viernes, 22 de noviembre de 2013

El caldero del Castro de Besomaño, Besomaño-Ribadumia

Ayer nos encontramos con esta magnífica noticia en Céltica Hispana, la aparición de un caldero ritual -al menos se cree que cumplía esa función- de bronce en el Castro de Besomaño, en el concello de Ribadumia, en la comarca de El Salnés. Este humilde "caldero de Gundestrup", salvando la distancias, no ya geográficas, sino también estilísticas, no deja de tener su gran importancia, siendo la pieza más valiosa de las 140.000 halladas -ahí es nada- en este poblamiento.
Se encontró totalmente aplastado, con lo que se cree se escondió por su valor material -el bronce era muy valorado en aquel periodo- y no, por tanto, por el valor simbólico que pudo tener para la comunidad humana a la que perteneció. Aunque, tal y como he leído en Wicca Celtíbera, en un artículo con mucho rigor y coherencia, esa es una conclusión sacada de la mentalidad material de la sociedad burguesa vigente, donde todo tiene un precio monetario y todo parece responder a una motivación económica, aniquilando, por completo, el sentido espiritual de los objetos y de la vida misma.

Caldero - farodevigo.es

*Fuente: farodevigo.es. Antonio Touriño | O. Salnés 17.11.2013

Un valioso caldero de bronce de la época castrexa, de uso ritual y único que se ha encontrado entero en Galicia, totalmente decorada con remaches, de unos 45 centímetros de altura y unos cinco kilos de peso, aplastado y meticulosamente escondido acaba de ser encontrado en el Castro de Besomaño, en Leiro. Se trata de una pieza única por su completa conservación pues en otros yacimientos se han localizado fragmentos de este tipo de recipientes, que en la época valían una verdadera fortuna para su poseedor.

La pieza, puede ser la más importante de entre las 140.000 que se han encontrado en este poblado, pues permitirá a los historiadores y estudiosos conocer este tipo de recipientes que se empleaban en ceremonias importantes.
El hallazgo es demasiado reciente por lo que todavía no se ha podido realizar un estudio detallado del mismo, aunque se parte de que se trata de un objeto muy importante que se empleaba en ocasiones muy especiales, generalmente en fiestas o ceremonias.
Rafael Rodríguez, arqueólogo que dirige la excavación, confirma que se trata de un objeto de un enorme valor, ya que es representativo de la actividad típicamente castrexa.

A vuela pluma se observa que se trata de una pieza completa de bronce y remachada en toda su superficie. Pero apareció totalmente aplastada para que ocupara el menor espacio posible y perfectamente enterrada y oculta para preservarla de robos y el expolio.
Ahora, la olla -similar a la marmita que usaba Panorámix para sus pócimas- está en manos de los restauradores, quienes a sabiendas de las dificultades que se encontrarán a la hora de recobrar la forma original del caldero, pues fue machacado a propósito por lo que puede romper en el caso de intentar reabrirlo.
Y es que precisamente, los antiguos pobladores castrexos guardaban con gran celo el bronce, uno de los metales a los que daban mayor valor. Explica Rafael Rodríguez que el caldero estaba muy escondido, enterrado bajo tierra, porque representaba un buen capital, como hoy sería el oro.
Pero quedan todavía muchas incógnitas por despejar sobre la importancia de este enorme caldero ya que en el supuesto de que estuviera grabado y no solo remachado tendría muchísimo más interés para los estudiosos.

Castro de Besomaño - fotolog.com

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