miércoles, 31 de diciembre de 2014

Castro da Azougada, Moura

Nos acercamos a Moura, ciudad del Bajo Alentejo, para visitar un castro existente en su municipio, el Castro de Azougada. Como se puede ver, se le ha calificado como castro, pero se discute si verdaderamente estamos ante un castro o lugar fortificado, ante una necrópolis o ante un santuario. Este enclave se encuentra en la confluencia del río Ardila con el Guadiana, en un lugar comercial estratégico entre la antigua Tartessos y las tierra célticas del occidente. Entre todo el material hallado las influencias griegas, tartésicas y célticas quedan claramente patentes.  Destacan un cinturón de bronce con la representación de lo que dicen ser dos antílopes, la representación de lo que parece un dios amenazador que se asemeja a pequeñas estatuillas encontradas en el Próximo Oriente, ambos datados en los siglos VI y V a. C., un pequeño anillo, fíbulas, cerámica ática, así como jarrones de tipo "ibérico", estos últimos hallazgos del siglo IV a. C.

Vista desde el Castro da Azougada - roteirodoalqueva.com

*Fuente: Ana Sofia Tamissa Antunes

La implantación de Azougada en la desembocadura del Ardila, en la margen izquierda del Guadiana, así como sucultura material, le otorgan un importante papel en las vías de comunicación de la época y en los contactos que se esta- blecen. A partir del análisis de este sitio se reconoce un movimiento pendular del Bajo Guadiana entre los siglos VI y IV a. C. en los que una posible ruta, a la vez sacra y comercial, conoce períodos de mayor y menor intensidad conformea distintas coyunturas. Así, si al final del siglo VI los contactos con el sur de la Península parecen ser más expresivos,en la primera mitad del 400 se constata un cierto declive adquiriendo la desembocadura delArdila una mayor persona-lidad evidenciada por las particularidades de las producciones locales/regionales, siendo aquellos retomados ya a finaldel siglo.


El Collao y su poblado calcolítico, Cerezal-Nuñomoral

Nuestra breve ficha de hoy trata de acercarnos, a la distancia, a un lugar de Las Hurdes desconocido por nosotros, del que no tenemos ningún documento, más allá de las escasas líneas que traemos. Por tanto, queda pendiente para un futuro viaje a esta comarca, que en dos ocasiones hemos visitado en el año que hoy acaba. Nos referimos a El Collao, en Cerezal, alquería del concejo de Nuñomoral, cuya cabeza de concejo, se encuentra a escasa distancia, y donde confluye el río Malvellido, cuyo valle constituye el corazón de esta comarca, con el río Hurdano. En El Collao existió un poblado calcolítico, donde se han hallado enterramientos, cerámicas e incluso ídolos de los que nada sabemos y de los que, por supuesto, preguntaremos en un futuro, esperemos, cercano.
Otro lugar, del que nada sabemos, nada más que por una referencia de Félix Barroso, el gran hurdanófilo de nuestros tiempos, es La Peña Buracá, un santuario prehistórico situado en la Sierra de La Nebrera, también en Cerezal.

Cerezal - Foto: mangurrinoconsangredebellota.blogspot.com

*Fuente: mancomunidadhurdes.org

Existe en la zona de "El Collao" uno de los enclaves calcolíticos más importantes de toda la zona, donde se han localizado ídolos, enterramientos en forma de cistas, cerámicas decoradas, etc.


domingo, 28 de diciembre de 2014

La Filandorra, Ferreras de Arriba

Ya habiéndose iniciado el invierno, son muchas las mascaradas invernales que hacen acto de aparición corriendo por las calles de los pueblos. Nos acercamos, de nuevo, a una de las zonas más prolíficas en este tipo de festejos, como es el noroeste peninsular, sobre todo en las comarcas zamoranas y el Trás-os-Montes portugués. Hoy, en concreto, traemos La Filandorra, celebrada en Ferreras de Arriba, población de la comarca de Tierra de Tábara. En esta mascarada hay cuatro personajes, "los feos", que son la Filandorra y el Diablo y "los guapos", El Galán y La Madama. Como vemos, vuelve a concurrir la dualidad entre el bien y el mal; el mal, la oscuridad del invierno, el bien, el despertar que acaecerá tras el paso de éste y la llegada de la primavera. La ceniza, castañuelas y cencerros, con todo el simbolismo que encierran, aparecen en la fiesta. Con los cencerros siempre se dijo que pretendían despertar a la Naturaleza, aletargada en el invierno, y espantar a los malos espíritus, pero en este caso lo portan "los feos", representantes del invierno, mientras que La Madama lleva las castañuelas, representando la alegría y la fiesta de la primavera que se ansía.


Foto: estacerca.com

*Fuente: laopiniondezamora.es, 26/12/2014

Los vecinos del pequeño pueblo carballés abrirán sus puertas al paso de las parejas de los "Guapos" encarnados en el Galán y la Madama, y los "Feos" que obliga a emparejar por conveniencia a la Filandorra y el Diablo. Tras pasar por el taller de arreglos de indumentaria, el cuarteto comenzará su peculiar saludo por las calles con ceniza, cintazos castañuelas, caramelos y aguinaldos.

El recorrido será largo por todos los barrios hasta las doce, para reponer fuerzas en una degustación de dulces y licores en las escuelas. La Filandorra cederá su compás a los intérpretes de la música tradicional, pero solo en el momento del tentempié. La reina de la fealdad y la simpatía dará una tregua a la chavalería y la mocedad que se previene de los correazos y la tiznada. Tras esta tregua se reanudará la fiesta de personajes por las calles. Hornazos, empanadas y música tradicional aderezarán la fiesta a partir de las ocho de la tarde hasta la hora de la verbena.




La bóveda celeste en la Cueva de Altamira, Santillana del Mar

Volvemos a Altamira, en Santillana del Mar, la considerada, junto con Lascaux, cueva de pinturas rupestres paleolíticas más importante del mundo, para hablar de una de las teorías que tratan de explicar las representaciones de la misma. Ésta afirma que dichas pinturas de Altamira bien pudieran ser la representación de la mismísima bóveda celeste. Siempre de habla de la importancia que tenía el cielo para el ser humano desde el Neolítico y el inicio de la agricultura, pero a buen seguro que también era sumamente importante para nuestros antepasados de "la Piedra Antigua".
Continuamos desgranando la interesante información contenida en el estudio "Arqueoastronomía (Península Ibérica)" de Javier Arjona, donde hemos encontrado las siguientes líneas que explican esta interpretación de este conjunto pictórico.

Foto: javierarjona.es
Foto: sdelbiombo.blogia.com

*Fuente: Arqueoastronomía (Península Ibérica), Javier Arjona García-Borreguero

Según algunos autores como Luz Antequera Congregado, es probable que los hombres del Paleolítico fueran los primeros en imitar las formas de las constelaciones en sus grabados y pinturas, atendiendo a ciertas similitudes halladas entre las estrellas de Tauro y los bisontes de las cuevas de Altamira o Lascaux.
Para Antequera tiene sentido pensar que la sala de los bisontes de Altamira es una representación de la bóveda celeste, y en este sentido encuentra importante el hecho de que las figuras estén situadas en el techo de la cueva.
Si se considera al caballo como una representación de la constelación Pegasus, las demás figuras pueden adaptarse a las principales constelaciones del hemisferio norte: En esta configuración hay un punto alrededor del cual parecen girar todas las figuras, muy próximo a la cabeza en negro de uno de los bisontes. Este sería el polo norte de hace 14.000 años (fecha aproximada de las pinturas).

Incidiendo sobre esta teoría, para Francisco Jordá Cerda la representación celeste de Altamira define cinco santuarios superpuestos:

- figuras antiguas grabadas con trazo intenso y continuo
- animales ideomorfos de tinta plana roja
- figuras grabadas con técnica estriada,
- serie de figuras de trazo negro
- conjunto pictórico de los «policromos»

Probablemente en un principio simplemente se marcasen las estrellas, para posteriormente ir superponiendo las figuras que hoy día se pueden contemplar. En ese largo espacio de tiempo que va desde el Auriñaciense (26.000 a.C.) al Magdaleniense (12.000 a.C.) el fenómeno de la precesión equinoccial hizo que el polo norte fuera variando lentamente. 
Para que una estrella como Sirio fuera visible en la bóveda celeste por los hombres del Paleolítico, es necesario que el polo norte estuviera situado en un punto cercano al actual pero un periodo antes, hace 26.000 años. Además el hecho de que Vega se situase en dicho punto hace 14.000 años, marcaría la fecha de realización de los bisontes polícromos. Sea como fuere esta teoría de la bóveda celeste no es más que una hipótesis de la que no se pueden extraer resultados empíricos contrastables.


viernes, 26 de diciembre de 2014

Rocas con grabados rupestres en Ameal, Ameal-Coímbra

Continuamos con manifestaciones rupestres. En Ameal, freguesía de Coímbra, existen dos rocas, prácticamente unidas, con un buen número de grabados sobre las mismas. Apenas hemos encontrado información sobre ellas, ni las hemos contemplado in situ, pero por las fotografías obtenidas en ancient-wisdom.co.uk, que aportamos a continuación, parecen cruciformes e incluso antropormofos. Se observan también figuras geométricas como rectángulos. Una pena no saber qué representaban todos estos grabados para nuestros antepasados prehistóricos, aunque parece claro que estas dos piedras podrían tener un gran simbolismo para la comunidad que plasmó en ella estos pretroglifos.

Fotos: ancient-wisdom.co.uk





El menhir de La Cardenchosa, La Cardenchosa-Azuaga

Hoy nos acercamos a una población nacida alrededor de lo que, seguramente, fue un crómlech. Del mismo únicamente sobrevive un menhir de pizarra, nuestro protagonista en esta ficha, y alguna que otra piedra de granito. Estamos hablando del menhir de La Cardenchosa, una pedanía del municipio extremeño de Azuaga, en la comarca de Campiña Sur. Este menhir parece tener un grabado zoomorfo con forma de reptil, aunque según el autor del magnífico blog Dólmenes y Menhires, pudiera ser "un capricho de la piedra". Lo peculiar es como la población actual, se fue configurando, como dije, tomando como centro este megalito, pues a escasos metros, en la iglesia de esta población también existen restos megalíticos que, seguramente, formarían parte del mismo conjunto, además de dos dólmenes existentes en los alrededores del pueblo: El Juncoso I y El Juncoso II. Ello también ha provocado que muchas piedras hayan sido reutilizadas en la construcción de los edificios, a pesar de lo cual, ha podido sobrevivir este menhir en el centro del pueblo.

Foto: Emilio - dolmentierraviva.blogspot.com

*Fuente: dolmentierraviva.blogspot.com

El menhir de la Cardenchosa, de pizarra negra y con piedras graníticas a su alrededor, bien podría ser parte de los restos de un pequeño cromlech, el cual, con el paso del tiempo, fueron desapareciendo sus piedras, sobre todo las más pequeñas, reutilizadas en la construcción de las casas que lo rodean. Muy cerca, a escasos 25 metros, se encuentra la pequeña iglesia de esta pedanía de Azuaga, en la provincia de Badajoz, donde pueden verse más restos megaliticos. Puede apreciarce en la parte superior del menhir una especie de figura grabada en relieve de forma zoomorfa, ¿quizas un animal  tipo salamandra?, no lo sé, tal vez sea un capricho de la piedra y de la erosion del agua, pero ahí está.
El menhir de la Cardenchosa, es un curioso y original menhir por el material usado para su erección, pizarra negra, tiene una altura aproximadamente de unos 2,5 metros y junto a él, descansa un bloque de granito que delata que la construcción fue mayor en el pasado, tal vez un grupo de menhires. Alrededor de él se construyó una pequeña población y a escasos metros esta la iglesia del pueblo. Pertenece al término municipal de Azuaga.



miércoles, 24 de diciembre de 2014

Santuario rupestre de La Pola, Terrassa

En las cercanías de la antigua Égara romana y Egosa íbera, la actual Terrassa -o Tarrasa en castellano-, encontramos el Santuario rupestre de La Pola. Éste está datado en la primera mitad del I milenio a. C., poco antes, quizás, de que se fuera configurando, propiamente, la cultura íbera, oriunda de esta zona. Todos los Solsticios de Invierno, fechas en las que nos encontramos y en la que se celebra el nacimiento del "nuevo Sol", sustituido posteriormente, en la religión cristiana, por el nacimiento de Cristo, el sol ilumina dos pares de agujeros en la roca, además del fondo de la cueva existente al mediodía.
Por tanto, encontramos una huella más de la importancia de las fechas solsticiales, en este caso el invernal, en el hemisferio norte, para nuestros antepasados en el regir de sus vidas. Ellos sí que estaban en conexión con el paso de las estaciones y la magia de los astros y la Naturaleza, algo muy ajeno hoy en día para millones de personas.
¡Feliz Solsticio desde Iberia Mágica!

Foto: elbulotraselmisterio.blogspot.com

*Fuente: Arqueoastronomía (Península Ibérica), Javier Arjona García-Borreguero

El santuario astronómico de La Pola, localizado en la sierra de l’Obac junto a la localidad de Tarrasa (Barcelona), está compuesto por una elevada pared extraplomada de dirección norte-sur donde se ubica una fuente. Al fondo y formando un ángulo recto con la pared, existen dos peñascos entre los que destacan dos rocas verticales separadas por una diaclasa que se junta hacia su interior, apuntando a la abertura de entrada a una cueva. Frente a estas rocas se sitúa un monolito rocoso. Otra peña, a la altura del monolito, retrocede unos metros formando un plano donde hay marcados siete hoyos.
En dicho lugar, las alineaciones de la puesta del Sol en el solsticio de invierno y la del ocaso de la Luna en su posición más septentrional en verano, vienen indicadas por sendos pares de agujeros en la roca. Aprovechando la dirección de la meridiana de la diaclasa, fueron construidas dos plataformas de madera en las que el avance y retroceso de la superior sobre la inferior actuaba de gnomon. Además a mediodía del solsticio de invierno, la luz del Sol alcanzaba la altura máxima en su iluminación al fondo de la cueva (parecido efecto al que se podía observar en el templo egipcio de Abu Simbel original, antes de su traslado a la ubicación actual).
Probablemente se trate de un lugar sagrado, ya que se encuentran unidos el símbolo de la fecundidad (monolito) y el de la maternidad (cueva), incrementado por el efecto de la penetración de los rayos del Sol en invierno sobre la cueva, en una especie de promesa de creación y nacimiento por la luz. 


Recreación del santuario - elbulotraselmisterio.blogspot.com


martes, 23 de diciembre de 2014

L'ou com balla, Barcelona

Como ocurre con tantos otros festejos, L'ou com balla celebrado en  Barcelona y otras poblaciones catalanas, parece no tener un origen demasiado lejano. Así, la oficialidad, nos dice que, aunque no hay consenso para fijar el nacimiento de este festejo, se cree pudo nacer en el siglo XV. Esto es aparentemente, pues ya se sabe, que si se escarba, en muchas ocasiones, se comprueba que gran parte de las festividades, tradiciones y rituales tienen un origen mucho más lejano. Esto nos ha ocurrido leyendo un libro sobre mitología, donde, en su apartado de mitología germana. el autor conecta L'ou com balla con la ancestral costumbre de la ritualidad alrededor del huevo y su simbolización o identificación con la fecundidad.
L'ou com balla consiste en hacer "bailar", el día del Corpus, un huevo en los surtidores de las fuentes situadas en claustros, patios y jardines. En Barcelona, en concreto, se realiza en distintos lugares, como en el claustro de la Catedral o en la Casa de l'Ardiaca, lugar de la fotografía que traemos para ilustrar la ficha.

L'ou com balla en la Casa de l'Ardiaca - neguitdepantorrilla.blogspot.com

*Fuente: La mitología - F.L. Cardona Castro (1972)

A los germanos les causó admiración el fenómeno de brotar la naturaleza en primavera. La tierra producía la vida, su fuerza vital se manifestaba en los árboles mucho mejor que en ninguna otra cosa. Por ello plantaban árboles cerca de sus moradas con finalidad mágica bienhechora, y para poseer esa fuerza se cortaba una ramita. (¿No nos recuerda este símbolo la famosa "varita mágica"?). En los campos enterraban huevos con el fin de alejar a los malos espíritus y con significado de fecundidad, ya que los germanos interpretaron como fuerza misteriosa y mágica el romper de la cáscara apareciendo un polluelo. Este poder de alejar a los espíritus malignos, simbolizados por el invierno, y la llegada de la riente primavera, se ha conservado en la tradición del "huevo de Pascua" y en Cataluña en el "baile del huevo" ("L'ou com balla") del día del Corpus.



lunes, 22 de diciembre de 2014

La Cueva del Moro, Almendralejo

Este 2014, al que le queda poco para acabar, lo iniciamos con una entrada dedicada al Dolmen de Huerta Montero y su conexión con el Solsticio invernal, pues el Sol, en estas fechas, penetra hasta la propia cámara funeraria. Hoy volvemos al mismo municipio donde se encuentra este dolmen o tholos, Almendralejo, capital comarcal de Tierra de Barros, lugar donde se está repitiendo, de nuevo, este fenómeno solar, para hablar de otro enclave digno de mención: la Cueva del Moro. Hemos conocido este lugar gracias a la investigadora Israel J. Espino, autora del magnífico blog Extremadura Secreta, quien visitó esta piedra ayer mismo y de quien tomamos prestada su foto.
Se trata de una roca, conocida popularmente como piedra resbaladiza, sobre la cual se han venido celebrando, como en tantas otras de este tipo, rituales de fertilidad. En su interior, destacan un buen número de cazoletas del Calcolítico.

Foto: Israel J. Espino
*Fuente: José Ángel Calero

Otro hecho existente en esta época en Almendralejo, está en el entorno de la Cueva del Moro. Que son piedras pulimentadas entre las que destaca la popularmente conocida como: "piedra resbaladiza". Esta piedra aparece con frecuencia asociadada siempre a cuevas o abrigos con arte rupestre del Calcolíto.
Curiosidad: Se especula que el fin de esta piedra era un rito de fertilidad, en el que colocaban a la mujer encima de la piedra para comprobar que era fértil. No olvidemos ese dicho tan coloquial de "pasar por la piedra" a tu pareja. Aunque suene vulgar, quizás esté aquí el origen de dicha expresión.


sábado, 20 de diciembre de 2014

Necrópolis de Pena Faladora, Ortigueira-Mañón

Los cinco túmulos que componen la Necrópolis de Pena Faladora, en el prehistórico Camiño dos Arrieiros, en la comarca gallega de Ortegal, tenían como hito a un gran menhir que, a día de hoy, se encuentra derribado en el suelo. Camiño dos Arrieiros, según autores como Federico Maciñeira, en 1947, y Otero Vilariño,  más recientemente, era un antiguo camino prehistórico, del Neolítico, que iba zigzagueando entre diferentes necrópolis tumulares de las sierras de Faladora y Coriscada. La Necrópolis de Pena Faladora, era una de ellas. Esta necrópolis se encuentra entre los municipios de Ortigueira y Mañón.

Túmulo en la necrópolis de Pena Faladora - Onnega, celtiberia.net

*Fuente: Onnega, celtiberia.net

Los cinco túmulos que la componen estaban precedidos por el sur por un menhir de 3.88 m de longitud que podría haber servido como hito del camino visible desde el Cristo da Faladora. El monolito fue descrito por Barros Sivelo como menhir de demarcación, ya que por esta dorsal corre también el límite parroquial Ortigueira-Mañón.
[...] Uno de los más pequeños túmulos, es con bastante seguridad el que fue registrado en 1927 por unos vecinos de Grañas do Sor que informaron a don Federico de que en su interior aparecieron “unas lositas cuadradas de unos 20 centímetros de largo, con algunos agujeros cónicos practicados en su campo”. Por lo que parece el informante describe el hallazgo de unos ídolos-placa de pizarra que desafortunadamente no se conservan y que serían un caso excepcional en el megalitismo gallego. El túmulo es el único con una bonita coraza de losetas de pizarra y ocupa, además, el centro de la necrópolis.

Menhir de Pena Faladora derribado - Onnega, celtiberia.net

El caso corintio de la Ría de Huelva, Huelva

Hace muy poco visitamos y hablamos del casco celtíbero de La Fuentona, en Muriel de la Fuente;  hoy, usando la misma obra como fuente, a la que recurrimos aquel día, dedicada al propio casco de La Fuentona, traemos unas líneas en las que el propio autor, Raimon Graells i Fabregat, nos menciona un casco corintio, datado en el siglo VI a. C., hallado en la ría de Huelva en 1930 y que parece haber sido arrojado con la misma finalidad, la ritualidad de dicho acto, depositándolo bajo sus aguas. Este hecho lo atestigua, además, el hallazgo en la misma zona de más objetos del mismo contexto, hasta 400 piezas de bronce, entre las que destacan espadas, puñales, flechas, fíbulas, botones, broches de cinturón, agujas, anillas, remaches, pasadores, cilindros macizos y más restos de casco. Todo ello ha llevado a creer que podrían estar ahí por algún naufragio acaecido, aunque el que el casco corintio apareció roto de forma aparentemente deliberada, lo que ha hecho que creer, por otra parte, que nos encontremos en un punto que fue utilizado como depósito cultual de objetos de este tipo. El origen del casco y demás piezas nos demuestran un ejemplo más del paso de griegos por estas tierras, que, junto a los fenicios, venían buscando esas riquezas mineras en unas tierras míticas para ellos a través del enigmático pueblo de Tartessos.
Recordar que, también la ría de Huelva, apareció una estatuilla que unos identifican con el dios cananeo Reshef y otros con el fenicio Melqart, de la que ya hablamos por aquí.

Foto de Antonio García y Bellido en 1948.


*Fuente: El casco celtibérico de Muriel de la Fuente (Soria) y los hallazgos de cascos en las aguas en la península ibérica -  Raimon Graells i Fabregat

El casco corintio de la Ría de Huelva fue hallado en 1930 al realizar labores de dragado en el puerto de Huelva, algo mas al sur de la zona donde se descubrió el depósito del Bronce Final. Apareció roto en su parte trasera y algo deformado, lo que se ha relacionado con su inutilización ritual antes de ser arrojado al agua como una ofrenda "a una divinidad acuática" o dentro de "ritos de llegada" o "de paso", siendo difícil relacionarlo con posibles prácticas funerarias. Corresponde al tipo B2 de Pflug, caracterizado por presentar escotaduras laterales, pero con "forma ajustada" (prägnante Form), lo que permite fecharlo en el segundo cuarto del siglo VI a.C., aunque otros autores han propuesto una cronología de la segunda mitad de esa centuria.

Lugar del hallazgo en la Ría de Huelva - lahuelvacateta.wordpress.com

lunes, 15 de diciembre de 2014

Los altares rupestres de Las Cuatro Hermanas, Malpartida de Cáceres

Volvemos a un municipio que hemos visitado en más de una ocasión en este blog. Me refiero a Malpartida de Cáceres, en la comarca extremeña de Tajo-Salor. Este municipio es conocido sobre todo por un espacio natural tan singular como Los Barruecos y dos exvotos dedicados a la diosa Ataecina que allí aparecieron, de los que hoy día se pueden contemplar dos esculturas que los reproducen al cruzar el pueblo, y de los que también hablamos en Iberia Mágica. Nuestra visita de hoy es para dejar constancia de cuatro grandes rocas, prácticamente unidas, conocidas como Las Cuatro Hermanas, que se pueden contemplar antes de entrar al pueblo, según se viene de Cáceres. La naturaleza, como altares rupestres de estas piedras, fue anunciada por Martín Almagro Gorbea a la comunidad científica y al conocimiento público general, más allá de Malpartida de Cáceres, a través un trabajo titulado "El megalitismo en Extremadura", que realizó junto a Javier Jiménez Ávila. Las Cuatro Hermanas constan de la tipología típica en este tipo de rocas donde nuestros antepasados practicaban su ritualidad: escaleras, cazoletas (una natural, según Martín Almagro Gorbea) y un largo canalillo de desagüe hacia el Occidente. No he encontrado ninguna referencia de leyenda detrás del nombre con el que los lugareños conocen a estas cuatro rocas, pero a buen seguro que la hay.

hoymalpartidadecaceres.es

*Fuente: Martín Almagro Gorbea

Es una peña situada en un conjunto de peñascos graníticos que afloran a la entrada de Malpartida, junto a la carretera de Cáceres. Ofrece dos series de entalladuras en su cara Norte para subir al alto, las más reciente con 12 entalles. En su parte alta hay una cazoleta natural con un largo canalillo de desagüe hacia el Occidente que desciende hasta el suelo.


sábado, 13 de diciembre de 2014

La Ermita de la Virgen del Almuerzo, San Roque, la Sierra del Almuerzo y el dios Lug, Narros

Ya mencionamos aquí la identificación que se hace de San Lorenzo con el dios pancéltico Lug. Hoy traemos otra en relación a este dios celta, el cual dio nombre incluso a poblaciones como Lugones, en Asturias, Lyon, en Francia, o la mismísima ciudad gallega de Lugo, además de a una tribu astur, como son los luggones. Pues bien, también se dice que San Roque podría ser, igualmente, la cristianización de Lug -también transcrito y pronunciado como Lugh o Lugus-, con lo que se ha dicho que el perro que siempre acompaña al santo occitano, podría ser el famoso perro de Lug. Según se cuenta, Lug es oscuro, como el pelaje de un lobo, semejante al perro, por lo que toma esta forma cuando camina por la Tierra, y la del cuervo, también negro, cuando es el cielo el que recorre. Sea o no cierto lo que hemos oído contar, basándose en otros autores, a Javier González Cabezuelo, en Esperanto Radio, resulta muy interesante y, a mi modo de ver, no debería entenderse como descabellada esta asociación, cuando sabemos que detrás del santoral católico sobreviven muchas antiguas divinidades.
Todo esto, Javier González Cabezuelo, lo cuenta en relación a su episodio sobre la Sierra del Almuerzo, en la comarca soriana de Campo de Gómara, una antigua sierra con claros vestigios de haber sido sagrada desde tiempos inmemoriales. En ella se encuentra el antiguo altar rupestre, conocido como la Mesa de los Siete Infantes, donde se dice que almorzaron, antes de ser apresados, los Sietes Infantes de Lara , y de cuyo almuerzo o comida tomó el nombre esta sierra. Por tanto, estamos en un lugar donde las leyendas y los lugares de culto se vienen sucediendo desde la Prehistoria y la Edad Media. Allí se encuentra la Ermita de la Virgen del Almuerzo de Narros, también consagrada a San Roque, desde donde el santo del perro, el posible antiguo Lug, observa el territorio que fue la antigua Celtiberia.

La Sierra del Almuerzo - Foto: eu.wikiloc.com

*Fuente: Javier González Cabezuelo, Esperanto Radio

Desde lo alto, se puede vislumbrar, allá abajo, el Santuario de Nuestra Señora del Almuerzo, como un recoleto cenobio, aislado en la llanura. Hay junto a él, una ermita consagrada a San Roque; curioso santo éste, pues tiene a su nombre consagrado mayor número de iglesias y altares que cualquier otro en esta provincia. Se cita, que el día 16 de agosto, el de su onomástica, son infinidad de pueblos los que le reverencian. Supera, sin duda, en popularidad a otros santos célebres en Soria. San Roque es el patrón de los apestados, nada más lógico que su culto a unas tierras que en el pasado sufrieron epidemias crueles de peste, que llegaron a devastar pueblos enteros. También, por otra parte, sabemos que los apestados, los leprosos, simbolizaban a "los otros", los herejes, los judíos, los patanes, los cátaros, los maragatos, los agotes. Sería así, según esto, que San Roque era el patrón de los heterodoxos, el clandestino valedor de los perseguidos por el poder. Pero debemos fijarnos en su presencia; escogamos, para no ir más lejos, una imagen, la que nos presenta la pequeña ermita cercana a Nuestra Señora del Almuerzo, veremos que le acompaña un perro. Ese perro, al que los dioses cuidan en las leyendas irlandesas, ese perro, sabio que diría el santo, el perro de Lug. Pero es que, además, el santo lleva en su rodilla izquierda descubierta, harapienta, en la ropa, nos está diciendo que es un iniciado. Por si alguien pensara que este hecho es casual, el mismo santo sostiene el borde del ropaje levantado. 



viernes, 12 de diciembre de 2014

El Altar rupestre de La Molineta, Trujillo

En una zona en la que abundan los altares rupestres, encontramos otro ejemplo más muy cerca de la antigua e histórica población de Trujillo. El altar en cuestión es conocido como el Altar rupestre de La Molineta y tiene una estructura bastante similar a otros muchos altares de esta tipología, con una escalera que sube a la parte alta de la roca, donde se encuentra amesetada, además de piletas y canalillos bastantes desgastados por la erosión. El cronista oficial de Trujilo, José Antonio Ramos Rubio, especula con la posibilidad de que esta roca fuera objeto de culto durante el Calcolítico y la Edad del Bronce, más o menos correspondiendo con el periodo megalítico, pero nada dice de su posible uso durante la Edad del Hierro, cuando los vettones eran los oriundos de estas tierras. Si comparamos este altar, peor conservado, con el del castro vettón de Ulaca, comprobamos el gran parecido, por lo que es muy posible que en tiempos de este antiguo pueblo celta, igualmente, fuera un lugar de celebración de distintos rituales, principalmente sacrificios. Además la proximidad de la antigua Turgalium, una de las ciudades vettonas que los romanos se encontraron al llegar a estas tierras, también parece indicarlo.
En nuestra próxima visita a esta bella población, trataremos de localizar in situ este altar rupestre. Muy cerca, si sirve como pista, hay una atalaya árabe.

El Altar de La Molineta y Trujillo al fondo - laopiniondetrujillo.com

*Fuente: José Antonio Ramos Rubio, Cronista Oficial de Trujillo - laopiniondetrujillo.com

Se ubica nuestro altar en una elevación similar en altura a la que ocupa el solar de la vieja Turgalium, al otro lado del pequeño valle por donde discurre el camino natural sobre el que se construyó la vía romana Ab Emeritam Caesaragustam. Son dos montes gemelos que han flanqueado esta importante vía de comunicación, testigos del lento transitar de pueblos que a lo largo de la Historia han hollado su senda. La peña se localiza en la ladera, a pocos metros de la cima, como una especie de balconada que preside las impresionantes vistas que desde esta atalaya muestra la ciudad. Es un paraje de gran belleza que se yergue majestuoso sobre la meseta trujillano-cacereña, salpicada aquí y allá de grandes bolos de granito que mezclados con el encinar dibuja el típico paisaje de la zona. Coordenadas: 39º 27' 18” N, 43" 5º 51' 31” O.
[...] Las escaleras daban acceso la parte superior, que tiene forma amesetada y presenta un suave desnivel hacia el norte. Arriba se aprecian dos concavidades comunicadas entre sí, una de ellas prácticamente desaparecida por la disolución del granito provocada por el agua de lluvia, que ha excavado canalillos que vierten al pie del altar. La erosión ha hecho su trabajo, arrasando la superficie del altar y dificultando enormemente la identificación de sus elementos.
A pocos metros de nuestra peña, y en un plano superior en el paisaje, se yergue otro gran bolo de granito, de caprichosa forma, que parece imitar una esfinge. 


laopiniondetrujillo.com

Túmulo de las Vegas del Samburiel, El Boalo

Continuamos con enclaves fotografiados por José Latova, cuya exposición visitamos hace menos de un mes en el Museo Arqueológico Regional de Alcalá de Henares. Hace poco más de 10 años fue descubierto el Túmulo de las Vegas del Samburiel, en el municipio serrano madrileño de El Boalo, en la comarca conocida como Cuenca del Guadarrama. En la provincia madrileña no son muchos los dólmenes, megalitos y túmulos que se conocen. A buen seguro, muchos de ellos han desparecido en décadas pasadas ante la presión urbanizadora llevada a cabo desde los años cincuenta del siglo pasado. Aun así, hay algunos que todavía no han sido catalogados, ni estudiados, y de los que se viene hablando desde hace tiempo, por amantes de la historia y la arqueología, en distintas páginas web y blogs, por ejemplo, en relación a megalitos existentes en municipios como El Escorial o Galapagar. Eso sí, a este túmulo se le compara con el desaparecido Dolmen de Entretérminos, por la gran cercanía entre ambos.

Foto: José Latova

*Fuente: boalo.blogspot.com

Los indicios de la presencia de seres humanos en el entorno de El Boalo se remontan a los tiempos de transición entre el Neolítico y la Edad del Bronce, hace tres o cuatro mil años. Dicha etapa se denomina Calcolítico. Recientemente se ha descubierto un túmulo en las vegas del río Samburiel, que viene a arrojar nueva luz a las investigaciones sobre enterramientos tumulares en la Comunidad de Madrid. Además, junto al Túmulo de las Vegas de Samburiel también se ha descubierto un área de poblado asociado al túmulo de enterramiento.
El hallazgo ha sido posible gracias a la intensa labor de prospección que viene realizando el arqueólogo Jesús Jiménez Guijarro en aquellas zonas susceptibles de contener registros arqueológicos neolíticos, dentro del proyecto de investigación sobre megalitismo y poblamiento neolítico en la Comunidad de Madrid. El enterramiento de la vega del río Samburiel se ha relacionado con otros restos funerarios encontrados en noroeste de Madrid, como el dolmen de Entretérminos (situado entre Alpedrete y Collado Mediano), referencia megalítica casi olvidada.



miércoles, 10 de diciembre de 2014

El falo apotropaico de la Casa de los Plintos de Uxama, El Burgo de Osma

No hace mucho hablamos del falo de la muralla romana de Ampurias, el cual se encuentra en una de las puertas de entrada a esta antigua colonia griega, la más importante en la Península Ibérica. Hoy hablamos de otro que se halla en otra puerta, pero en este caso, no de una muralla, sino de una casa romana de grandes dimensiones en Uxama, la conocida como Casa de los Plintos. De éste, al igual que de todos los de este tipo, se dice que es un falo apotropaico, es decir, protector o de carácter mágico, con la creencia de que aleja el mal y propicia el bien. Está más desgastado que el Ampurias, pero con un poco de atención, se localiza sin gran dificultad, encontrándose en un sillar a la izquierda de la puerta principal de la casa.
De Uxama -Uxama Argaela- hay que decir que fue una importante población arévaca, origen de Osma y, posteriormente, de Burgo de Osma. El cerro donde se hallaba esta antigua población fue abandonado tras la invasión musulmana. Merece mucho la pena su visita, desde donde, además, se puede disfrutar de unas maravillosas vistas al río Ucero, a la población de Burgo de Osma, además de a un extenso horizonte que va desde el Sistema Central, al valle del Duero, al Sistema Ibérico, con el omnipresente Moncayo, en gran parte de estas tierras, o al propio Cañón del Río Lobos.

Foto: Iberia Mágica

*Fuente: cartel explicativo en Uxama

La entrada principal de la casa, marcada en la propia acera formando un pequeño porche, comunica directamente con un amplioa atrio o patio, que en este caso debió de ser cubierto. El símbolo fálico, tallado en uno de los sillares de la puerta, pretende proporcionar fertilidad y prosperidad a los propietarios de la casa.

Arriba, a la derecha de la imagen, se puede observar la puerta principal de entrada - Foto: Iberia Mágica

sábado, 6 de diciembre de 2014

El casco celtíbero de La Fuentona de Muriel, Muriel de la Fuente

Los cascos celtíberos han sido, tristemente, muy nombrados el pasado año por una subasta realizada en Alemania de un buen número de ellos expoliados en Aranda de Moncayo. Pero, dejando al margen este tipo de cuestiones, hoy quiero hablar de uno que sí está localizado en lugar público -o más bien gestionado por Administraciones-, como es el casco celtíbero hallado hace unas décadas en La Fuentona, un bello manantial, de aguas de color turquesa, existente en el municipio de Muriel de la Fuente, en la comarca castellana de Tierras del Burgo. Es uno de los "monumentos" naturales más conocidos de la provincia soriana y, como en tantos otros lugares de este tipo -sobre todo pozos, simas o lagunas-, son muchas las leyendas creadas alrededor de este manantial.
A buen seguro, este tipo de tradiciones venían de bien antiguo, pues el casco celtíbero protagonista de hoy, se cree fue arrojado a La Fuentona como ofrenda, en un tipo de ritual que se ha documentado en otras muchas fuentes, manantiales y lagos, no sólo de la Península Ibérica, sino de gran parte del continente europeo, sobre todo en el ámbito céltico. A La Fuentona la tradición también la conoce, por su gran profundidad (a día de hoy desconocida aún), como Ojo de mar y esto nos hace recordar el Pozo Airón de La Almarcha, al que también se le denomina de esta forma.
Desconocemos si La Fuentona de Muriel estuvo consagrada a Airón, dios acuático del inframundo, y una de nuestras divinidades prerromanas predilectas, pero, de no ser así, bien lo pudo estar a otra similar, ya fuera en forma masculina o femenina.
Desde Calatañazor, antigua Celtiberia, y población muy cercana a La Fuentona, es un honor poder dedicar esta ficha a un enclave tan atrayente y mágico como éste, el cual hemos conocido hoy mismo.

La Fuentona - Foto: Iberia Mágica

*Fuente: El casco celtibérico de Muriel de la Fuente (Soria) y los hallazgos de cascos en las aguas en la península ibérica -  Raimon Graells i Fabregat

El casco de Muriel de la Fuente, recuperado en el lecho del río Avión, a unos 200 m de su nacimiento, viene a sumarse a los conocidos hallazgos de cascos en contextos acuáticos, de los que se conoce un interesante conjunto en la Península Ibérica, con una amplia cronología desde el Bronce Final hasta el siglo II a.C. y en los que destaca una inutilización o fractura de alguna de sus partes hecho que permite distinguir de manera clara los ejemplares ofrendados a las aguas en lo que podemos defmir como un ritual particular.
[...] Dado que en la religión céltica muchas de las divinidades aparecen vinculadas con espacios naturales, como fuentes o manantiales, parece justificado relacionar el hallazgo con prácticas votivas. El culto relacionado con peñas, árboles y fuentes es mencionado por S. Martín Dumiense, confirmando su práctica hasta epoca medieval. La elección del casco como protagonista del depósito, dado su valor simbólico, ya comentado, y el acto de depositarlo en un espacio natural singular, confieren al casco de Muriel de la Fuente una dimension ritual incuestionable, confirmada por la recurrente presencia de cascos en los principales ríos peninsulares y de la Europa centro-occidental. El casco de Muriel de la Fuente respondería por tanto a una tradición ancestral que debe considerarse en relación a las creencias celtas atestiguadas en diferentes territorios de la Peninsula Iberica, como ha destacado Almagro-Gorbea.


Casco celtíbero de La Fuentona en el Museo Numantino de Soria - Foto: lafuentona.com

La Fuentona - Foto: Iberia Mágica




miércoles, 3 de diciembre de 2014

Megalitos y conjunto rupestre de Facinas, Facinas-Tarifa

En Facinas, pedanía de Tarifa, en la comarca de Campo de Gibraltar, encontramos un curioso conjunto rupestre formado por tres dólmenes y dos menhires. Entre los dólmenes tenemos el de La Mesta, el del Bujeo y el del Cerro del Mirador; entre los mehires, el de Tribucio y el de la Vaguada. El Dolmen de La Mesta es conocido popularmente como "La Casita" y conserva los ortostatos y la losa horizontal. El Dolmen del Bujeo, según el autor de la web en la que hemos encontrado la información sobre este conjunto megalítico, prehistoriadelsur.com, parece ser una cista funeraria; el Dolmen del Cerro del Mirador es el de peor estado de conservación, pues las piedras que lo integraban se encuentran algo dispersas.

Dolmen de la Mesta - Foto: rutasyfotos.com
Hablando de los menhires, el de Tribucio parece marcar -o sacralizar- un antiguo manantial cercano. De ser cierta esta suposición, estaríamos ante una manifestación de culto al agua que pudiera venir del propio Neolítico. El segundo menhir, el de la Vaguada se encuentra muy cerca del Dolmen del Bujeo, lo que hace suponer que esté asociado al mismo. Destaca también una piedra con forma de tortuga, por lo que es conocida como "El Tajo de la Tortuga".
Estamos en un municipio, el más meridional de la Península Ibérica y de la Europa continental, con bastantes manifestaciones rupestres y prehistóricas. Ahí tenemos los ejemplos, que ya trajimos a Iberia Mágica, de la Cueva del Moro, de la Cueva del Sol o la Peña Sacra de Ranchiles -o Piedra de la Escalera-.

"El Tajo de la Tortuga" - Foto: rutasyfotos.com


martes, 2 de diciembre de 2014

Tholos calcolítico de la Encantada de Almizaraque, Cuevas de Almanzora

Hace escasos días estuvimos en la exposición que en estas fechas ofrece el Museo Regional de Alcalá de Henares sobre el fotógrafo José Latova titulada "José Latova. Cuarenta años de fotografía arqueológica española. 1975-2014". En ella pudimos contemplar magníficas fotografías del que dicen es uno de los grandes referentes de la fotografía arqueológica. Supimos de distintos yacimientos, como el que hoy traemos, gracias a algunas de sus fotos, que iremos trayendo poco a poco a nuestra página. Hoy, en concreto, aportamos una de sus fotos, que pudimos fotografiar en la propia exposición, del Tholos calcolítico de la Encantada de Almizaraque, en la población de Cuevas de Almanzora, en la comarca Levante Almeriense.

José Latova - año 1982

*Fuente: Las sepulturas y el ritual funerario en la Prehistoria reciente del sudeste español - Myriam Llorens Liboy

La necrópolis de la Encantada se encuentra junto a este yacimiento -Almizaraque- y también fue descubierta por Luis Siret que en 1907 comienza las excavaciones. Se mencionan tres tumbas tipo tholos. La número I es la más cercana al poblado y mejor conservada. En el centro de la cámara se encontró un hoyo de una columna de madera, bastantes cuentas esteatita, caleíta y mármol hoy desaparecidas. La Encantada II, totalmente destruida, presentaba cámara circular, hacia Poniente, mientras que la Encantada III, casi desaparecida, se sitúa hacia Levante, más cerda del "tell" del poblado.


 
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