viernes, 18 de diciembre de 2009

El Ara Solis de Finisterre

Hoy buscamos, de nuevo, el fin de la tierra, peregrinación de la que ya hablamos por aquí cuando buscamos los orígenes del llamado Camino de Santiago en la Era católica. Existe una curiosa leyenda con el conquistador de la antigua Gallaecia, Décimo Junio Bruto, como protagonista, algo similar al Sol cuando se ponía en el océano contemplado desde el Promontorio Sacro -actual Cabo de San Vicente-, dónde éste chirriaba al adentrarse en las profundas aguas, según la creencia. Pues bien, aquí lo que Décimo Junio Bruto vió, fue una llamarada del astro al ponerse sobre el mismo océano. Adentrándonos en el tema de hoy, en el monte del Cabo de Finisterre, se dice estaba El Ara Solis, un altar de culto al Sol, que bien pudo ser el punto de destino de esas largas peregrinaciones en busca del Fin de la Tierra.

















Se puede mencionar un párrafo de Lucio Anneo Floro, de finales del S. I, en el que afirma que Décimo Junio Bruto, tras recorrer toda la costa del Océano como vencedor, no regresó hasta contemplar, no sin cierto horror y miedo de cometer un sacrilegio, como el sol se precipitaba en el mar y una llamarada salía de las aguas. Este espectáculo lo pudo haber visto desde el Monte del Cabo de Finisterre. Según cuenta la tradición que en este monte los romanos encontraron un altar al sol (Ara Solis) construido ahí por los pueblos que habitaron estas tierras antes de la romanización. En este monte se encuentran los restos arqueológicos de Vilar Vello que aún no han sido excavados ni estudiados, así como la ermita de San Guillermo muy relacionada con la cristianización de unos lugares paganos destinados a los ritos de la fertilidad.
(Wikipedia)

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