lunes, 23 de febrero de 2015

La Cueva y el Canchal del Cristo, La Alberca

Hoy y en las próximas fechas continuaremos trayendo testimonios de los distintos paneles de pinturas rupestres del valle de Batuecas. Comenzamos la semana pasada con el que es el grupo más conocido, el Canchal de las Cabras Pintadas, el cual, en su momento, fue estudiado por los mismísimos Henri Breuil -conocido como Abate Breuil- y Juan Cabré. Henri Breuil posteriormente fue estudiando otros muchos canchales, como el que hoy traemos, el Canchal del Cristo. Éste es el de mayor número de pinturas simbólicas y esquemáticas, conteniendo distintos símbolos solares y escaleriformes que aparecen en la ilustración que a continuación aportamos. Volvemos a situar como plano geográfico de pertenencia el de la comarca de Las Hurdes, pues entendemos que el valle de Batuecas pertenece a esta comarca, independientemente de la división administrativa vigente que lo sitúa en la provincia de Salamanca, dentro del municipio de La Alberca.

Recreación pinturas del Canchal del Cristo - Foto: "Las Batuecas y Las Hurdes" (1995)


*Fuente: Miguel Ramos Romero, "Las Batuecas y Las Hurdes" (1995).

La cueva alberga numerosas representaciones esquemáticas consistentes en puntos y barras, que al alinearse o unirse, forman figuras; también hay círculos con rayos, a modo de soles; figuras pectiformes, escaleras, etc. La representaciones más antiguas son de color marrón oscuro, mientras que las más recientes, son de color rojo vivo. Encima de la cueva hay un refugio, en el que aparece una figura humana con los brazos extendidos. De esta figura toma el canchal el nombre de "El Cristo".
En un intento de cristianizar este templo del arte rupestre, los frailes del monasterio han colocado sobre las pinturas símbolos religiosos y carmelitanos. Las pinturas de esta cueva son las que presentan unos elementos esquemáticos y simbólicos más difíciles de interpretar. Los símbolos escaleriformes y solares, en la simbología tradicional tienen un sentido claro, mas, integrados en la complejidad de signos que forman el panel de estas pinturas, resultaría muy arriesgado intentar su explicación.


Canchal de la Cueva del Cristo - Foto: quetiempo.es



El Canchal del Rey, Santibáñez el Bajo

Félix Barroso es un habitual ya de este blog. En nuestras distintas fichas dedicadas a tradiciones y enclaves hurdanos hemos utilizado sus artículos como fuente, como gran antropólogo y conocedor que es de aquella bella y llena de vida comarca de Las Hurdes (el tinte tétrico que se le ha querido dar a aquella tierra, por tanto, no se ajusta a la realidad). Pero Félix, además, es un gran amante de la arqueología, lo que le ha llevado a patear cada uno de los rincones de su municipio, Santibáñez el Bajo, y otros muchos más de la comarca de Tierras de Granadilla y las vecinas Hurdes, dando a conocer lugares como el abrigo rocoso que hoy traemos: el Canchal del Rey. Este lugar fue un refugio calcolítico, donde han aparecido fragmentos de cerámica calcolítica, además de una piedra moledera y cuarcitas trabajadas. Pero lo que más llama la atención es una piedra hallada hace unos años, cuyo descubridor la dio a conocer a Félix y a sus acompañantes en estas búsquedas, la cual muestra unos curiosos grabados. Cierto es, en opinión propia, que parecen de factura muy posterior, pero, por el contexto en el que se han hallado, merecen la mayor de las atenciones de cara a esclarecer el auténtico origen de estos grabados. La piedra moledera, hallada en el lugar, hace creer que fuera un abrigo rupestre que cumpliera la función de habitación o refugio, aunque de ser propios de aquella época los grabados de la piedra mencionada, bien pudiera haber cumplido también dicho abrigo una función de culto, pues recuerda a ciertas plaquetas de arte mueble colocadas como ofrendas en covachas de este tipo; pero esto no deja de ser, no ya una mera especulación, sino una comparación con un tipo de arte y de culto de tiempos mucho más lejanos, como son los del Paleolítico. Las fotos, con las que ilustramos la ficha, fueron realizadas por Félix Barroso ayer mismo.

Fotos: Félix Barroso Gutiérrez


*Fuente: Félix Barroso Gutiérrez

Covacha o abrigo rocoso conocido como CANCHAL DEL REY. Debe este nombre, como se aprecia en la fotografía nº 4, a que visto a una prudencial distancia, semeja el corpachón de un rey: el bolo granítico de arriba vendría a ser la cabeza, y el resto el enorme cuerpo, que se nos antoja cubierto por un gran manto pétreo. Hemos colocado en primer plano, en la entrada a la covacha, una piedra moledera y unos fragmentos de cerámica calcolítica, que aparecieron dentro del abrigo. También hemos encontrado cuarcitas trabajadas. Ello nos confirma que esta covacha fue un refugio de gentes del Calcolítico o Edad del Cobre, hace unos 5000 años, aproximadamente. Las tres últimas fotos hacen mención a una piedra hallada hace ya años en la covacha. Según nos refirió la persona que la encontró, también apareció lo que él llamaba "un pucheru boquianchu" y "ótruh cáchuh cumu de tiéhtuh y de tinajónih". Esta piedra presenta unos curiosos grabados, cuya interpretación nos llevaría muchas páginas. Desde los canchos donde se encuentra la covacha, se divisa una enorme extensión de paisaje típicamente mediterráneo aunque con ciertas influencias atlánticas: cientos de encinas que conforman los llamados "ciérruh" o "cercáuh", que se acompañan por infinidad de especies arbustivas que forman el sotobosque. Todas estas panorámicas se extienden hasta la brega del río Alagón. Las fotos fueron obtenidas esta misma tarde. ¡Salud!.


Fotos: Félix Barroso Gutiérrez


sábado, 21 de febrero de 2015

Os Caretos de Podence, Podence-Macedo de Cavaleiros

Continuamos en Trás-os-Montes, el territorio, junto a las vecinas tierras zamoranas, con más manifestaciones en forma de mascaradas invernales. En concreto, acudimos a la freguesia de Podence, perteneciente al concejo -concelho- de Macedo de Cavaleiros, donde en Carnaval se pueden ver los conocidos como Caretos de Podence. En el texto que traemos, extraído de la propia página web oficial del festejo, se les califica como "imágenes diabólicas", pero tenemos que decir que, a diferencia del festejo anterior que hemos traído -el de Los Diablos de Vinhais-, los Caretos de Podence sí representan verdaderamente a la resurgiente Naturaleza, con sus vivos colores, tratando además, no de espantar cualquier atisbo de fertilidad, como hacían Los Diablos de Vinhais acompañando a Doña Cuaresma vestida de muerte, sino de despertarla con sus cencerros, como en tantos de estos festejos, aunque también es cierto que persiguen a las muchachas como aquéllos.

 
dourovalley.eu
*Fuente: dourovalley.eu

Los Caretos representan personajes diabólicos y misteriosos que todos los años, desde hace siglos que se pierden en el tiempo, salen a las fiestas de carnaval de Podence, en Macedo de Cavaleiros.
En estos días, todo es permitido al Careto. El hombre que se lleva el traje se vuelve misterioso y cambia por completo su comportamiento, al ser poseído por un poder trascendental. En esta tradición de raíces carnales y profanas, lo que verdaderamente mueve el Careto es tomar a las niñas con sus "traqueteo". Cuando ve una, corre a buscarla y, apoderándose de ella, se sacude los cencerros pegados a la cintura.


Los Diablos, Vinhais

Repetimos visita a Vinhais, en Trás-os-Montes. En su momento nos acercamos para hablar de un ara consagrado a Júpiter; hoy lo hacemos para dejar constancia de una manifestación de carnaval propia de esta población que, seguramente, encuentre sus raíces, con otra forma, en rituales y celebraciones invernales que ya se darían por aquí antes de la creación de dicha ara. Estamos hablando de Los Diablos, unos personajes que recorren las calles el miércoles de ceniza. Así, de este modo, su última aparición fue hace escasas 72 horas.
Los Diablos buscan jóvenes a las que "azotar", acompañados de Doña Cuaresma vestida de "Muerte", que resurge tras el fallecimiento de Don Carnal. Una vez más comprobamos el verdadero origen del carnaval, como fiesta invernal, donde la luz y las tinieblas siguen luchando y donde el inverno y el letargo de la Naturaleza se resisten ante el empuje de la Primavera que, poco a poco, va venciendo y con ello, despertando la propia Naturaleza. Las jóvenes mujeres son azotadas por Los Diablos, representantes de los espíritus malignos, pues serán éstas, las que igual que la Primavera, traerán la vida en forma de retoños.
Ilustramos la ficha con fotografías de Carlos González Ximénez, el más conocido fotógrafo de mascaradas invernales, y con unas breves palabras suyas sobre este festejo.

Fotos: Carlos González Ximénez

*Fuente: Carlos González Ximénez

Si algun día vais por Vinhais, acordaros no ir el "Miercoles de Ceniza"; ese día se llena de diablos el pueblo que buscan jóvenes(mujeres) a las que poder azotar. Es el principio de Doña Cuaresma, que con forma de muerte es acompañada por los diablos.



martes, 17 de febrero de 2015

El Canchal de las Cabras Pintadas de las Batuecas, La Alberca

En su momento hicimos una ficha genérica a las pinturas rupestres del Valle del río Batuecas. Este valle, como comentamos aquella vez, pertenece al municipio de La Alberca, en la provincia salmantina, pero geográficamente se encuentra encuadrado en la comarca de Las Hurdes y, como tal, es reivindicado por los amantes de la tierra y la cultura hurdanas, como se hizo, por ejemplo, en el recientemente celebrado Carnaval Jurdano, al que pudimos asistir, celebrado este año en La Rebollosa -una aldea ciertamente hurdana, pero, también, al igual que el valle del Batuecas, incluida en tierra salmantina- y en Riomalo de Abajo. Y nos acercamos de nuevo, pues el conjunto de pinturas más importante merecía su propia ficha: El Canchal de las Cabras Pintadas. Tras dejar atrás el Monasterio de Batuecas -Santo Desierto de San José de las Batuecas-, remontando el río Batuecas, en un valle precioso, donde pudimos contemplar magníficos tejos, nos encontramos con una pared rocosa totalmente vertical, donde nuestros antepasados prehistóricos plasmaron su visión en forma de animales, principalmente cabras, pero también abstractos antropomorfos, lo que parece la figura de un perro o, incluso, unas rayitas verticales que a mí me parecieron estar representando la lluvia, tan abundante, durante bastantes meses, en estos valles. Pero eso sólo lo saben sus propios creadores.


Las pinturas se aprecian con dificultad. Éstas son dos de las fotografías que pudimos tomar - Fotos: Iberia Mágica

*Fuente: cartel informativo

...predominan las cabras que aparecen agrupadas en manadas o rebaños, aunque se hallan representadas también otras especies como ciervos y peces. Destaca una escena de caza en la parte central del abrigo, en donde se representan, pintadas en blanco, dos figuras humanas con arco junto a un ciervo. Son notables asimismo los motivos de carácter simbólico, como los amplios conjuntos de puntos y barras, cuyo significado se nos escapa. Este panel es el más representativo de todos los abrigos con pinturas del valle. Se dibujaron en él gran número de figuras que, por las superposiciones, sabemos que pertenecen a cuatro fases distintas realizadas con diferentes colores: castaño, rojizo, rojo, blanco y una cabra pintada en negro. Se distinguen cabras formando grupos que en determinados casos se han interpretado como rebaños. Uno de ellos aparece asociado a dos figuras humanas y otro a un animal más pequeño, seguramente un perro, lo que se interpreta como una posible escena de pastoreo.


Incluimos Las Batuecas en Las Hurdes, a pesar de que pertenezcan administrativamente a la provincia de Salamanca. Desde aquí nosotros también reivindicamos este hecho, pues geográficamente es a la comarca que verdaderamente pertenece este valle, con un río, el río Batuecas, que confluye en el margen izquierdo del río Ladrillar, cerca de la alquería de Las Mestas.

lunes, 16 de febrero de 2015

Los Cucurrumachos, Navalosa

Estamos en Carnaval y cómo tal, había que traer un nuevo vestigio que muestre, más claramente, la ancestralidad de este antiguo festejo. Así, en el pueblo de Navalosa, en la vertiente meridional de la Sierra de Gredos, se celebra un carnaval conocido como Los Cucurumachos. En él aparecen muchos símbolos recurrentes en muchas de estas celebraciones y otros más específicos de esta celebración en concreto: el chopo en la plaza, con todo el simbolismo que el árbol encierra desde tiempos inmemoriales, las danzas en círculo alrededor de él, la lucha entre el bien y el mal, la luz y la oscuridad, el huevo y su significado de fecundidad, esa misma que traerá en no mucho la primavera, además del personaje del vaquilla -el cuerno y la vaca, abundancia y fecundidad- fallece como si de un don carnal se tratara y su sacrificio será el que aplaque a los malos espíritus del inverno para que el círculo de la vida, el de la Naturaleza, sigan su curso.
Los carnavales, en origen pues, no son otra cosa que una fiesta más invernal de víspera o de celebración del resurgir de la Naturaleza que se avecina con la tan ansiada estación primaveral.

Los Cucurrumachos - Foto: 20minutos.es

*Fuente: asalvodelolvido.es

El pueblo es pequeño y apenas nos encontramos por la calle más que con algunos fotógrafos tan perdidos como nosotros.  Después de un rato en el bar me cruzo con Felipe,  un fotógrafo del pueblo que no sólo me cuenta en que consiste la fiesta si no que además me invita a unas deliciosas patatas revolconas y me presenta a su sobrina, que ese año se vestía de cucurrumacho y que me permitieron aprender un montón de la fiesta. Aunque vive en Madrid espera impaciente el domingo gordo para vestirse de Cucurrumacho porque es algo muy especial y “para apoyar a los quintos”. Este sábado de carnaval los quintos pondrán el chopo en la plaza, listo para “el domingo gordo“. Será el domingo el día que el  carnaval sea el protagonista en Navalosa, con una clara escenificación de la lucha entre “el bien y el mal” los “quintos guapos” a cara descubierta lucen sus mejores galas, los cucurrumachos vestidos con huesos, pelo, ropas enormes y mantas bingueras.
Desde la dictadura de Franco, los cucurrumachos se visten con ropas prestadas y no hablan para evitar que alguien les pudiera reconocer y delatarles cuando el Carnaval estaba prohibido.
Durante la mañana del sábado los quintos recorren el pueblo pidiendo un aguinaldo a todos los vecinos, que suele ser en forma de comida, especialmente en huevos.
Después de comer, cerca de las cuatro y media los “quintos guapos” entrarán por un lado a la plaza y por el otro los cucucurrumachos, con su silencio diabólico.
Una vez todos en la plaza, se hacen dos o tres círculos alrededor del chopo  y desde el ayuntamiento se leen unas “coplas” que se paran para decir “una vueltecita y un trago” y los círculos giran el silencio en torno al chopo.
Terminadas las coplas se procede a la lectura de lo recogido por los “quintos guapos” provocando gran ovación el número de docenas de huevos recogidas.
Dos tiros al aire simbolizan la muerte “del vaquilla” , que se tira al suelo escenificando su muerte.
El vaquilla uno de los quintos elegido al azar y que parece un vestigio de otro tiempo aunque se haya perdido el ritual que los suele acompañar. Muerto el vaquilla empieza el baile. El baile de los tiempos. El bien y el mal.


martes, 10 de febrero de 2015

Piedra Labrá, Peraleda de San Román

Volvemos a Peraleda de San Román, en la comarca de La Jara cacereña, limítrofe con Los Ibores. En su momento hablamos del Cancho Castillo; hoy lo hacemos de otro testimonio rupestre existente en el municipio, como es la conocida como Piedra Labrá. Hay que decir, además, como curiosidad, que se encuentra junto al propio Cancho Castillo y está formado por un buen número de cazoletas y de petroglifos.

Foto: rutasaranuelas.blogspot.com

*Fuente: rutasaranuelas.blogspot.com

Ubicada en un entorno mágico cerca del río Tajo, es llamada así por la gran cantidad de petroglifos que la pueblan, desde formas femeninas y extraños símbolos, a cazoletas y cruces que se reparten por todo su contorno. La Piedra Labra además guarda la leyenda de esconder un tesoro que será encontrado por quien logre voltearla, como tantas piedras de Extremadura. Se encuentra en la base de otra de nuestras piedras mágicas de hoy, el Cancho Castillo.


lunes, 9 de febrero de 2015

La Piedra del Concejo, Collado Villalba

Volvemos a la población serrana de Collado Villalba. Allí, junto al ayuntamiento, hemos conocido la existencia de una piedra con escalones tallados, que nos ha llamado mucho la atención, conocida como la Piedra del Concejo. Según se cuenta y según se deduce de su propio nombre, recibe dicha denominación por reunirse, en tiempos, junto a ella el común del pueblo para deliberar sobre sus asuntos, en lo que ha sido y aún es en algunos municipios de menos de 100 habitantes, con las limitaciones que las leyes estatales imponen y celebrados cada vez en un menor número de pueblos, un auténtico ejercicio de democracia, de democracia directa, la verdadera. A pesar de esto y sin querer contradecir a los que han estudiado y han buceado en los archivos de la ciudad de Collado Villaba o Villalba a secas, como también se la suele llamar, no nos cuadra que todo empezara en el año 1724 por orden del alcalde de entonces, el conocido como señor Sanz, quién, según se dice, mandó tallar las cinco gradas que existen en esta piedra. No digo que no fuera usado por lo que ya era un concejo cerrado -y no abierto, el verdaderamente democrático-, en aquellos tiempos, en el siglo XVIII, ni que tampoco fuera retocado; pero, observando el aspecto de la piedra y la propia tipología, nos hace creer que nos encontramos ante un antiguo lugar de reunión y una piedra, posiblemente, ritual, quién sabe incluso si de tiempos prerromanos. La piedra, evidentemente, ya se encontraba en ese enclave mucho antes de que se construyera el edificio del ayuntamiento, con lo que podríamos hacer un paralelismo entre algunas piedras o altares rupestres cristianizados a través de iglesias y ermitas que se han construido junto a ellas y esta "piedra de concejo" y el ayuntamiento construido también junto a la misma. En una se sobrepondría un culto posterior a uno anterior, en el otro, una forma cerrada -nunca mejor dicho- de reunión y centro de decisión, sobre otro, abierto, y más participativo.
En el lateral derecho de esta roca se pueden observar otros escalones, más pequeños, que parecen de más antigua factura.
Siempre que me acerco a la vertiente sureste de la Sierra de Guadarrama y veo sus abundantes berrocales de granito, no dejo de creer que quizás esta zona fuera más bien de influencia vettona y no carpetana, como se nos cuenta.

Foto: brujulasierra.es

*Fuente: Sonia Martín - brujulasierra.es

El primitivo ayuntamiento se reunía en concejo, al son de una campana, encima de una roca, situada en un lateral de la plaza de la Constitución, donde ahora está ubicada la casa consistorial.
Se trata de la Piedra del Concejo o Roca del Consistorio y está formada por cinco gradas, cuya obra fue encargada en el año 1724, para mayor comodidad de los miembros del concejo, por el señor Sanz, el entonces alcalde del municipio, y del que todavía residen algunos descendientes en esta localidad serrana.
Las agradas, como la conocen los ancianos del lugar, fueron declaradas Bien de Interés Cultural con la categoría de Sitio Histórico en 1991. En el siglo XVIII se discutía sobre ella asuntos cotidianos de la política municipal como la normativa local, las transmisiones de predios, los deslindes conflictivos, entre otros asuntos, por lo que durante varios siglos fue testigo, vecino y protagonista de las discusiones y acuerdos que se adoptaban en los concejos.
Este graderío, labrado sobre una roca, mide 5,8 metros de largo por 2 de ancho y más de 3 metros de alto, y en alguno de sus respaldos exhibe distintos grabados a cincel, como la representación de una paloma, que en los últimos años ha sido escogido como símbolo distintivo de la villa. Algunos estudiosos consideran que se trataría más bien, por la forma de su cabeza y las proporciones, de un francolín, un ave ya extinguida en la región, probablemente desde principios del siglo XVIII.


domingo, 8 de febrero de 2015

El Ídolo de la Cova de la Barcella, Torremanzanas

Nos acercamos a una de las cuevas de enterramientos prehistóricos más importantes del levante peninsular, la Cova de la Barcella, en Torremanzanas, población de la comarca de Campo de Alicante. Esta cueva toma el nombre del monte, de forma piramidal o cónica, de La Barcella, donde se encuentra. En esta cueva se halló el único ídolo ancoriforme de toda la Comunidad Valenciana hasta el momento. Tiene 4 centímetros de longitud y se encuentra en el MARQ -Museo Arqueológico Provincial de Alicante-, donde se puede contemplar junto a otras importantes piezas del conjunto en el que halló, como ídolos tipo violín, puntas de flecha de distinta tipología, colgantes de hueso, botones, alfileres y, sobre todo, un peine de hueso, elemento poco común, al menos en la Península Ibérica.

Foto: marqalicante.com

*Fuente: marqalicante.com

Recortado en una fina placa de hueso de sección rectangular se representa la figura humana de modo que recuerda la forma de una áncora. La parte superior o cabeza destacada en anchura y perforada, el cuerpo alargado y estrecho, y las 4 extremidades: de las superiores sólo su esbozo a modo de apéndices y las inferiores (una de ellas fracturada) curvadas hacia arriba, buscando el cuerpo en sus extremos.
[...] Belda encontró la pieza en lo que consignó como nivel inferior del yacimiento (BELDA, 1929), donde los restos humanos se acompañaban de láminas y puntas de flecha en sílex, hachas y azuelas pulimentadas, colgantes y cuentas de diversa naturaleza, punzones y varillas planas en hueso, ídolos planos en hueso, elementos en cobre y vasijas cerámicas. Ese contexto es el que permite considerar que esta pieza, por su perforación concebida para ser portada, debió lucirla un muerto cuando se depositó su cadáver en la cueva, en un tiempo, la primera mitad del III milenio a.C., en el que esa práctica funeraria era un hecho común. 


Monte la Barcella, lugar donde se encuentra la cueva del mismo nombre - arqueologiaalicante.blogspot.com


jueves, 5 de febrero de 2015

El Almez del Valle, Toledo

Hace tiempo que no traemos un árbol singular a esta página y hoy tocaba. Nos acercamos a un enclave que ya visitamos en su momento para hablar, en aquella ocasión, de la Peña del Rey Moro, en Toledo, y plantear una hipótesis que conectaba a esta piedra caballera con la Ermita del Valle. Pues bien, junto a esta ermita existe un almez con unos cuantos siglos, que suponemos no ha tenido la función de ser árbol de concejo, por ejemplo, como otros muchos que hemos traído, ni nada por el estilo, pero que con los años que va atesorando, además de encontrarse, principalmente, en un lugar sacralizado desde, seguro, bien antiguo, pues nuestra especulación nos llevaba más allá del templo cristiano, le están convirtiendo en todo un tótem toledano, como bien lo califica el autor del magnífico blog del que hemos extraído las siguientes líneas. Todo ello a pesar, de como también dice el autor, pasar bastante desapercibido, por estar escondido tras la ermita y por ser eclipsado por la estampa toledana; no obstante, desde esta zona, en los alrededores de la Ermita del Valle, se contemplan las vistas más espectaculares de la propia ciudad de Toledo.
Vaya desde aquí, por tanto, una vez más nuestra admiración por los árboles, como ya se veneraban en tiempos lejanos, y no tan lejanos, algo muy olvidado, tristemente, en los tiempos contemporáneos.

Foto de 1863 donde aparece el almez. Colección Luis Alba.

*Fuente: toledoolvidado.blogspot.com

Alguna vez me he preguntado si la reencarnación existe, y si se podrán tener vidas "no humanas". La mayoría de las veces que me lo he preguntado ha sido junto a uno de los seres vivos que más envidio. Os hablo del enorme almez que se yergue junto a la Ermita del Valle y que lleva siglos contemplando una de las mejores vistas de Toledo. El almez (Celtis australis L.) es mi árbol preferido, mi árbol totémico. Encarna todo lo que quisiera ser: es adaptable y rústico (sus exigencias hídricas y edáficas son mínimas), resistente (soporta grandes heladas, veranos calurosos y fuertes sequías), flexible (su madera nunca quiebra) pero fuerte (se usaba para fabricar horcas y aperos, así como instrumentos como el rabel especialmente en Toledo), sin enfermedades ni parásitos de importancia que se le conozcan, de crecimiento más bien lento (sabe disfrutar de la vida sin prisa), longevo (hasta 600 u 800 años), generoso (sus frutos son comestibles y favorecen la presencia abundante de aves en su entorno), de hoja caduca (sabe que al menos una vez al año toca descansar), de porte elegante y sobrio, no requiere podas porque sus ramas no mueren, quiebran ni envejecen y es además fecundo (sus semillas germinan con gran facilidad). Es un árbol que abunda en Toledo y en los cerros que la circundan, siendo fácil verle crecer entre las rocas del Valle en lugares inverosímiles. Uno de ellos, el mejor sin duda y progenitor a buen seguro de muchos de sus congéneres es el almez del que os hablaba antes. Situado en la puerta de lo que hoy es el Restaurante "La Ermita", tiene a Toledo enfrente desde hace varios siglos (yo le calculo no menos de 200 años), y por ello siempre le digo a mi padre que él solo merece una segunda edición de su libro "De árboles en Toledo" ya que en la primera inexplicablemente no fue mencionado. Tampoco aparece en el más reciente libro de Enrique García Gómez "Plantas singulares de la ciudad de Toledo". Supongo que su emplazamiento algo oculto tras la ermita y siempre empequeñecido por la estampa de Toledo le hace pasar desapercibido.


martes, 3 de febrero de 2015

Las danzas de San Blas en Nuñomoral

Continuamos con los festejos de mitad de invierno. Si ayer le tocaba el turno a La Candelaria, hoy le toca a San Blas. Como ya hemos comentado en más de una ocasión -ayer mismo en relación a La Endiablada de Almonacid del Marquesado-, ambos suponen la cristianización del Imbolc celta y del culto a la diosa Briga, cristianizada con Santa Brigida, festividad del 1 de febrero, pero también con otras figuras cristianas, como la Virgen de la Candelaria o San Blas, días 2 y 3 de febrero. En Nuñomoral, población y concejo de Las Hurdes, que ya hemos visitado en más de una ocasión en esta web, hoy han estado celebrando a San Blas, con una serie de bailes ancestrales que encierran un gran simbolismo, como son la Danza de El Cordón, la Danza del Ramu y el Paleu, una típica danza, esta última, de paloteo típica de este concejo hurdano. El gran hurdanófilo Félix Barroso nos cuenta, como siempre en lo que se refiere a temas hurdanos.

Danza de El Cordón - Foto: Asociación Las Garrapatas

*Fuente: Félix Barroso Gutiérrez - digitalextremadura.com

...cuando los vecinos de Nuñomoral vuelcan su espíritu festivo sobre el estrecho valle en que se asienta el pueblo es el día 3 de febrero, la propia efemérides de San Blas.  Este día hay misa solemne y procesión en la que los llamados “ramajéruh” acompañan al santo con sus bailes, bajo los sones de la gaita y el tamboril.  El “Ramu de San Brá”, que antiguamente siempre era de tejo, preside la comitiva.  Años atrás, cuando la ermita de San Blas no se había convertido en un huerto patatero, los “ramajéruh” (danzarines del Ramo) hacían una parada frente a la ermita y ejecutaban unas antiguas danzas.
Terminando la misa, se despeja la plaza y se enseñorean de ella los danzantes y el tamborilero.  Toda una estampa folklórica, con la solera de muchos siglos a sus espaldas, cargada de colorido y con  remembranzas de antiguos rituales pastoriles absorbidos y asperjados por la Iglesia, se despliega  en aquel recinto al aire libre.  La danza del “Ramu” siempre fue la primera, con muchos castañueleo y mucha reverencia y cánticos al santo.  Le sigue el “Paleu” (danza de paloteado) y, finalmente, se termina con “El Cordón”.  Al acabar, el Ayuntamiento de Nuñomoral invita a todos los asistentes a un enjundioso aperitivo, bien regado por el vino de La Sierra.
Antes, había un día más de fiesta: “San Brasinu”, cuando los “ramajéruh” continuaban bailando por Nuñomoral y otros pueblos del concejo, realizando una cuestación, que casi siempre era en especie, lo que les daba para celebrar una merendola por todo lo alto. 


lunes, 2 de febrero de 2015

La Endiablada - Almonacid del Marquesado - 02/02/2015

El mes pasado hablamos de esta ancestral celebración invernal -La Endiablada- en Almonacid del Marquesado, población de la Mancha Alta, muy cerca -a 13 kilómetros- de Segóbriga, con lo que, por tanto, nos encontramos en la antigua tierra de olcades, es decir, en la antigua Celtiberia. No sabemos si de entonces -es muy posible que viniera con los repobladores medievales-, proviene esta antigua fiesta ancestral que hoy mismo hemos podido conocer. El festejo se inicia el día 1 de febrero, pero son los días 2 y 3 cuando mayor actividad hay.
Hoy le tocaba rendir honores a la Virgen de la Candelaria, cuyo festejo, junto al de San Blas, que toca mañana, se dice puede ser la cristianización del antiguo Imbolc céltico, que a buen seguro, no sabemos si con este nombre, ya celebraban los moradores celtibéricos segobricenses. Lo que es cierto, es que cualquier persona, por muy poco iniciada que esté en estos asuntos, puede comprobar el curioso sincretismo existente en La Endiablada, pues los cencerros, esos coloridos trajes de los diablos, y el propio papel protagonista de los propios diablos, poco tienen que ver con el cristianismo.
Por tanto, es una gran suerte y, seguramente, pura casualidad, que estos antiguos rituales hayan podido sobrevivir, como también han sobrevivido en otros muchos lugares donde celebran sus mascaradas, pero, es bastante seguro, que en muchos más lugares, de en los que perviven estas tradiciones, hayan desparecido por el influjo de la nueva religión que vino después, y, también, por los tiempos contemporáneos, tan alejados de los ritos y celebraciones relacionados con los ciclos de la Naturaleza; así, La Endiablada no es otra cosa, como en el resto de festejos y mascaradas invernales, que el ritual con el que se trata de sacar a la Naturaleza de su letargo invernal.
Ruido se ha hecho bastante hoy en Almonacid del Marquesado para que ésta despierte, podemos dar fe de ello. Pero dejemos que los documentos gráficos hablen por nosotros.

"Las Danzantas"






 
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