miércoles, 30 de octubre de 2013

Enterramiento del neolítico en Plaça de la Gardunya, Barcelona

Estamos cerca de la celebración de una festividad ancestral, un tiempo en el cual, según nuestros antepasados, el mundo de los muertos y el de los vivos se entrecruzan o se unen. Vemos una vez más, que durante los solsticios, equinoccios y momentos intermedios entre unos y otros, como en el que nos encontramos, se celebra el mayor número de festividades de lejano origen. El culto a los difuntos, manifestado a través de, por ejemplo, la festividad del samaín -o samhain- se da en este momento de entrada en las tinieblas de un invierno que poco a poco se va aproximando, con la mitad del camino recorrido entre el equinoccio de otoño y el solsticio de invierno en el hemisferio norte terrestre y que ha llegado, como es bien sabido, a la actualidad, en su forma cristiana,a través del Día de difuntos. De este modo, esta semana, he creído conveniente realizar una serie de fichas en las que queda de manifiesto el culto a los muertos que, durante distintos periodos de la humanidad, ya sean históricos o prehistóricos, se han dado.
Ayer la ficha fue dedicada al mayor enterramiento prehistórico de la Península Ibérica, perteneciente al Calcolítico. Hoy va dedicada a un enterramiento individual del Neolítico. Hace unos 6.000 años una mujer del neolítico fue enterrada junto a lo que hoy día es la Plaça de la Gardunya y el Mercado de la Boquería, en El Raval de Barcelona. Vaya hoy nuestro recuerdo a esta mujer, antepasada nuestra.

elpais.com

*Fuente: elpais.com, 20/04/2011

Los restos inhumados, posiblemente de una mujer que vivió hace 6.000 años, con algunos de los elementos de su ajuar, han aparecido durante las obras de ampliación del parking en la plaza de la Gardunya de Barcelona, según ha explicado Ferran Puig, jefe de servicio de Arqueología del Museo de Historia de Barcelona (MUHBA).

Enterrada en posición fetal y acompañada de sus objetos de ornamento personal líticos y de hueso, como un brazalete de cuentas de variscita, un material proveniente de las minas neolíticas de Gavà; un collar de esteatita y un colgante con el colmillo de un jabalí, la mujer perteneció, según Puig, a un grupo de personas nómadas según las temporadas del año, que cultivaba y era ganadero de forma incipiente y que recolectaba moluscos.

Junto a la Plaça de la Gardunya, en esta foto aérea, se pueden apreciar las obras donde se halló el enterramiento neolítico - Google Maps

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