Hemos tratado de encontrar información sobre la Cueva a la que se refirió el autor George Borrow, pero nada hemos encontrado, con lo que pedimos -y agradecemos- la colaboración de cualquier persona que nos pudiera dar alguna información en los comentarios de esta ficha sobre la cueva a la que se hace mención en las siguientes líneas.
El Peñón de Gibraltar, con África al fondo - Foto: lonelyplanet.com |
Fuente: La Biblia en España - George Borrow
Existen muchas cuevas naturales, tan viejas como la misma tierra donde habitamos, que sin embargo demuestran indicios de que el hombre las ha variado en parte y que más o menos han sido modificadas por su poder. No así la cueva de Gibraltar, porque, a juzgar por su apariencia, no existe el más ligero motivo para suponer que sirvió nunca para otra cosa que para guarida de aves nocturnas, reptiles y animales de presa. Algunos han asegurado que en tiempos paganos fue utilizada como templo del dios Hércules, quien según la antigua tradición levantó la extraña masa de rocas denominada Gibraltar y la montaña que hay enfrente, en las costas africanas, como columnas que anunciarían a todas las épocas futuras que él había estado allí y no había avanzado más. Baste con observar que en el interior de la cueva no existe nada que pudiera confirmar esta opinión, ni siquiera una plataforma donde hubiera estado un altar, sólo un angosto paso que conduce hasta la cumbre de la montaña.
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