martes, 16 de septiembre de 2014

Dolmen de Mazariegos, Mecerreyes

Gracias a nuestro gran amigo, Daniel Salmador Hernández, componente, como ya dijimos, de Kéltika Hispanna, grupo que trata de recuperar el espíritu musical de nuestros antepasados prerromanos ibéricos, principalmente en su ámbito celta -vettón-, hemos conocido la existencia de este dolmen: el Dolmen de Mazariegos. Se encuentra en en el término municipal de Mecerreyes, en la comarca burgalesa de Arlanza, en el camino que une Cubillejo de Lara y Mazariegos, más cerca de este último, ya despoblado, de ahí que tome su nombre, encuadrándose dentro de los denominados sepulcros de corredor, por estar constituido por una cámara funeraria y un corredor de acceso. Entre el ajuar hallado en él destacan objetos de piedra, hueso y cerámica, además de armas, herramientas, adornos personales y algunos elementos rituales y votivos, según se dice, sin más detalle en relación a estos últimos objetos. El hallazgo más importante, dentro del ajuar, lo constituye un brazalete cuyo material se obtuvo de una concha de glycymeris. El origen mediterráneo de estas conchas constituyen una prueba de los contactos existentes entre la costa levantina y el interior de la Meseta, en su parte oriental al menos, durante la segunda mitad del IV Milenio, periodo en el que está datado este dolmen. Esto en cuanto al ajuar, pero por encima de todo, en este dolmen destaca el panel de grabados existentes en uno de sus ortostatos, en concreto, en el más cercano a la cámara, de la parte derecha del corredor. Hay representados cuadrúpedos, en concreto lo que dicen ser un asno y un caballo, un ramiforme o pectiniforme -de forma dentada o de peine (se dice también puede ser la representación de la lluvia o de surcos en la tierra)- y un soliforme.

Grabados - Salvador Alonso de Martín

*Fuente: Wikipedia (texto basado en el estudio "En torno al origen del foco megalítico del oriente de la Meseta: De nuevo el sepulcro de Cubillejo de Lara" de Germán Delibes de Castro y Manuel Rojo Guerra.

Especial importancia tiene el panel de grabados que aparece en uno de los ortostatos del corredor del sepulcro de Mazariegos; concretamente en el más cercano a la entrada de la cámara y en la pared derecha. Las figuras representan esquemáticamente dos cuadrúpedos (caballos, asnos...), un signo ramiforme horizontal o pectiniforme doble (lluvia, algún tipo de cuenta, surcos en la tierra a ambos lados de un río...) y un círculo o soliforme (luna, sol) casi imperceptible; conjunto que algunos interpretan como símbolo de la fecundidad. ¿Qué preocupaba a estos pueblos en vida y qué podía preocuparles más allá de la muerte? Sobrevivir. ¿Cómo lo hacían? Como lo han hecho multitud de pueblos durante milenios: mediante la agricultura y la ganadería. Y ahí están representados: el ganado y la tierra. Grabados propiciatorios relacionados quizás con algún ritual que asegurase la protección del ganado y la fertilidad de las tierras cultivadas. Confluyen pues, hipótesis y motivos mágico-religiosos por un lado y los puramente utilitarios y supersticiosos que se suponen a estas poblaciones por otro. Y aunque no se puede asegurar la coetaneidad de los grabados con la erección del monumento, se ha utilizado como referencia para otras artes: pintura levantina y arte esquemático.  


Vista general del dolmen - Salvador Alonso de Martín

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