domingo, 10 de marzo de 2019

La Montaña sagrada de Penyagolosa y el dios Lug, Vistabella del Maestrazgo

Nos acercamos a una abrupta y atrayente comarca, como es El Maestrazo. En este caso el Maestrazo castellonense, pues ya sabemos que esta comarca abarca una parte aragonesa-turolense y otra valenciano-castellonense. En concreto, nos acercamos a Vistabella del Maestrazo, municipio en el que existe una montaña sacralizada a través de un santuario, el de San Juan Bautista de Peñagolosa -o Santuari de Sant Joan de Penyagolosa en lengua vernácula-, que es la Montaña de Penyagolosa, una cima subida por numerosos excursionistas y que, leyendo al gran Juan García Atienza, hemos conocido la hipótesis que lo emparenta con el mítico dios céltico de Lug. Hemos de recordar que esta zona no era, durante el primer Milenio a. C., un territorio ocupado por etnias célticas, sino íberas, pero, de ser cierta la hipótesis, tampoco sería del todo extraño, pues se encuentran, a veces, distintas muestras teonímicas diseminadas en zonas en las que no se estimaría, de entrada, el hallarlas. Bien pudiéramos estar ante un caso "extraño" de este tipo. El investigador Álvaro Monferrer, pocos años después, también abundaba en lo apuntado por Atienza, afirmando lo siguiente en un artículo, de 1986, que trataba de rastrear la toponímia de esta montaña: "este nombre vendría a ser una metátesis de “Peña Lugosa”, es decir, montaña sagrada bajo la advocación del dios celta Lug, un dios negro, pero luminoso, creador, músico y poeta, con el cuervo y el lobo como animales símbolo."
Hoy, el texto que acompaña, como fuente, a esta entrada, viene a relatar una interesante peregrinación que se realiza, desde la población de Les Useres, al santuario anteriormente mencionado, en la que trece peregrinos se acercan, el último viernes de abril, a rendir pleitesía a dicho santuario y, por ende, a la propia montaña en la que, a cuyos pies, éste se encuentra, origen, posiblemente, del propio culto que ha pervivido con el transcurso de los siglos y milenios.

Montaña de Penyagolosa - Foto: lasrutasdemoskys.blogspot.com

Fuente: lesuseres.es

El último viernes de Abril el pueblo de Les Useres, en la Comarca de l’Alcalatén, rememora una antigua tradición que nos sumerge de lleno en la Edad Media. Son trece hombres, el guía y doce peregrinos (en representación de Jesucristo y los doce Apóstoles), acompañados por tres cantores, el cura, el representante del Ayuntamiento, los clavarios, el depositario, las promesas y el grupo de las càrregues, los que renovarán un año más el voto de todo el pueblo al marchar en peregrinación penitencial hacia el santuario de San Juan de Peñagolosa.
[...] El viernes de madrugada empieza el ritual con la misa de las càrregues, luego la de los Peregrinos, después se realiza la procesión de salida donde irán descalzos sobre un manto de hiedra, y con un sepulcral silencio solo roto por lo cantos gregorianos de los cantores que empapa el aire de las calles empinadas del pueblo. Ya en el Filador, se calzan y emprenden el camino de unos 35 kilómetros cada jornada, divididas en seis estaciones; donde los cantores no dejarán nunca de cantar los cantos propios de cada estación, y los otros rezarán las diversas partes del rosario.
El momento culminante de la peregrinación llegará el sábado por la mañana en el santuario de San Juan realizándose la ceremonia del Perdón, en la que el Guía en representación de Jesucristo les pedirá perdón y les besará los pies rememorando aquello que los antepasados transmitieron de padres a hijos a lo largo de los siglos. Según manda la tradición nada de lo que allí dentro ha pasado se tiene que decir, donde cada uno de los Peregrinos se quedará con la esencia de los actos y palabras que les transmitirá el Guía. Luego iniciarán el regreso hacia Les Useres, tras el paso por el pueblo de Chodos, llegando por la noche con la procesión de entrada al pueblo. Y una vez más se habrá cumplido la promesa de los antepasados, donde Les Useres quedará otra vez en el vaivén de la vida cotidiana, esperando ahora a la otra peregrinación hermana y menos conocida, la del Piló de la Creu, en memoria de la invención de la Santa Cruz del día 3 de mayo, con unos rituales semejantes a dicha peregrinación, y que ya aparecen documentados en el famoso Pleito contra la vila de Adzaneta del siglo XVII. 


Los peregrinos de Les Useres - Foto: lesuseres.es


3 comentarios:

  1. Miguel E. Lozanomartes, marzo 12, 2019

    Hola de nuevo estimado Argantonios.
    Estuve una vez en Les Useres, y sabía de esta peregrinación, muy conocida en la provincia de Castellón. Penyagolosa ciertamente es una de las míticas montañas ibéricas, aunque desconocía esa vinculación con lo celta, tratándose como bien dices de una zona plenamente íbera. Gracias por la ficha.
    Menos conocido es el Santuario de La Balma, ubicado algo más al norte, en Zorita del Maestrat. Aunque en el pasado (no tan lejano) tuvo mucha fama como centro de sanación de "endemoniados", probablemente desde tiempo inmemorial.
    La verdad es que el Maestrazgo es una zona muy misteriosa y con un fuerte poder de atracción.
    Un abrazo, amigo

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  2. Hola, Miguel, encantado de saludarte de nuevo, amigo, y muchas gracias por tu comentario. Sí, sorprende dicha vinculación con el dios pancéltico Lug, aunque, evidentemente, no deja de ser una hipótesis.
    Buena mención al Santuario de La Balma la tuya, otro lugar emblemático, dentro de una muy emblemática y misteriosa comarca, como bien apuntas.
    Otro abrazo.

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    1. Argantonios, esa hipótesis, en principio algo descabellada, puede no serlo tanto, pues los contactos entre los pueblos celtas e íberos eran muy fluidos (tal vez más de lo que pensamos) y la zona ilercavona, estaba anexa a la parte celtíbera. La influencia mutua entre ambos pueblos, probablemente traspasara los límites de la propia celtiberia y fuera aun más alla, no sé. En cualquier caso tengo la sensación de que la influencia de lo celta en lo íbero, fuera mayor que al contrario.
      Un saludo

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