sábado, 28 de marzo de 2015

Pedra Alta de Castrelo do Val, Castrelo do Val

En un paraje conocido como Pedra Alta, lo que delata que tiempo atrás nuestra protagonista de hoy estuvo estuvo hincada, posiblemente desde su creación, allá por la transición, durante la Edad del Bronce, del II al I milenio a. C., se encuentra la conocida como Pedra Alta de Castrelo do Val, en la comarca orensana de Verín, pieza encuadrada dentro las conocidas como estelas de guerrero. Esta se encuentra en el Museo Arqueológico de Orense y destacan, en la misma, principalmente, dos grabados o figuras, una, la representación de un escudo y otra de un carro, iconografía, por otra parte, bastante habitual en este tipo de estelas consideradas funerarias, aunque también se dice de ésta, en concreto, que pudo cumplir una función delimitadora entre territorios.



*Fuente: Alberte Reboreda Carreira y Eduardo-Breogán Nieto Muñiz

Desde el punto de vista iconográfico, los elementos más significativos y relevantes son el escudo y el carro. El escudo aparece representado por medio
de tres círculos concéntricos y una escotadura en uve además de una posible abrazadera horizontal. Este tipo de escudos están presentes en Irlanda
(Cloonlara, Clonbrin, Annandale), Dinamarca (Museo Nacional) y Suecia (Nackhälle) y también en el Mediterráneo (Chipre y Creta), de donde son originarios, según varios autores.
En lo que se refiere al carro, que se conserva en malas condiciones, presenta una incisión más fina que el resto de los motivos, quizás a causa de la mayor
precisión que exige su grabado. Los carros son frecuentes en las estelas del área del río Tajo/Tejo y son una muestra de la interacción entre las culturas del Mediterráneo y las que habitaban la Península Ibérica en la transición del II al I Milenio antes de Cristo. El de Pedra Alta aparece tirado por dos
cuadrúpedes, probablemente caballos. La perspectiva utilizada para grabar el carro es la conocida como perspectiva torcida, ya que permite observar este
vehículo desde dos puntos de vista simultáneos.
Nunca antes apareciera en Galicia un grabado prehistórico datado en la Edad del Bronce con un escudo y un carro de estas características.
La distribución de los motivos es la que sigue: el escudo ocupa el lugar central, a modo de emblema; sobre él se dispone la espada, que aparece envainada y sustentada por una correa que hace que se cruce en diagonal por delante del pecho del “guerrero”. En la parte inferior del escudo se representa un carro tirado por cuadrúpedes y, por debajo, una posible lanza grabada en horizontal que ocupa todo el ancho de la estela. En el reverso de la pieza
aparece grabada una alineación de tres cazoletas y una cuarta aislada.


miércoles, 25 de marzo de 2015

La Piedra Caballera, Navalmoral de la Mata

Muchas piedras caballeras o bolos graníticos fueron sacralizados en la antigüedad, así nos han quedado huellas en forma de cazoletas, piletas y petroglifos en muchas de ellas que nos muestran el carácter mágico que tuvieron para nuestros antepasados. Sobre la que hoy traemos, la Piedra Caballera de Navalmoral de la Mata, en la comarca de Campo Arañuelo, no tenemos constancia de que existan huellas, cazoletas o grabados de ningún tipo, pero la hemos querido traer a Iberia Mágica por el carácter simbólico que tiene para los moralos o moralas -gentilicio de Navalmoral de la Mata-, carácter que quizás se haya heredado generación tras generación desde tiempos bien antiguos, no sabemos si ancestrales, pero queda patente, al menos, el culto a la piedra, manifestación sacra o ritual que hunde sus raíces en los tiempos prehistóricos por buena parte del mundo.

La Piedra Caballera con Navalmoral abajo y la Sierra de Gredos al fondo - Foto: analfabetosentimental.blogspot.com

Copla morala:

Navalmoral de la Mata
es un pueblo de primera
que tiene por monumento
a la Piedra Caballera.


Las estrellas de seis puntas de Sierra de Gata

La comarca de Sierra de Gata, la última por el occidente del norte extremeño, limítrofe con Portugal, la cual hemos traído en más de una ocasión a Iberia Mágica y a la que emprenderemos viaje en breve, con la intención de traer más cosas que contar de ella, es nuestra protagonista de hoy. El más conocido de sus símbolos, según se dice de origen prerromano, es la estrella de seis puntas, que se suele colocar en las fachadas de las casas o en los dinteles de las puertas. En la creencia popular contemporánea, muchos vecinos piensan que representa a la flor del olivo, pero pensamos que su significado puede ser mucho más profundo, de tinte mágico. Así se dice que puede tener un fin protector de las casas, incluso ser una representación astral o, más bien, solar. Existen, incluso, interpretaciones o especulaciones mucho más aventuradas, pero no carentes de interés, que afirman ser una representación del propio Monte Jálama, la montaña sagrada por excelencia de la comarca, consagrada al dios Salamati -Xalamati- o Salama -Xalama-, del que toma el nombre la propia montaña y a la que ya dedicamos ficha hace tiempo en esta web. Algunos le otorgan naturaleza femenina a esta divinidad, que dicen ser la Diosa de las aguas y cuya morada, la cumbre del monte Jálama, reparte su agua por cada una de sus seis vertientes, las mismas de la estrella de seis puntas típica de Sierra de Gata o de la flor sexpétala.
Es muy similar a otras de otros lugares, como la famosa de la región de Padania, al norte de Italia, que popularizó el partido político de la Liga Norte.
Existe otra interpretación que la empareja con la huella que los judíos dejaron en la Península Ibérica, en concreto, con la Estrella de David, debido a que toda la zona del norte de Extremadura, fue el lugar por donde gran cantidad de judíos abandonaron el reino de los Reyes Católicos, tras su expulsión, camino de Portugal, con lo que es posible, según afirman los que se adhieren a esta postura, que muchos de ellos no llegaran a adentrarse en Portugal y se establecieran en estas tierras que conforman la comarca de Sierra de Gata dejando manifestando esa simbología en las puertas de sus casas. Si bien encuentra cierto parecido, no nos parece que encuentre su origen en este símbolo judío.
Nos encontramos, por tanto, ante un símbolo muy enigmático, pues, como se ve, son muchas las hipótesis existentes sobre su origen. Nosotros, sin desdeñar ninguna de las otras, nos decantamos por el origen prerromano de este icono de los pueblos de Sierra de Gata.

Balcón de hierro forjado con la representación de la estrella de seis puntas en Cilleros - cilleros.blogspot.com

*Fuente:  Jesús Carlos Rodríguez, "Simbología prerromana en la arquitectura tradicional de la Sierra de Gata"

En la arquitectura tradicional de la Sierra de Gata, en las fachadas de las casas y en otros elementos arquitectónicos, aparece representada una estrella de seis puntas insertada en un círculo. Debido a lo común de su presencia en la mayoría de los pueblos de esta comarca cacereña, se decidió a finales del siglo XX, en torno a la década de los 80, adoptarla como emblema de la Sierra de Gata. 

Para algunos representa a la flor del olivo, para muchos otros, este tipo de representaciones tiene un fin protector, motivo por el que aparecen en las fachadas de las casas con el objeto de ahuyentar los malos espíritus. Habiéndose heredado esta creencia de los antiguos pueblos prerromanos, en concreto de los celtas. Se trata de un hexagrama insertado en un círculo que representa al astro Sol, el cual le transmite a esta representación un poder giratorio y protector, además de aportarle luz y calor.  


Comarca de Sierra de Gata

martes, 17 de marzo de 2015

Santuario del Castañuelo, Aracena

En el término municipial de Aracena, capital de la comarca de Sierra de Aracena, a la que da, por tanto, nombre, encontramos un ejemplo de santuario urbano céltico. Hablamos del santuario del poblado del Castañueño. Son casos atípicos en los que encontramos santuarios en la propia población o antiguo castro, pues éstos se situaban algo retirados de los poblamientos, siendo uno de los más conocidos el de Ulaca, en tierra de vettones. A pesar de ello, tampoco son pocos los casos conocidos de santurios urbanos, ya sea en la Iberia prerromana del I milenio a. C. de zona céltica o de zona íbera. En este caso nos encontramos en la antigua Beturia, de clara influencia céltica.
El yacimiento también posee un buen número de enterramientos en cistas de la Edad del Bronce, por lo que el poblado ya fue ocupado con anterioridad a la Edad del Hierro.

Poblado del Castañueño - Foto: turismosierradearacena.com

*Fuente: huelvapedia.wikanda.es

El yacimiento arqueológico del Castañuelo se compone de dos asentamientos superpuestos de cronología y culturas diferentes. Por una parte se encuentra una necrópolis de cistas y un posible hábitat, asociado a este espacio funerario y documentado gracias fundamentalmente al material disperso, ambos datados en la segunda mitad del II milenio a.n.e. También se ha localizado un poblado de la II Edad del Hierro, que ha servido de argumentación arqueológica para la denominada Baeturia Céltica citada por los autores grecolatinos. Como complemento a estos espacios, se encuentra la zona conocida como el Santuario donde la secuencia arqueológica es mucho más amplia.
Los primeros trabajos arqueológicos realizados en El Castañuelo se centraron en los enterramientos en cistas, definiéndose esta necrópolis como una de las más representativas del suroeste peninsular. Ésta se encuentra dividida en dos sectores, el primero ubicado al este del cerro donde se localiza el poblado, y el segundo justo en el lado opuesto, al oeste.
Esta necrópolis se caracteriza por su abundante número de tumbas, la mayoría con unas dimensiones medias para este tipo de enterramientos, mientras que hay una en particular que destaca por su extensión. Por otro lado, la homogeneidad es la norma general en estas cistas, que presentan planta rectangular o trapezoidal, y se realizan excavando una fosa en el suelo que posteriormente se recubre mediante lajas de pizarra.

Entre los materiales que se han documentado en la necrópolis como ajuar funerario destaca la presencia de tres tutuli de oro, una contera triangular de plata, hachas planas de cobre y distintos tipos de vasos cerámicos, entre otros elementos.

Según las excavaciones la zona de hábitat relacionada con este espacio funerario se localizaría en el mismo lugar que el asentamiento de la II Edad del Hierro. Directamente relacionado con los dos espacios de hábitat citados y con la necrópolis se localiza un área, tradicionalmente conocida como el Santuario, con una amplia secuencia estratigráfica que arranca en el Calcolítico, pasando por la Edad del Bronce, época prerromana y romana. Otro punto de unión entre estas áreas estaría en la explotación de los recursos mineros y su tratamiento metalúrgico.


viernes, 13 de marzo de 2015

La Ermita del alcornoque, Las Batuecas-La Alberca

Volvemos a Las Batuecas, tal y como prometimos, y volveremos en más ocasiones, pues son muchas las manifestaciones rupestres allí existentes, de las que hemos dado cuenta, hasta el momento, sólo de unas pocas. Pero hoy no volvemos para hablar de otro panel de pinturas prehistóricas, sino de la existencia, en siglos pasados, de una ermita, de las distintas existentes, conocida como la Ermita del Alcornoque. El nombre nos pone sobre la pista de su naturaleza, pues este eremitorio se encontraba en el interior de un alcornoque ya desaparecido. Según las fuentes, se cree se creó en el siglo XVII, por lo que, ni la época, ni la religión en cuestión, forman parte de la temática del blog, pero, sin embargo, si nos paramos a analizar, vemos algunos claros elementos de sincretismo que nos han hecho creer interesante hacer esta mención. En primer lugar, hay un claro elemento de culto alrededor de un árbol. Pudiera ser un uso circunstancial, ante la abertura en un grueso tronco de alcornoque, al modo que se puede usar, también como eremitorio, una cueva o abrigo, pero ya sabemos que los árboles, al igual que las propias cuevas, han tenido siempre un gran contenido cultual ancestral e iniciático. Se dice, además, que encima de la puerta había una calavera humana y dos tibias cruzadas, con el alto contenido simbólico que encierra dicha representación ósea. Esta costrumbre, que de entrada nos recuerda a los cráneos de las cabezas cortadas célticas, nos transmite el mensaje de la fugacidad de la vida, como bien indica la leyenda que le acompañaba de Morituro Satis. Se dice que esta representación se ha dado en muy distintas culturas, desde la maya a, por ejemplo, la de los etruscos y ha sido el símbolo de muy variadas organizaciones, desde los piratas, a los masones, por ejemplo.

Ilustración del siglo XIX de la desaparecida Ermita del Alcornoque de Batuecas

*Fuente: Miguel Ramos Romero, "Las Batuecas y Las Hurdes" (1995)

Al otro lado del arroyo Carabo, donde se eleva un ciprés, están los restos de la chimenea que sirvió de cocina a la ermita del Alcornoque; la más celebrada y famosa de todas las ermitas de Batuecas.
[...] El Padre Francisco de la Cruz nos da su impresión sobr esta ermita: "Abrí la puerta, que era una estera doblada, y las manos me servían de pies para entrar en ella...Allí no se puede estar sino es medio echado. Hallé una tabla con una piel de cabra y media manta, una cruz, una calavera, dos libros y el breviario, un pedazo de corcho, que cubría un cilicio muy riguroso y una disciplina llena de rallos y otra cadena con puntas de acero. En el árbol había un agujero, por el que entraba la luz, una cuerda tiraba de una campana que estaba colgada en el mismo árbol, el cual era verde y servía para corresponder con ella, cuando la campana mayor del convento sonaba, así de día como de noche. Delante de la puerta había un portalillo y encima un cráneo humano y dos huesos cruzados e incrustrados en el tronco. En la puerta de entrada se leían estas sublimes palabras: MORITURO SATIS: para quien ha de morir..." 

A pesar de que el valle de Batuecas administrativamente se incluye en La Alberca (Salamanca), incluimos el mapa de Las Hurdes, pues es geográficamente a esta comarca a la que pertenece.

miércoles, 11 de marzo de 2015

Petroglifos y megalitos en monte Penide o Mirallo, Redondela

Galicia está repleta de lugares y enclaves que fueron sagrados desde tiempos inmemoriales; pero sobre todo destacan muchos montes sacralizados de, entre los cuales, ya hemos ido dando cuenta por aquí de algunos de ellos durante los casi seis años que tiene esta página. Hoy nos acercamos a uno más, al Monte Penide o Mirallo, como también se le conoce, en el concello de Redondela. El monte, entre las parroquias de Caveiro, Negros, Cedeira, Trasmañó y Chapela, se encuentra a unos 400 metros de altitud sobre el nivel del mar y, en sus faldas, existe uno de los conjuntos prehistóricos más importante de Galicia, que ya es decir. El conjunto está formado por cerca del medio centenar de túmulos funerarios, de entre los cuales la Mámoa do Rei es la única que se encuentra recuperada. La vista de la ría de Vigo es espectacular desde este monte. Las datación de las evidencias de este monte van desde el Neolítico hasta el final de la Edad del Bronce, ya comenzando el primer milenio a. C, lo que nos muestra la gran importancia simbólica que ostentó este monte durante un largo periodo.

Mámoa do Rei - Foto: Lansbricae, Wikipedia
Petroglifo en Monte Penide - Foto: viasatlanticas.depo.es

martes, 10 de marzo de 2015

La Olma de Colmenar, Colmenar del Arroyo

Volvemos a traer un árbol emblemático, un árbol, además, de concejo, en este caso, pues bajo él se celebraron las reuniones vecinales, asamblearias y horizontales, que tanto reivindicamos por aquí como ejercicio de verdadera democracia y no a lo que llaman como tal. Aunque hablamos de un árbol que ya no existe, La Olma de Colmenar del Arroyo. Tras "un aire", en expresión del propio pueblo, en 1978, La Olma de Colmenar del Arroyo se derrumbó, sin dañar a nadie, pues fue de madrugada, con lo que hasta en eso fue muy buena, como dicen los vecinos. Fue una gran pérdida, que los vecinos de Colmenar lloraron, pues casi cinco siglos le contemplaban. Ese es el respeto que las gentes del campo de antaño (y no tan de antaño, pues no se llega aún a los cuarenta años de su pérdida), tenían por la Naturaleza, los bosques y los ejemplares arbóreos como esta Olma, a la que los propios colmenareños y colmenareñas, otorgaron el género femenino como si de una madre se tratara. Alrededor de la propia Olma se construyó una grada, donde el propio pueblo se reunió, en tiempos, en concejo, y, donde todos, niños, jóvenes y ancianos se sentaban a su sombra, naciendo, incluso, bajo sus ramas, muchos amoríos.
Hace unos días le dedicaron un monográfico en el programa radiofónico El Bosque Habitado, por el cual la hemos conocido. Pero dejemos que el cronista de este árbol, el colmenareño Francisco Otero, nos cuente.

Foto: colmenardelarroyo.es

*Fuente: Francisco Otero, colmenardelarroyo.es

El 18 de Octubre de 1978 un aire se llevó la olma por delante, todos los colmenareños ancianos, jóvenes y niños lloraban a los pies porque la olma se había caído. El corazón de la olma se dividió en pedazos y cada una de las familias de Colmenar del Arroyo guardó en sus casas parte de ella como recuerdo.
Poco después la vieja Olma fue quemada y sus cenizas formaron parte del aire que envuelve a Colmenar. Hay veces que el viento trae el aroma que dejó al morir por el fuego, recordando a los Colmenareños la grandeza y el esplendor de su Olma.
En el centro de la Plaza, los Colmenareños plantaron un olmo (olma según algunos entendidos). Creció rápidamente, haciéndose en pocos años, un árbol corpulento hasta el punto que sus ramas llegaron a cubrir casi toda la Plaza, se ha oído decir que una de sus ramas llegaba hasta la torre de la Iglesia.
A principios del Siglo XVI, los vecinos se reunían en concejo bajo el olmo, a tañido de campana. Para esto se hicieron las gradillas en piedra que circundan el árbol el árbol. La Olma fue testigo de cinco Siglos de la Historia de Colmenar del Arroyo, de los secretos contados bajo ella, de los amores de los Colmenareños, de las decisiones de Gobierno…
En su mismo lugar se plantó otra olma secándose poco tiempo después…al igual que le ocurrió a la siguiente, la tercera, que parecía ser la sucesora de la olma que tanto hemos querido, se ha vuelto a secar hace apenas unos meses.


lunes, 9 de marzo de 2015

Cabaña del Bronce del Cerro del Bu y la alimentación con bellota, Toledo

En una reciente visita al yacimiento arqueológico del cerro del Bu de Toledo, donde explican sus distintas ocupaciones (durante la Edad del Bronce y la época islámica), pudimos contemplar esta cabaña de la Edad del Bronce, donde, de una forma bastante simplista, explican la alimentación humana con bellota que se produjo en dicho yacimiento, pues, en la misma, se ha documentado la molienda de bellota.
No queremos faltar al respecto de esta amable arqueóloga que nos explicó excelentemente el yacimiento, sino al desconocimiento existente sobre la alimentación con este fruto silvestre y a la demonización o estigmatización que se ha llevado acabo con su consumo humano.
Desde aquí reivindicamos a la bellota, ya sea de encina o de roble, como un valioso alimento, totalmente abandonado, cuando produce, sin cultivar, millones de kilos al año. La estigmatización que sufrió la misma ha sido totalmente infundido por el Estado, pues desde Roma para acá, se dio pie a la generalización del cereal sobre él y otros frutos silvestres, con claros motivos de dominación, pues no interesa la autonomía alimenticia, sino el sometimiento a la propiedad de la tierra y al trabajo esclavo, en tiempos, o asalariado actualmente, que requiere el cultivo del cereal, además de la dependencia que éste produce, pues se cultiva en suelo privado y no silvestre, a pesar de que hoy en día, gran parte de los bosques de encina y de roble, se encuentren en territorio privado al común de la gente, ya sea en terreno "público" gestionado por los distintos entes administrativos y ajeno al control del pueblo, o en suelo privado. Uno de los fines de las desamortizaciones civiles fue, por tanto, hacernos dependientes del Estado y demás entes creados a su amparo, robando gran parte del comunal que contenía millones de hectáreas de encinares, robledales y más bosques productores de multitud de alimentos, con la consiguiente pérdida de libertad, además del expolio, que ello produjo.





La Sagra y la diosa Ceres

Investigando la comarca natural e histórica castellana de La Sagra, situada entre las actuales provincias de Toledo y Madrid, aunque abarcando mucho mayor ámbito territorial de la primera, hemos descubierto una vinculación o hipótesis que relaciona el origen etimológico del nombre de esta comarca con la palabra romana sacra -Sagrado/a-, además de con la diosa romana de la agricultura y de la fecundidad, la diosa Ceres. Ceres proviene del protoindoeuropeo ker, que significa 'crecer' o 'crear', y en los campos arcillosos de La Sagra, desde tiempos romanos, casi siempre creció el cereal de forma abundante. También se dice que La Sagra procedería del árabe "al-Saqra", que significa campo cultivado, no andando lejos, por tanto, un significado de otro. Aunque la vinculación de este nombre bien pudiera estar emparentado, como se afirma, con la famosa y bella Puerta de Bisagra de la ciudad de Toledo, pues justo marca el límite entre la ciudad de Toledo, por donde se entraba, y los campos que se extienden al norte de esta puerta, los cuales conforman lo que se conoce como La Sagra. Pero dejemos que sea la propia Wikipedia quien nos cuente.

Puerta Antigua de Bisagra o de Alfonso VI - Foto: Daderot, Wikipedia

*Fuente: Wikipedia

El término "La Sagra" procede del árabe "al-Saqra" que significa "campo cultivado"; está etimológicamente emparentado con la Puerta Antigua de Bisagra de la ciudad de Toledo. Según parece los romanos llamaban a esta salida Puerta de Vía Sacra, en memoria de una de las principales calles de Roma llamada Vía Sacra, en ambos casos tanto la puerta como la calle conducían a tierras fértiles en pan, y por eso estas tierras estaban consagradas a la diosa Ceres, diosa de las mieses también conocida por Sacra Cerens.1 El historiador del siglo XVI Pedro de Alcocer, relaciona claramente el origen del nombre de La Sagra con la divinidad romana, suponiendo que Sacra Cereris vendría a significar La Sagra de los cereales y que por ello, esta comarca llevaría el apelativo de la diosa Ceres.2 Posteriormente los árabes la rebautizarían como "Bib-xacra" (Puerta de La Sagra), que significa "puerta del campo"; y los mozarabes la denominarían "Bab Charca" (Puerta Bermeja), por el color rojizo de las tierras sagreñas.


sábado, 7 de marzo de 2015

El Carnaval Jurdano - 15/02/2015 - La Rebollosa y Riomalo de Abajo

Hace menos de un mes pudimos disfrutar, por segunda vez, del Carnaval Hurdano, o Jurdano, como se le denomina en su propio dialecto asturleonés. Este año le tocaba el turno a la alquería de Riomalo de Abajo, en el concejo de Caminomorisco, pero los antruejos comenzaron en La Rebollosa, una pedanía del municipio salmantino de Herguijuela de la Sierra. La Rebollosa, aunque administrativamente perteneciente a la provincia de Salamanca, geográfica y culturalmente pertenece a la comarca de Las Hurdes y, como tal, fue reivindicada en los festejos. Tras el pasacalles matinal y la degustación del aguardiente "de la sierra" y dulces, todo el festejo se trasladó a la cercana alquería de Riomalo de Abajo, donde continuó la celebración carnavalera durante el resto de la jornada. En cuanto al significado, en sí, nos remitimos a la descripción del año pasado. Únicamente recordar que, tristemente para él y para todas las mozas y no tan mozas hurdanas, el Don Carnal particular de Las Hurdes, el Tíu Morcillu, volvió a verse desprendido de sus grandes atributos y acabó, un año más, en la hoguera. La Primavera ya se asomaba a estos bellos valles hurdanos, siendo estas fiestas de antruejo no otra cosa que la celebración de la llegada de la misma. Ilustramos la ficha con distinto material gráfico de esta bella jornada en una tierra que siempre fue alegre, por mucho que la maquinaria propagandística nos haya contado lo contrario.
Para el próximo carnaval espera la alquería de Horcajo, en el valle del Esperabán, concejo de Pinofranqueado.

La Rebollosa. Aquí empezaba el Carnaval Jurdano 2015 - Foto: Iberia Mágica

Plaza de Riomalo de Abajo - Foto: Iberia Mágica
Pasacalles en La Rebollosa - Foto: Iberia Mágica
El Tíu Morcillo paseado por La Rebollosa - Foto: Iberia Mágica
El Tíu Morcillu en su día de "gloria" - Foto: Iberia Mágica
La corrobra carnavalera se congrega por la mañana en La Rebollosa - Foto: Iberia Mágica 
La toma del aguardiente y los dulces - Foto: Iberia Mágica
Plaza de Riomalo de Abajo - Foto: Iberia Mágica





domingo, 1 de marzo de 2015

Cazoletas y altar rupestre en el Canchal de la Rubia, Santibáñez el Bajo

Seguimos tras las pesquisas de Félix Barroso alrededor de las huellas de nuestros antepasados prehistóricos por Tierras de Granadilla, en concreto, en su propio municipio de Santibáñez el Bajo. Allí se encuentra el Canchal de la Rubia, lugar donde han aparecido hachas de piedra pulimentada, y en cuyo alrededor existen piedras con cazoletas y lo que parece, a todas luces, un altar rupestre con escalones artificiales tallados y cazoletas en su parte superior. Este canchal está asociado a un poblamiento prerromano muy cercano, que posteriormente fue romanizado.
Las fotos con las que le ilustramos la ficha fueron realizadas ayer mismo.

Altar rupestre - Foto: Félix Barroso Gutiérrez

*Fuente: Félix Barroso Gutiérrez

Parajes de el Canchal de la Rubia, donde se observan diversas huellas prehistóricas. En el peñasco que lleva tal nombre se descubrió en su día un depósito de hachas de piedra pulimentadas de diferentes tamaños. Muy cerca del canchal, nos encontramos con otro risco granítico donde se aprecian varias cazoletas. También se puede ver un signo cruciforme (es difícil apreciarlo, dada la abundancia de musgo y líquenes). Tal vez se grabó como signo de cristianización, cuando el dogma signó cruces en todo hito que consideraba pagano. También vemos otra peña, donde se esculpieron escalones en dos de sus caras, al objeto de ascender a lo alto, donde se observa una pequeña plataforma, al modo de altar, y otras cazoletas más arriba. La espesura de los líquenes le restan calidad a la foto y no se aprecian bien los detalles. Otras fotos muestran las lajas de algunas tumbas que aparecieron, según nos comentaron, por los años 70 del pasado siglo, al plantar olivos en tierras que siempre se destinaron a la siembra de cereales. Algunas de estas lajas fueron aprovechadas para las jambas, el dintel y soportes de vasares de una caseta que se construyó por aquellos años. Se muestra, en otra foto, un enterramiento rectangular, que apareció no hace muchos años al realizar labores de arada. Vemos, igualmente, un fragmento granítico de un molino naviforme o barquiforme, encontrado muy cerca de la necrópolis, así como una foto en la que se muestra una pesa de red, fabricada con un canto rodado y que sigue la pauta de aquellas que adoptan forma de 8 y muy usadas en épocas calcolíticas. Finalmente, se presenta una panorámica del tramo de la Rivera del Bronco que linda con estos terrenos y una enorme peña resquebrajada en su mitad, posiblemente por un rayo y que parece sacralizada, al haberse encajado a propio intento numerosas piedras de cuarcita en la propia ranura. A escasos metros de estos vestigios, se encuentra el llamado "Molino Andrés" y muy cerca un "viero"o "vieiro", posiblemente romano, para explotar el oro arrastrado por las aguas, pero de esto ya hablaremos en otra ocasión. Las fotos se han obtenido esta misma tarde (28/02/2015).

Cazoletas junto al Canchal de la Rubia - Foto: Félix Barroso Gutiérrez



 
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