miércoles, 30 de noviembre de 2011

Templo tartésico de El Convento de la Campiña, Montemayor-La Rambla

Hoy nos acercamos a lo que fue territorio de la primera civilización ibérica conocida, la antigua Tartesos. En concreto, entre los municipios cordobeses de Montemayor y La Rambla hace dos años salió a la luz pública la existencia de una edificación cuya interpretación le ha otorgado un carácter sacro en el yacimiento arqueológico de El convento de la Campiña. Su gran antigüedad -ha sido fechado en el siglo VII a. C.- lo sitúa entre el periodo propiamente tartésico y el íbero de los que luego fueron conocidos como turdetanos. En el mismo destaca la existencia de un pozo excavado en la roca.

















*Fuente: diariocordoba.com

El Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía ha aprobado hoy la inscripción del yacimiento de El Convento, localizado entre los municipios cordobeses de Montemayor y La Rambla, en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz, con la tipología de Zona Arqueológica. La Junta ha informado en un comunicado de que en este enclave protohistórico se conservan los restos de un edificio de culto del siglo VII A.C. del final de la cultura tartésica y principios de la íbera, descubierto durante las intervenciones arqueológica previas a la construcción de la autovía Córdoba-Málaga. Situada en una zona de la campiña, la edificación es de planta rectangular, se apoya directamente en la roca sin ningún tipo de cimentación y cuenta con una escalinata de acceso y con muros perimetrales de adobe revestido de cal y pigmentos rojos, en los que se abren vanos para la iluminación y ventilación. Su interior alberga un pozo excavado en la roca y colmatado por diversos materiales, entre ellos escorias de metal, restos de cerámica y un pequeño fragmento de cráneo humano.
Para preservar el edificio y evitar su destrucción, todo el conjunto se selló y cubrió intencionadamente con un túmulo de depósitos de arcilla de la zona, cal y arenas. La zona arqueológica delimitada ocupa una extensión aproximada de 1.600 metros cuadrados, a la que se añade un entorno de protección de una hectárea que engloba el camino de acceso al yacimiento.

martes, 29 de noviembre de 2011

La Cova dels Pilars, Agres

Al norte del Parque Natural de la Serra de Mariola encontramos esta antigua cueva-santuario del mundo íbero. La iconografía de un vaso de estilo ático encontrado en la misma ha hecho llegar a la conclusión de que estamos ante un lugar de culto dedicado al tránsito de la edad infantil a la adolescente o adulta del ser humano. Justo en la ladera de enfrente se hallan los restos del poblado de la Covalta, lo que hace conectar este santuario con dicho poblamiento.

















*Fuente: "Paisajes sagrados del área central de la Contestania ibérica", Ignacio Grau Mira

La Cova dels Pilars es una cavidad compuesta por una estrecha obertura y una amplia sala dividida por una colada estalagmítica central a modo de columna. Explorada de antiguo y en los años 70 del siglo pasado, ha proporcionado un valioso repertorio material en el que destaca un ánfora ática de figura rojas de mediados del siglo V a. C. y más de un centenar de ollas de cerámica ibérica de cocina, así como otras piezas como vajilla importada, fina ibérica y aretes de bronce. El análisis de estas evidencias, principalmente el estudio iconográfico del excepcional vaso ático, han llevado a suponer que se trata de un espacio de culto en el que se desarrollarían rituales de tránsito de edad por parte de los adolescentes del lugar que legitimarían ante la divinidad del lugar su posición preeminente en el seno del grupo ibérico. Enmarcado en sus coordenadas temporales, habría que situar el origen de la actividad ritual de Els Pilars hacia fines de época ibérica antigua, en los momentos que se gestaban los procesos sociopolíticos de cohesión de las élites y geopolíticos de formación del territorio ibérico.

jueves, 17 de noviembre de 2011

Necrópolis ibérica del Corral de Saus, Moixent

La necrópolis del Corral de Saus se encuentra en el valle de río Cànyoles, en la comarca de La Costera. Seguramente sea la necrópolis del conocido y cercano poblado íbero de la Bastida de les Alcusses, aquél en el que apareció la famosa figura de bronce conocida como El guerro de Mogente, una especie de exvoto que representa a un guerrero íbero montado a caballo. Estos días la necrópolis está de actualidad pues se ha descubierto un horno industrial de producción de cal, seguramente del I milenio a. C., donde se esperaba hallar un monumento funerario. Pero nuestro tema de hoy es hacernos eco sobre todo de la singularidad que en esta necrópolis se da, no en cuanto a que hayan sido documentados tanto el período arcaico como el orientalizante, sino por como se desmontan y se mutilan monumentos del primer período para construir los del segundo, algo muy particular de esta necrópolis íbera.
















Horno industrial descubierto recientemente en la Necrópolis del Corral de Saus


*Fuente: Folleto publicado por la Comunidad Valenciana

Esta necrópolis es básica para el conocimiento del período orientalizante o arcaico de la Cultura Ibérica. Con los restos encontrados se demuestra que a principios del Siglo IV a. C. todo el mundo representado por los animales fantásticos y exóticos extraños al propio mundo indígena, se vino abajo, y cómo en las tumbas cuadrangulares, con gradas o sin ellas, se emplea trozos de sus monumentos previamente desmontados, escuadrados, corazados y cercenados o mutilados en su caso. Se trata, pues, de una necrópolis única y singular.El monumento de estructura funeraria que podemos hallar en el Corral de Saus es el conocido por el de tipo pilar-estela, cuya principal característica es la de estar compuesto por un basamento escalonado, pilar, capitel y un remate escultórico zoomorfo (toros, leones, ciervas, esfinges y sirenas). Del análisis de los restos arquitectónicos y escultóricos procedentes de los pilares-estela, destaca el capitel de gola decorada con las "damitas", con granadas y adormideras características de la cultura ibérica y la iconografía mediterránea. [...] El rito funerario de los íberos era el de la incineración o cremación del fallecido junto con sus pertenencias sobre una pira de troncos, en un lugar destinado a este fin. Posteriormente se recogían las cenizas y se introducían en una cerámica, la cual, a su vez, se enterraba en un hoyo. Alrededor acompañaban al difunto diversos enseres para su viaje al más allá (vasijas cerámicas de distintos tipos, armas, adornos personales, alimentos, etc.). Todo este conjunto de urna y ajuar era cubierto de distintas maneras, según su categoría social un simple túmulo de tierra, un encachado de piedras, una estructura piramidal rematada con alguna escultura), y de todos estos tipos hallamos ejemplos en el Corral de Saus.

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Sacrificios en Segóbriga, Saelices

Hoy volvemos a Segóbriga, la antigua ciudad celtibérico-romana que ya visitamos para dejar constancia de su interesante santuario doméstico dedicado a Zeus. La caput Celtiberiae, como la denominó Plinio, seguramente no sea hoy la última vez que aparezca en este blog, pues son más las sorpresas que nos depara en relación a vestigios propios de la temática de esta página. Hoy volvemos a tratar sobre los sacrificios, aquellas prácticas colectivas y rituales de la Antigüedad, pues Sexto Julio Frontino nos cuenta que Viriato tomó esta ciudad, como cometido de su lucha contra la dominación romana, cuando los segobricenses celebraban uno de estos rituales, con lo que aprovechó un momento de celebración para encontrar más vulnerable la toma de este enclave, tributario ya de Roma por aquel entonces. Pero dejemos que sea el gran investigador José María Blázquez quien nos cuente.

















*Fuente: "La religiosidad de los pueblos hispanos vista por los autores griegos y latinos", José María Blázquez

Se sabe que las ciudades, en fechas determinadas del año, celebraban sacrificios especiales colectivos. Viriato cayó sobre los segobricenses cuando celebraban una de estas ceremonias (Frontino, III II, 4). Este hecho sucedió en Segóbriga, cerca de Saelices, en la provincia de Cuenca, en el año 145 a. de C. No se conoce más que la existencia de estos sacrificios colectivos, ignorándose el rito y las particularidades.Probablemente los sacrificios colectivos iban precedidos de comidas, como entre los germanos.

lunes, 14 de noviembre de 2011

Los petroglifos y laberintos de la Maragatería, Lucillo

En esta emblemática comarca, a los pies del sagrado Teleno, encontramos un importante núcleo de petroglifos que rivalizan con los más famosos de las Rías Baixas, siendo hasta el momento bastante más desconocidos. Pero, lo más característico, es el gran número de laberintos representados en estas antiguas piedras sagradas del Neolítico de la Maragatería, identidad figurativa no muy común entre estas representaciones, no siendo muchos los ejemplos existentes, por ejemplo, en el abundante núcleo gallego en petroglifos, donde apenas se pueden contar unos pocos entre los que destaca el de Mogor, del que ya dimos cuenta por aquí hace dos años. Así, este aspecto es el que más ha asombrado a los investigadores y amantes de lo concerniente a estas representaciones de la Prehistoria. Hoy traemos las explicaciones que, hace escasos días, realizó en un programa de radio un gran aficionado y estudioso, además de divulgador, de estos ya conocidos como Petroglifos de la Maragatería.

















*Fuente: Juan Carlos Campos; intervención en el programa radiofónico Ser Historia - 6 de noviembre de 2011

Han sido encuadrados dentro de las primeras sociedades agricultoras, nos iríamos al inicio de la Edad de los metales, al Calcolítico, por lo que tendrían, aproximadamente, unos cuatro mil años de antigüedad. En toda Castilla León, no sólo en la Maragatería y León, apenas hay petroglifos históricos al uso de los que tanto se encuentran en Galicia. Ha llamado la atención bastante el hecho de que aparezcan por aquí doscientos kilómetros tierra dentro del núcleo principal de los petroglifos que sería las Rías Bajas, la parte de Pontevedra y demás. Dentro de la novedad de lo que es encontrar petroglifos en esta zona, después nos vamos a los motivos representados y también son singulares porque, por ejemplo, en Galicia hay miles de petroglifos en los que aparecen figuras humanas -antropomorfos-, zoomorfos -sobre todo ciervos-, escenas de monta, puñales, escenas de casa y sólo aparecen cinco o seis laberintos en todo el arte rupestre gallego, por lo que es un símbolo muy escaso. Los laberintos de la Maragatería son, por lo menos, mil años más antiguos que el famosos laberinto grabados en la Tablilla de Pilo, por lo que, más que decir que la Maragatería podría ser la cuna del laberinto, yo sumaría fuerzas con Galicia y diría que el noroeste peninsular sería la cuna de la representación del laberinto mientras nuevos descubrimientos no digan lo contrario. No hay en el mundo una zona donde se puedan ver tantos laberintos juntos como en esta zona, con lo que si imagináramos un posible templo en el mundo sobre esta representación, este estaría en este pequeño rincón de Maragatería.

viernes, 11 de noviembre de 2011

Santuario fenicio de Caura - Cerro de San Juan, Coria del Río

Con el enclave que hoy traemos queda patente esa, aparentemente, pacífica relación que se dio entre la población autóctona y la púnica en la primera mitad del I. milenio a. C. En Coria del Río, la antigua Caura citada por Plinio y situada en el conocido actualmente como Cerro de San Juan, se documentó un barrio fenicio articulado alrededor de un santuario que es nuestro protagonista en esta fecha de curiosa coincidencia numerológica dentro del calendario que rige por esta parte del mundo. Este templo estaba consagrado a Baal Safón, protector de los navegantes, cuya actividad estaba tan desarrollada dentro de este pueblo originario del oriente mediterráneo y que les trajo tan amplia prosperidad a través del comercio marítimo, constituyéndose en los más importantes comerciantes de Occidente en este periodo. Tal y como se dice en la fuente que hoy traemos, en aquellos tiempos, la antigua Coria se encontraba prácticamente en la desembocadura del Guadalquivir, estando hoy a unos 70 kilómetros de la misma.

















Coria del Río

*Fuente: Centro de Estudios Fenicios y Púnicos

Caura (Coria del Río), Sevilla. Topónimo de raíz indoeuropea relacionado con el significado de lugar prominente y citada por Plinio, nat. 3.11. entre los oppida del conventus Hispalensis. Aunque hoy dista unos 70 km. del mar, el asentamiento se situó en lo que fue en época protohistórica la desembocadura del Guadalquivir. Durante la primera mitad del I milenio a. C. en un sector del poblado tartésico, se asentó una pequeña comunidad fenicia, lo que acabó por conferirle al lugar un carácter plenamente urbano. Esos colonos construyeron un barrio de casas inspiradas en modelos orientales, que se dispusieron en damero en torno a un santuario consagrado a Baal Safón en calidad de divinidad protectora de los navegantes. El templo fue levantado al menos cinco veces entre los siglos VIII y VI a. C., pero no parece que tuviera uso como recinto sagrado en la fase turdetana de la ciudad. A la luz de estos datos, una lectura reciente ha permitido proponer la identificación del Cerro de San Juan con el Cassius mons citado por Avieno. La ciudad jugó un importante papel en los intereses comerciales fenicios y en el diseño de la ocupación colonial del paleoestuario del Guadalquivir, de manera que no se comprende del todo su relevancia estratégica en el ámbito fluvial y marítimo si no se inserta en el conjunto de sitios que, como El Carambolo o la propia Hispalis, estuvieron íntimamente vinculados a la presencia oriental. Dispuso de ceca propia en el s. II a. C.

jueves, 10 de noviembre de 2011

El Dólmen del Prado de las Cruces, Bernuy Salinero

A pocos kilómetros de Ávila, en el municipio de Bernuy Salinero, se encuentra el Dólmen del Prado de las Cruces. Éste, cuando fue excavado, no se encontraba en un buen estado de conservación; muchos de estos dólmenes han sido desmantelados a los largo de los siglos y milenios, con lo que son muy pocos los que han llegado de una manera más o menos íntegra hasta nosotros. Con el Dólmen del Prado de las Cruces, además de dejar constancia de él en esta página -en una zona como el centro peninsular en el que no son demasiado abundantes los testimonios que han llegado hasta nuestros días-, queremos centrarnos en el uso ritual que se hizo de estos monumentos durante largos periodos de tiempo que abarcaban no sólo siglos, sino milenios, como es el caso de este dolmen. En él, y en sus alrededores, se han hallado ajuares pertenecientes a distintos periodos que van desde el Neolítico a la Edad del Bronce.


















*Fuente: José María Pita, territorioveton.com:

Ocupado entre el cuarto y el segundo milenio (A.C.), el dólmen del Prado de Las Cruces es un dolmen de corredor, con entrada orientada al este. La cámara circular tiene un diámetro aproximdao de 3,5 m y la longitud de la galería es de 4,3 m. En la excavación llevada a cabo por el citado Fabián, aparecieron ajuares que testimonian una larga ocupación a lo largo de los siglos, tanto por la variedad de los objetos, como por haber sido encontrados fuera del sitio apropiado, o sea removidos al desocupar y realojar el dólmen con nuevos enterramientos. Entre los objetos encontrados, hoy depositados en el Museo de Ávila, hay abundante cerámica de distintas épocas, puntas de flechas, cuentas de collar –algunas con incrustaciones de variscita procedente de la provincia de Zamora–, microlitos geométricos, etc., en su mayoría datados en el período que abraca del 2500 al 1700 A. C. (Edad del Cobre). El resto del material encontrado ha permitido datar la ocupación del dolmen entre finales del Neolítico y la Edad del Bronce, como ya habíamos apuntado.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

El Altar da Pena Escrita, Vilar de Perdizes-Montalegre

Ya mencionamos, a través de una fuente, a este altar cuando visitamos en este blog, hace más de dos años, el Monte Larauco, que como su nombre indica toma por teónimo el del propio dios indígena-galaico de Larauco o Larouco; y lo mencionamos porque es uno de los altares rupestres que se encuentran cercanos a este monte y del que se cree fue consagrado también a dicho dios. Todo esto se deduce no sólo por su proximidad al monte -se encuentra al Sur del mismo- sino por el hallazgo de dos aras, a no mucha distancia, de un tamaño que coincide con dos huecos del altar en el que se presupone estuvieron fijadas dichas aras. En una de esas aras aparece el nombre del mencionado dios Larauco y en la otra el del dios Júpiter, de lo que se ha deducido que quizás el dios local fuera un equivalente del romano. Una vez más nos encontramos con otra "Piedra Escrita", denominación que ha llegado hasta nuestros días para identificar muchas de estas manifestaciones rupestres a lo largo y ancho de la Península Ibérica.


















*Fuente:
Inscripciones rupestres y espacios sagrados del norte de Portugal: nuevos datos y contextualización. Maria Joao Correia Santos

Dado a conocer por primera vez en 1978 por Lourenço Fontes, el llamado "altar da Pena Escrita" ha sido repetidamente mencionado en la bibliografía, debido al hallazgo de dos altares votivos en sus cercanías.
[...]La estructura está tallada en un afloramiento granítico a ras de suelo, escasamente destacado en el paisaje, y está formada por tres estrechos escalones rodeada por un triple marco, recordando morfológicamente a un altar votivo con su foculus. Los escalones son particularmente estrechos lo que parece corresponder a un requerimiento más simbólico que funcional. Inmediatamente después del último escalón, ha dos rebajes cuadrangulares de idénticas dimensiones y claramente situados en un eje simétrico respecto a la cavidad rectangular. Esto recuerda el hallazgo de dos altares votivos en las cercanías cuyas dimensiones encajan perfectamente con las de las mencionadas cavidades. El primero de ellos está dedicado a LARAVC/O. D. MAX/ PE(VEL F) D MAX/VMO. V/ a. S. y el segundo IOVI/ O MAX/ CAPITO / CARAI / V L A S. Aunque no hay una relación directa entre el lugar del hallazgo de estos epígrafes -en Portelo- y Pena Escrita, es muy tentador relacionarlos entre sí. De hecho, el mismo nombre de "peña escrita" es, en este sentido, muy interesante ya que la confirmada ausencia de inscripciones o grabados rupestres podría relacionarla con otras "piedras escritas" originalmente asociadas al monumento. Además, dada la correspondencia de las dimensiones de las dos cavidades documentadas en la estructura con las de la base de las aras, podríamos admitir la posibilidad de que fuese éste el punto original donde los altares estuvieron colocados.


 
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