*Fuente: siegaverde.es
En el yacimiento se encuentran catalogados hasta 94 paneles con más de 500 representaciones de animales y algunos signos esquemáticos. Predominan sobre todo los cérvidos, bóvidos y caballos, aunque las imágenes de especies hoy extinguidas y propias de climas glaciares, como los renos, bisontes o rinocerontes lanudos, nos indican su pertenencia a una época muy lejana, en la que alternaron momentos más templados con otros muy fríos.Las similitudes de estas representaciones con las de la estación de Foz Côa y con algunos rasgos de las existentes en las cuevas de la cornisa Cantábrica, han permitido a los especialistas asegurar que los grabados de Siega Verde fueron realizados por los hombres del Paleolítico Superior.Los grabados de Siega Verde se llevaron a cabo dibujando sobre las rocas de esquisto las siluetas de los animales, siempre de perfil, añadiendo algunos trazos para reflejar los detalles anatómicos: crines, hocicos, musculatura, marcas en el pelaje, etc.Se utilizaron, principalmente, dos técnicas para la realización de las imágenes, el piqueteado, que delimita a base de puntos el contorno de la figura, y la incisión o dibujo a través de una fina línea grabada, sistema preferido para las figuras de menor tamaño. Además, se utiliza en ocasiones, combinada con las técnicas anteriores, la abrasión o raspado, que da lugar a surcos más anchos o profundos.
Las composiciones de los paneles tienen un significado complejo que se nos escapa. Solitarias o formando escenas, dinámicas o en posiciones estáticas, estas representaciones de la fauna que pobló la Meseta durante la última glaciación, nos hablan del mundo simbólico de los hombres paleolíticos, de la propiación mágica de la caza y quizá de la distribución de los territorios entre las tribus cazadoras.