Solsticio, del nacimiento de un nuevo ciclo solar, que distintas religiones, desde tiempos antiguos, han identificado con el nacimiento de sus divinidades o personajes principales. Gracias a un comentario de Drazul, un amigo de nuestro blog, hemos conocido la existencia de un festejo celebrado la noche del 24 de diciembre en Tamurejo, un pueblo de la comarca extremeña conocida como La Siberia. El festejo en cuestión se conoce como Las Gavillas, y, como se puede apreciar en las fotografías aportadas, el fuego, de nuevo, es el gran protagonista.

Foto: Wikipedia

Tras la Misa del gallo los vecinos del pueblo salen con antorchas hechas de gamones -palos secos extraídos de la gamonita- y tras una procesión con las mismas, en la plaza principal del pueblo se hace una gran hoguera con todas ellas, sobre la que saltan los jóvenes. Era costumbre que fueran los quintos en tiempos. Esto, evidentemente, nos recuerda mucho igualmente a los saltos purificadores que se hacen en las hogueras del otro Solsticio, aquél que vendrá dentro de menos ya de medio año. Todo este tipo de rituales son un ejemplo más -aunque decirlo resulta algo ya de perogrullo- de que este festejo, el de la Natividad, viene de tiempos mucho más antiguos a la tradición instaurada tras el siglo IV de la era cristiana.
Hemos de decir que el propio escudo de la localidad, en su mitad derecha, incluye Las Gavillas, como se puede apreciar más abajo, lo que hace idea de la gran importancia que este festejo tiene para los vecinos de Tamurejo.
Feliz nuevo ciclo a todos.

Foto: Wikipedia


martes, 20 de diciembre de 2016

Los Danzantes de Santa Bárbara, Guijo de Santa Bárbara

Volvemos a La Vera, para visitar una de las "patrias" chicas de Viriato como es la población de Guijo de Santa Bárbara. Así, nos cuenta la tradición guijeña que Viriato nació en esta población e, incluso, como se pudo comprobar hace años en el magnífico programa de televisión Un país en la mochila, hasta se conoce la casa en la que vivió o más bien habría que decir ya lugar, pues la casa que se pudo contemplar en el magnífico programa de José Antonio Labordeta fue derruida y sustituida por una nueva, como bien nos contaron dos vecinas del pueblo y como bien pudimos contemplar nosotros mismos. Pero, dejando atrás esta fantasía, dicho con todo el respeto del mundo, a pesar de que sí es cierto de que se baraja a La Vera como uno de los equivalentes al Monte de Venus mencionado por las fuentes clásicas, el lugar de campamento de invierno de Viriato en sus luchas contra Roma, nos acercamos, sin embargo, a Guijo de Santa Bárbara para hablar de otro asunto, en concreto de un festejo para el que tristemente llegamos, sin saberlo, un día tarde.
Entre los días 3 y 5 de diciembre se celebran las fiestas patronales en honor de Santa Bárbara, la patrona de los mineros, artilleros, canteros y fundidores, además también de este pueblo, al que da nombre, participando en ella nuestros protagonistas de hoy, Los Danzantes, los cuales bailan al son del tamboril, realizando la famosa danza de las cintas, además de distintas danzas de paloteo, constituyendo tanto una como otras antiguas danzas rituales de gran y enigmático contenido simbólico. Una de las noches se realizan hogueras, además de hacer sonar cencerros, elementos muy comunes, como hemos contado en más de una ocasión, en relación a las celebraciones invernales.
Pero dicen que vale más una imagen que mil palabras, así que aportamos un vídeo con los Danzantes del pasado año, 2015.



Trenzado del cordón o danza de las cintas - Foto: paloteodeampudia.blogspot.com


Danza del paloteo - Foto: paloteodeampudia.blogspot.com



lunes, 19 de diciembre de 2016

Museo de Jarramplas, Piornal

Hace pocos días visitamos el museo dedicado a una de las mascaradas invernales más espectaculares existentes en la Península Ibérica. Nos referimos al Museo de Jarramplas, en Piornal, la población más alta de Extremadura, a 1200 metros sobre el nivel del mar. Del personaje de Jarramplas ya hablamos en su momento en este blog hace tres años, ficha o reseña a la que nos remitimos, con lo que hoy nos centraremos en el museo inaugurado en la localidad este mismo año, en enero, días antes de la celebración del Jarramplas los días 19 y 20 de enero. En este bonito museo, que tanto nos recordó, aunque centrado únicamente en la figura de su propia mascarada, al Museo Ibérico de la Máscara y el Traje de Braganza (Museo Ibérico da Máscara e do Traje), se guardan y exponen un buen grupo de distintas máscaras de Jarramplas que las familias del pueblo han ido conservando de las distintas celebraciones en las últimas décadas, máscaras que se han ido poco a poco perfeccionando para soportar el gran número de "nabazos" que han de recibir los distintos jarramplas.
Desde aquí damos las gracias a Beatriz, una de las personas que trabaja en este museo y que con tanta pasión y amabilidad nos explicó las distintas máscaras expuestas, además de otros elementos que forman parte de este festejo, también recogidos en el museo, como son las conocidas como cachiporras, los tamboriles, los trajes, y el resto de particularidades tan interesantes del festejo.

Museo dedicado a Jarramplas en Piornal - Foto: Iberia Mágica, 06/12/2016

Traje de Jarramplas hecho con trozos de tela - Foto: Iberia Mágica, 06/12/2016

Para cada edición de la fiesta se elaboran en torno a cinco máscaras. En esencia el proceso se inicia con el diseño de la careta y el cucurucho con cartón duro que hará de molde. Un posterior baño de éstos en fibra de vidrio (innovación de finales del siglo pasado) genera la estructura básica de la máscara, a la que habrá que unir elementos como la nariz, los cuernos, las crines y algún otro a gusto del artesano. El proceso concluye con la pintura, aspecto artístico-creativo esencial, ya que no hay una máscara igual a otra en cada edición de la fiesta.
[...] El tamboril de Jarramplas se percute con dos baquetas llamadas cachiporas. En cada edición de la fiesta se fabrican un buen número de ellas, debido a que, cuando Jarramplas está en la calle tocando su tamboril suele perder muchas cachiporras por el impacto de los nabos en sus manos o porque se las lanza a la gente como defensa (cachiporras que suele quedarse como recuerdo el que la coge). 
[...] Cinco o seis suelen ser los tamboriles fabricados cada año para la fiesta de Jarramplas. Se trata de tamboriles artesanales en los que la madera ha dejado paso al pvc (policiorulo de vinilo) en el soporte cilíndrico, y la piel a la tela de saco de la membrana. Por lo demás, la técnica se ha mantenido en esencia a lo largo del tiempo.
(uno de los carteles explicativos del museo).

Escultura de Jarramplas en una plaza de Piornal - Foto: Iberia Mágica, 06/12/2016
Mural con la recreación de Jarramplas, el mayor icono de Piornal, en el muro lateral de una vivienda - Foto: Iberia Mágica, 06/12/2016

En la elaboración del traje se utilizan cintas multicolores, extraídas de ropas viejas que sobran a la gente del pueblo, y que integran tanto la chaqueta, como el pantalón. Estos coloridos nos recuerdan al utilizado en otras muchas mascaradas y, según se cuenta, a nivel general, podrían estar representando el colorido de la venidera primavera, aún no del todo cercana cuando se celebra este festejo, y más en lugares de largos y fríos inviernos como el de Piornal. Según también se cuenta, con la mayoría de los festejos de este tipo, se está tratando de despertar a la Naturaleza, en días en los que la luz va ganando, por fin, poco a poco terreno a las tinieblas. Si preguntamos a la gente del pueblo, veremos que son otras las leyendas que circulan en relación al origen de Jarramplas, pero esconde, como ya comentamos en su momento, claros simbolismos que nos hacen intuir que el origen de esta especie de ritual se debe encontrar en tiempos bien antiguos.
Desde Iberia Mágica os recomendamos la visita a este museo y, sobre todo, el acercaros a vivir la fiesta in situ, algo que, en relación a esto último, nosotros también tenemos pendiente.



martes, 13 de diciembre de 2016

Cabeza/s "cortada/s" en la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, Cuacos de Yuste

La semana pasada, en la comarca de La Vera, en concreto, visitando la población de Cuacos de Yuste, nos encontramos con unas curiosas representaciones en el pórtico de la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, la iglesia parroquial de Cuacos construida en el siglo XV. En concreto hablamos de una cabeza central bajo el guardapolvos y una serie de figuras esféricas en las arquivoltas que igualmente pudieran estar representando cabezas no definidas. No hemos encontrado ninguna información al respecto con la que saciar nuestra curiosidad, pero irremediablemente, sea o no acertada nuestra intuición , no hemos podido dejar de pensar en la cultura de las cabezas cortadas céltica, cuya influencia, con el paso de los siglos, siguió patente en representaciones en piedra, desde la propia Edad del Hierro, hasta la Edad Media e, incluso, la Edad Moderna, como sería nuestro ejemplo de hoy.

Fotos: Iberia Mágica - 05/12/2016

Juro por los dioses por los que jura mi tribu
que desde que tomé por primera vez una lanza en mis manos
no he dormido nunca sin una cabeza de un hombre de Connacht bajo mi almohada…

(Scéla Mucce meic Da Thó (“La historia del cerdo de Mac Dathó”) - Ciclo del Ulster)


lunes, 12 de diciembre de 2016

Fiesta de Los Escobazos, Jarandilla de la Vera

La semana pasada se celebró -el día 7- en Jarandilla de la Vera su famosa fiesta de Los Escobazos. Sus orígenes se encuentran, según la tradición, en las antorchas que hacían con retama los cabreros y pastores al bajar de la sierra (nos encontramos en la vertiente suroccidental de la Sierra de Gredos), en vísperas de la celebración de la Inmaculada; ante la falta de luz, para evitar caídas, bajaban iluminando su camino, en lo que parecía una especie de procesión de luces que se veían a lo lejos, en su descenso por las laderas de la montaña. Esto en lo que se refiere a los supuestos orígenes. En relación a la celebración en sí, nos la describe Alfonso Bermejo en su blog tradicionesyfiestas.com de la siguiente manera:

"El día 7 por la tarde, los vecinos de Jarandilla salen a la calle y se reúnen en la plaza del pueblo. Una vez allí todos encienden los escobazos y las hogueras que previamente han preparado. Hasta las 9 de la noche, hora de la procesión, los jarandillanos beben vino de pitarra, y se dan golpes con los escobazos, por debajo de la cintura, a modo de saludo."

Foto: turismoextremadura.com

El que esto escribe, sin restar verosimilitud a la leyenda mencionada sobre el origen de este festejo, entiende que, a buen seguro, hay un origen ancestral, mucho más lejano en el tiempo, que le conecta con otras celebraciones de invierno, en las que hace acto de aparición el fuego. Oficialmente no ha comenzado el invierno, pues éste se iniciará a partir del próximo Solsticio de Invierno, en el hemisferio norte, pero sí que nos encontramos en lo que se conoce como el invierno pastoral o "invierno celta" desde el pasado samaín, con lo que entre estas fechas y las cercanas a los inicios de la Primavera, se van a suceder, en multitud de lugares, numerosos festejos alrededor de mascaradas y cencerradas, en algunos casos, o del fuego, en otros. Ya se sabe que las noches -o tinieblas como se interpretan en estas celebraciones- son muy largas en estas fechas y el fuego siempre aparece como un elemento de calor, tan necesario para calentar los hogares en épocas de frío, además de encerrar lo que algunos califican como el ritual de otorgar fuerza al "nuevo Sol" que está por venir, en este caso, pues aún no hemos cruzado la frontera del mencionado Solsticio, además de ahuyentar a los malos espíritus y tratar de que la Naturaleza despierte, con el triunfo final de la luz a las tinieblas. Un ritual que se repite eternamente y que esperemos continúe por mucho tiempo para no romper, del todo, el vínculo con nuestros orígenes y nuestros ciclos.


martes, 29 de noviembre de 2016

Cueva del Tajo de las Figuras, Benalup-Casas Viejas

En la comarca gaditana de La Janda se encuentra el municipio de Benalup-Casas Viejas, un territorio en el que existen algunos megalitos, además de una gruta, con pinturas rupestres, como es la Cueva del Tajo de las Figuras, nuestra protagonista de hoy. Las manifestaciones rupestres de este abrigo fueron estudiadas por Juan Cabré y Eduardo Hernández-Pacheco en 1913, lo que demuestra la gran importancia de las mismas, abundando, entre ellas, las representaciones de aves, cuadrúpedos y antropomorfos. Están datadas entre el Neolítico y el Calcolítico. Alrededor de las mismas se han cometido bastantes barbaridades, como mojar las paredes de la cueva con agua para que se pudieran contemplar mejor las mismas, algo que también se realizó en otras muchas, depositándose, por este motivo, una gruesa capa de cal, con lo que tuvieron que ser restauradas en 2005. Algunos han creído ver representadas algunas aveces desaparecidas en esta zona, como, por ejemplo, el ibis eremita -geronticus eremita-, la cual sólo se puede ver, actualmente, y de forma muy escasa, en Marruecos o Siria. Esas pinturas se encuentran encuadradas en lo que se conoce como arte rupestre sureño, situándose la cueva en un bello paraje. En el mismo año que fueron estudiadas por Cabré y Hernández-Pacheco, también las visitó un gran erudito de la época, como Willoughby Verner, de quien traemos las líneas que dedicó a las pinturas de esta cueva. Su inutilidad como lugar de residencia, algo señalado por el propio Willoughby Verner, nos pone sobre la pista de que nos encontramos, seguramente, ante un auténtico santuario prehistórico.

Foto: turinea.com


Fuente: Willoughby Verner

Trepando por esta pendiente resbaladiza se llega, al fondo, a una especie de cámara redondeada, de unos 12 pies de diámetro, pero con un suelo muy inclinado, por lo que la caverna es totalmente inútil como lugar de residencia. Las paredes, de color gris opaco y amarillo, y también el techo de esta cámara, son absolutamente cubiertos de dibujos en rojo oscuro. Los más conspicuos son los de los ciervos, el más grande mide más de 2 pies de altura, con muchas más pequeñas. Hay literalmente docenas de ciervos cuidadosamente elaborados y ciervas sobre una pulgada más o menos de longitud, uno tras otro. También representaciones de muchos otros animales, entre los cuales se reconocen cabras montesas, lobos o perros. De interés particular son las aves, de las cuales se muestran una gran variedad, algunos con los pies palmeados. Hay varias figuras inconfundibles de hombres, algunos de ellos de 8 pulgadas de altura. Algunos de los hombres llevan arcos, y es fácil ver que la idea que regla toda la colección de dibujos en esta caverna es una ilustración de los instintos de caza del hombre prehistórico y de las bestias y los pájaros que persiguió.


miércoles, 16 de noviembre de 2016

La Barrosa, ¿taurobolio mitraico? - Abejar

En un libro, que más allá de encontrarse o no de acuerdo con muchas de sus conclusiones, como es Gargoris y Habidis, publicado en los años setenta -época en la que también salió a la luz otro muy importante en estas temáticas, como es la Guía de la España Mágica de Juan García Atienza- se pueden encontrar interesantes referencias como la que a continuación aportamos. Según el autor de este libro, Fernando Sánchez Dragó, existe un paralelismo entre la fiesta de La Barrosa la población soriana de Abejar, en la comarca de Pinares, y los antiguos ritos de culto a Mitra. En el fondo, La Barrosa, no deja de ser un carnaval rural o antruejo de los que antaño tanto abundaban y que, por fortuna, no todos se han perdido, dicho lo cual resulta curiosa esa relación que apunta Sánchez Dragó, o quizás no debería causar sorpresa, pues estos cultos ancestrales encuentran sus orígenes en antiguos mitos, como el apuntado. Pero dejemos que sea el autor de la obra mencionada quien nos cuente.

Foto: desdeSoria.es

Fuente: Gargoris y Habidis - Fernando Sánchez Dragó

...queda al menos un lugar de España, y hay seguramente otros, donde todos los años se celebra por carnaval un taurobolio incuestionable, aunque algo recortado por la comicidad, que es miseria de estos tiempos. La cosa sucede en el pueblo soriano de Abejar y no con un bicho de carne y hueso, que saldría caro, sino con uno de esos vacos o vaquillas de cartón piedra que esconden chavales en la bariga y animan el cotarro lugareño con sus arrancadas antes de morir en el fuego o a jirones por cualquier cuneta. El pelele de Abejar se llama la Barrosa y tiene bula para hacer lo que le venga en gana, así sea sacar a empellones de la iglesia al mismísimo párroco cuando oficia misa mayor o embestir al alcalde mientras con sayuela adamascada preside el capítulo del Ayuntamiento. Al terminar el antruejo se degüella simbólicamente al simulacro, pellejos de vino tinto se vacían sobre su lomo y el mocerío, hacinado bajo los tablones, bebe lo que puede poniéndose perdido. Una vez apuntillado el dios, empieza la cuaresma.


viernes, 11 de noviembre de 2016

Escultura prerromana del castro de San Cibrao de Las, Pungín-San Amaro

Hace casi un año hablamos del descubrimiento de una escultura prerromana -la que dicen representa a una cabeza cortada- en uno de los castros galaicos más importantes, el de Santa Trega (Santa Tecla en castellano), y hoy nos acercamos también a otro de los más nombrados, el de San Cibrao de Las, entre los concejos de Pungín y San Amaro, en la comarca gallega de Carballino, para hablar de otra escultura, que califican también como "cara", en este caso, y no cabeza. No podemos opinar, porque no hemos encontrado ninguna imagen de la misma. La pieza de granito se encuentra en proceso de restauración, con lo que esperaremos nuevas noticias acerca de ella, aunque pudiera tener un contenido sacro, simbólico o, como poco, decorativo, pues apareció en el muro de una casa.

Vista aérea del castro de San Cibrao de Las - Foto: terraarqueos.com

Fuente: Sabela Pinal - laregion.es - 29/10/2016

Las excavaciones en el castro de San Cibrao de Las (San Amaro/Punxín) han dejado al descubierto una figura antropomorfa que los expertos sitúan en el siglo II antes de Cristo. Se trata de una escultura en granito, que representa una cara, y que ha sido hallada en el muro de una de las casas en las que está trabajando desde hace un mes el equipo integrado por arqueólogos y restauradores, además de operarios. Miguel Ángel López, director de restauración, manifestaba su entusiasmo porque es poco habitual encontrar una escultura típica de la arquitectura castreña, anterior a la ocupación romana. "Es todo un acontecimiento, por lo poco habitual que es hallar una expresión artística, que te acerca más a la sensibilidad de los habitantes de la ciudad", señala el experto. Las esculturas de estos yacimientos representan a deidades o guerreros y se colocaban embutidas en las paredes, asomando hacia fuera.

 

domingo, 6 de noviembre de 2016

Volcà de Santa Margarida, Santa Pau

En el municipio de Santa Pau, en la comarca catalana de La Garrocha -o Garrotxa- y en pleno Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrocha nos encontramos con el magnífico Volcán de Santa Margarida. Su última erupción se dice fue hace unos 11000 años, habiendo quedado el cráter sellado con el transcurso del tiempo y existiendo sobre éste una ermita románica que nos sirvió como indicio para rastrear posibles cultos más antiguos en aquel enclave, pues su contemplación desde arriba nos hace imaginar que no pasaría desapercibido para antiguos moradores. La altiplanicie formada se encuentra totalmente protegida y rodeada en círculo por las propias paredes del cráter, lo que le otorga un gran aislamiento, tan propio en muchos de los lugares de reunión y de culto en la Prehistoria y Antigüedad. De este modo nuestras sospechas se han confirmado en una información que hemos encontrado de Jesús Ávila Granados sobre el Parque Natural mencionado, en la que se dice que la ermita se construyó sobre un dolmen y también se habla de la existencia de un menhir del que hemos encontrado una fotografía. Igualmente comenta que nos encontramos ante un "lugar de culto prehistórico de corte céltico", afirmación quizás arriesgada, pues si bien algunas de las distintas oleadas de celtas que fueron llegando a la Península Ibérica, de más allá de los Pirineos, durante el I Milenio a. C, cruzaron por Cataluña, instalándose, quizás, algunos de estos grupos en este territorio, no hemos de olvidar, por otra parte, que nos encontramos en territorio de influencia íbera, a caballo entre las etnias de los indigetes, ausetanos y castelanos.

Ermita de Santa Margarida - Foto: lacasitaconruedas.wordpress.com

Fuente: Tierra salvaje de lava. Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrotxa - Jesús Ávila Granados

El sendero se hace cada vez más empinado, en medio de un frescor y una arboleda tan espesa que impiden la entrada de los rayos solares; después de unos
17 minutos, alcanzará la cumbre, en este caso los labios del volcán, cuyo cráter —de 430 m de diámetro, en forma de circo y de 153 m de profundidad máxima, segundo en importancia de Europa, después del Etna—, reviste un formidable atractivo paisajístico; en su interior, una ermita románica levantada sobre un antiguo centro de culto prehistórico de corte céltico; un menhir da fe de ello, y también si recordamos que la iglesia se asienta sobre un gigantesco dolmen, como lo confirmaron excavaciones arqueológicas. Las vertientes interiores del cráter han desafiado a la erosión del viento y del agua, gracias a los bosques de encinas y robles que allí han prosperado. 

Posible menhir en el Volcán de Santa Margarida - Foto: guiarte.com

Vista aérea del volcán - Foto: mascantallops.com

jueves, 3 de noviembre de 2016

La Luz de Ánimas, Trasmoz

Ya pasó el Samaín y nos internamos poco a poco en la oscuridad invernal, a pesar de que dicha estación no empezará hasta el próximo solsticio; dicho lo cual hay que apuntar que para los antiguos celtas se dice que el invierno empezaba en estas fechas en las que la oscuridad sigue ampliando su distancia con respecto a la luz. Las tinieblas, en estos momentos, van ganando el partido a la luz y nosotros no queremos abandonar estos festejos de tintes ancestrales del Samaín sin traer una muestra más: la Luz de Ánimas de Trasmoz. Esta población de la comarca de Tarazona ya fue visitada en este blog para hablar de su tradición brujeril. Hoy damos fe de un festejo en el que lo pagano está bien latente bajo el barniz de tinte cristiano. La hoguera de ánimas o luz de ánimas, con su claro simbolismo, hace acto de aparición al final de los festejos.




lunes, 31 de octubre de 2016

Feliz Samaín

En unas semanas en las que, por falta de tiempo, hemos tenido un poco descuidada a La Iberia Mágica, no podíamos dejar de felicitaros una fecha tan especial y emotiva como la que se vive esta noche, en la que nuestros seres queridos, que ya no se encuentran entre nosotros, parecen estar más cerca nuestra, a pesar de que también lo estén el resto del año. Esta ancestral fiesta del Samaín o Samhain se celebra en muchos lugares con el asado de uno de los frutos estrella en estas fechas: la castaña. Carbochás -o carvochás como la llaman y escriben en Las Hurdes-, calbotes, calbotás o magostos se celebran en estos días, como en la propia población de Pedro Bernardo, de la que ya hemos hablado en más de una ocasión por aquí por su mascarada que, felizmente, recuperaron en los últimos años, la de Los Machurreros. Dejemos que uno de los grandes cronistas de esta localidad, además de uno de los grandes hacedores en dicha recuperación, como es Pedro Javier Granado nos cuente.

Calbotá en Pedro Bernardo (Ávila) - Foto: navamorales.com


Fuente: Pedro Javier Granado

"se han inventado utensilios para asar las castañas, como cilindros, sartenes agujereadas, y otros instrumentos. Pero el método genuino usado por los cuchareros (habitantes de Pedro Bernardo) consiste en elaborar un corralillo de piedra de unos 50 cm. de diámetro, dónde se deposita una capa de 'agujúos' secos (acículas del pino) al fondo; sobre ese lecho se deposita una capa de castañas, que a su vez se cubren de otra cama de agujúos donde se colocarán otras pocas castañas, y así sucesivamente hasta llenar el corral. Acto seguido se prende fuego a la primera capa de agujúos por entre las piedras del corral y una vez que se ha quemado todo, las castañas están listas. Hay que sacarlas del círculo de piedra y hacerlas sudar con hojas de helecho frescas, para que se pelen con facilidad. La calbotá es una tradición de origen medieval y cristiano, que a su vez procede del Samhain o “final del verano” que celebraban los pueblos celtas y que ha dado lugar también a la festividad sajona de Halloween, y fue absorbido por los romanos, que lo pasaron al cristianismo. El cristianismo celebra la festividad de Todos los Santos, coincidiendo con el inicio del calendario celta. Esta celebración se realiza bajo otros nombres pero con el mismo ritual en otros lugares de Europa. En España, la "calbotá" es propia del Valle del Tiétar, Sierra de Béjar y La Vera, aunque se llama "moragá" en El Hornillo, El Arenal y en algún pueblo del barranco de las Cinco Villas. En Las Hurdes se llama "carbochá" (en dicha comarca extremeña existe la creencia popular de que el Fuego de Todos los Santos sirve para calentar a las ánimas que rondan alrededor), en Galicia se llama "Os Magostos", en Asturias "Magüestu", en el País Vasco es el "Gaztainarre -eguna" (día de las castañas) y en Cataluña las "casnyadas". En Portugal es el "Magustu".

El lobo y la Minerva protectora de Tarraco, Tarragona

En la exposición temporal "Los Escipiones; Roma conquista Hispania" que visitamos en septiembre, el último día de la misma, encontramos una réplica de la diosa Minerva de la antigua Tarraco, en la que se representa a uno de los animales más totémicos, sobre todo en tiempos prerromanos, a pesar de aparecer en esta pieza fragmentada de época romana -siglo II a. C.-, pues también tenía un significado simbólico para la propia Roma; no olvidemos que, según la leyenda, una loba fue la que amamantó a Rómulo y Remo, así que hablamos del lobo, un animal tan temido y odiado, como admirado. En el escudo de la diosa protectora de Tarraco aparece una pequeña representación del mismo.

Reproducción fragmento de escultura de la Minerva de Tarraco - Foto: Iberia Mágica - 04/09/2016


Fuente: cartel explicativo

Reproducción del relieve parcialmente conservado con la represenación de la diosa Minerva, que era centro formal y simbólico de la torre en que se hallaba, la de San Magín, o de Minerva, como se la denomina desde su descubrimiento. Es una de las primeras expresiones de la plástica provincial romana en Hispania: el estilo del relieve y el lobo del umbo del escudo remiten a tradiciones y un taller locales. La Tarraco naciente se hacía fuerte con sus robustas muralla sy la tutela de la poderosa diosa vigilante y guerrera.

sábado, 29 de octubre de 2016

El Niño de las Uvas, Bullas

Hoy queremos hablar de una curiosa pieza arqueológica de la que sólo existe, a día de hoy, una fotografía para poder seguir su pista. La historia de su desaparición se remonta a principios del siglo XX, en concreto en la población murciana de Bullas, donde entre 1902 y 1913 el sacerdote de la población impulsó unas excavaciones en el yacimiento romano de Los Cantos, ubicado a un kilómetro de la localidad. Entre otros hallazgos, el sacerdote encontró cuatro esculturas infantiles, que los vecinos bautizaron como "los muñecos", y que representaban, según se dice, a las cuatro estaciones.

El Niño de las Uvas - Foto: laverdad.es

Estas esculturas, recientemente, han sido noticia pues tres de ellas han aparecido en una operación policial, y es la cuarta y nuestra protagonista de hoy -El Niño de las Uvas- la que aún se encuentra en paradero desconocido. La última noticia que se tiene de ella es que pudo ser vendida por una sobrina del cura al Museo del Louvre de París para sufragar las obras de una capilla de la iglesia de Bullas, pero el museo dice no saber nada de ella, aunque ha iniciado una investigación para determinar si se encuentra entre sus fondos. Las esculturas están datadas en el siglo I d. C.


martes, 18 de octubre de 2016

El Olivo de El Palmar, El Palmar-Valencia

Hacía tiempo que no traíamos ejemplos de la veneración del hombre -o de distintas comunidades humanas- al árbol, como elemento simbólico o tótem sagrado. El caso de hoy lo hemos encontrado en la literatura, leyendo una de las obras más populares del gran Vicente Blasco Ibáñez, como es "Cañas y barro", en la que existe una interesante descripción de un olivo de El Palmar, la población de La Albufera valenciana donde transcurre la trama de la novela, que era mucho más que un simple árbol para los habitantes de esta población, según el autor. Al igual que ocurre en otros muchos casos, el árbol era un lugar de reunión, además de una especie de juez o testigo bajo el que se cerraban los tratos e incluso el depositario de la buena armonía entre los vecinos, pues cuando alguien se encontraba algo que no era suyo, debía dejarlo junto al olivo para que fuera recogido por su verdadero propietario.
Suponemos que Blasco Ibáñez se basaría en un olivo y unas costumbres que existieron alrededor del mismo en El Palmar, pero no hemos encontrado ninguna información sobre su existencia en la actualidad, ni sobre si verdaderamente existió o no este olivo, pues no debemos de olvidar que nos encontramos ante una obra de ficción, por lo que pudiera haber sido fruto de su imaginación, recreando el culto al árbol existente en tantos otros lugares y que han perdurado prácticamente hasta nuestros días, pero creemos que si no existe en la actualidad, pues no lo describía muy sano a principios del siglo XX, sí debió existir en tiempos del gran escritor valenciano en dicha población de La Albufera. De este modo, ante nuestras dudas al respecto, agradeceríamos, como siempre, cualquier información sobre su posible existencia.

El Palmar al fondo - Foto: viewAt.org


Fuente: "Cañas y barro", Vicente Blasco Ibáñez

Los más viejos del pueblo se agrupaban junto al olivo retorcido y de escasas hojas, único adorno de la plaza. Este árbol raquítico y antiguo, arrancado de las montañas para languidecer en su suelo de barro, era el punto de reunión del pueblo, el sitio donde se desarrollaban todos los actos de su vida civil. Bajo sus ramas se hacían los tratos de la pesca, se cambiaban las barcas y se vendían las anguilas a los revendedores de la ciudad. Cuando alguien encontraba en aguas de la Albufera un mornell abandonado, una percha flotando o cualquier otro útil de pesca, lo dejaba al pie del olivo, y la gente desfilaba ante él, hasta que el dueño lo reconocía por la marca especial que cada pescador ponía a sus útiles.


El Ramu de Vibañu, Vibañu-Llanes

Gracias a Daniel Salmador, hemos conocido este canto conocido como Ramu -ramo- del oriente asturiano; en concreto, de la población de Vibaño, en el concejo de Llanes, un pueblo que conserva buenos ejemplos de arquitectura rural tradicional. Tras el tinte cristiano del mismo se aprecia una ancestralidad que va mucho más allá en el tiempo, los "ecos de la Iberia profunda", como lo ha calificado el propio Daniel Salmador. Tras el culto a la Virgen, que se manifiesta en la letra de este Ramu, seguramente se esconde, como ya se sabe, una reminiscencia de esos antiguos cultos a la Madre Tierra. Su nombre hace referencia al ramo que se realiza en ofrenda, compuesto de pan y flores en este caso, apareciendo en otros pueblos cereales, uvas o manteca. Pero oigamos y extraigamos nuestras propias conclusiones.

 

 Fuente: Telmoarturo (canal de youtube)

 El canto del ramo se interpreta en muchos pueblos de Asturias durante las fiestas patronales. Los ramos son ofrendas que se colocan sobre un armazón de madera listo para ser transportado hasta la capilla del santo patrono. Las ofrendas son diversas según el pueblo y la época de la fiesta: pan, cereales, uvas, manteca. Las mozas adornan el palanquín con flores y cantan el ramo, generalmente acompañándose de percusión, mientras los hombres lo portan sobre los hombros. Este ramo del oriente de Asturias está dedicado a la Virgen del Rosario y se interpreta con panderetas y tambor en un difícil ejercicio de repetición.


Asturias

jueves, 13 de octubre de 2016

El Ecce-Homo y la Cueva de Gigantones, Alcalá de Henares

En los alrededores de la antigua Complutum, siguiendo el curso del río Henares, existe una atractiva ruta de cerros entre los que se encuentra el Cerro del Ecce-Homo -836 msnm-, un monte que según Gonzalo Gómez, autor del libro "Alcalá Mágica y Heterodoxa" era un lugar sagrado en la antigüedad; conjunto que se hallaba formado por una ruta de siete ermitas, con la inicial de la Ermita del Val, junto a la orilla del propio río Henares, y una cueva, la de Gigantones, que según se dice formaría igualmente parte de dicho conjunto sacro, como la propia cima del Ecce-Homo. Todo esto lo hemos oído en un podcast de una intervención radiofónica de dicho autor de hace un lustro y nos ha parecido interesante de traer al blog, aunque no hemos leído el libro, con lo que no conocemos en qué datos se basa para extraer dichas conclusiones. Habrá que tratar de conseguir dicho libro, además de hacer el recorrido. Eso sí, hemos de decir, que ya el pasado año estuvimos, en este blog, junto a este cerro-testigo para dar cuenta de un altar romano consagrado a Marte que se halló en las ruinas de Alcalá la Vieja, lo que podría servir como una prueba más de la sacralidad de este monte.

Ecce-Homo - Foto: quetiempo.es

Fuente: Intervención de Gonzalo Gómez, autor del libro "Alcalá Mágica y Heterodoxa", en el programa radiofónico Hoy por hoy Henares el 28 de octubre de 2011.

El Ecce-Homo sin duda, con la Cueva de Gigantones, era un lugar de cultos muy antiguos, desde tiempos prerromanos.
[...] Vamos a remontarnos al culto primitivo de la Madre Naturaleza, de la Mater, al lugar que nos está señalando la Ermita del Val, lugar mágico que forma el río Henares, que está olvidado pero que forma parte del conjunto sacro del lugar; el ascenso de las siete ermitas, atravesando la Cueva de Gigantones, que es como volver al útero de la Madre Naturaleza, y ascender hasta la cima, que es donde están las últimas tres ermitas, que eso sería el final del ascenso. Es un renacer espiritual, que se ha utilizado en todas las religiones, representando el volver a nacer otra vez a la vida, cuando la persona ya ha modificado su trascendencia. El volver a la cueva, la cueva representa el útero de la Madre Naturaleza, como se ha dicho, donde al salir de nuevo a la luz, salimos regenerados.  


 
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