martes, 24 de enero de 2012

Templo íbero en el Tossal de la Cala, Benidorm

Hoy nos acercamos a un yacimiento arqueológico tristemente sepultado en gran parte por la presión urbanística sufrida en la localidad de Benidorm. En el Tossal de la Cala existió un poblamiento íbero con un templo en la parte alta que se cree hizo las funciones de faro en la Antigüedad. Se interpretó como santuario la parte alta del tossal porque fue ahí donde se descubrió la pieza más importante de este yacimiento, una representación de la diosa Tanit. Una vez más nos percatamos de la gran mezcolanza existente entre lo íbero y lo púnico o más bien podríamos decir la gran influencia que lo púnico tuvo en la cultura mediterránea y del sur peninsulares para configurar lo que conocemos como cultura íbera o pueblo de los íberos, sin menospreciar tampoco la influencia helena, aunque esta fue menor. Hablando de la diosa en cuestión, diremos que fue la divinidad más importante del panteón cartaginés, un equivalente a la Astarté fenicia, estando asociada a la Luna y a la fertilidad.

















*Fuente: información del Museo Arqueológico de Alicante

Hace ya milenios, el santuario que los íberos habían alzado en el Tossal de la Cala para venerar a la diosa Tanit servía también como faro para guiar a los barcos que navegaban por las oscuras aguas del Mediterráneo.Precisamente por contar con un templo en su cima, el yacimiento arqueológico que tanto siglos después guarda aquella prodigiosa memoria es uno de los cuatro o cinco más importantes de la ribera mediterránea”.[...]Situado sobre un promontorio junto a la desembocadura del barranco que se dirige hacia la Cala de Finestrat, al oeste de la actual ciudad de Benidorm, el yacimiento del Tossal de la Cala es conocido desde los años 40 del siglo XX, momento en el que se desarrollaron las primeras campañas de excavación de manos de José Belda.A partir de estos trabajos y de posteriores intervenciones se conoce la existencia de un poblado en ladera conformado por varias calles y estancias adosadas entre sí, que se adaptan a la ladera del cerro. El material obtenido en todas estas excavaciones, básicamente cerámica ibérica y romana y objetos de terracota y de metal (anzuelos, clavos, monedas), indica una cronología de los siglos II y I a. C., pese a conocerse piezas más antiguas.El análisis del conjunto parece indicar que sería un poblado de carácter industrial y sobre todo comercial, dada su proximidad al mar y el importante beneficio que proporcionaría a sus habitantes los contactos con diversas culturas, fundamentalmente la romana, que podría establecerse allí tras la conquista de la región.En la actualidad, la intensa explotación turística del lugar impide distinguir con claridad la estructura del yacimiento y gran parte de los materiales recuperados se conservan en el Museo Arqueológico de Alicante-MARQ.

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