Silio Itálico decía de los cántabros que el suicidio era una decisión que practicaban con cierta frecuencia, sirviéndose del veneno del tejo que siempre llevaban encima. La causa generalmente era la guerra y el honor, en el caso de que un jefe muriese en combate sus seguidores solían quitarse la vida usando las hojas de tejo que llevaban. También los ancianos que se veían impedidos recurrían a este veneno.En Cantabria hay un bosque de tejos, "La braña de los tejos" en el valle de Lamasón, en un paraje impresionante con los Picos de Europa levantándose enfrente y todo el valle de Liébana a nuestros pies y las montañas más altas de la Cordillera Cantábrica, como Peña Prieta, Peña labra, etc rodeándonos. Un lugar lleno de belleza y magia que merece la pena conocer.
(Kentaber, celtiberia.net)
No hay comentarios:
Publicar un comentario