lunes, 16 de julio de 2018

La Cueva y el Hombre de Morín, Villaescusa

Nos acercamos a una zona en la que es más que conocida la abundancia de muestras rupestres y cuevas habitacionales, además de santuarios del Paleolítico. Nos referimos, por supuesto, a Cantabria.
Hoy traemos al blog la Cueva de Morín, en Villaescusa, población de la comarca de Santander.
La cueva fue estudiada en 1910, por primera vez, por dos grandes de los inicios en el estudio del Paleolítico, como fueron Obermaier y Wermet. Desde entonces, han sido varios los estudios de esta gruta, hasta que en 1969 Joaquín González Echegaray y Leslie Gordon Freeman descubrieron al conocido como Hombre de Morín, un ser humano varón, de gran altura -1,85 m- reclinado sobre su lado izquierdo, con las manos a la altura de la cara y las piernas flexionadas. Le faltaban la cabeza y las manos, que se colocaron cerca del lugar que ocupó el cuerpo, en lo que se ha considerado, mayoritariamente por la comunidad científica, como un enterramiento ritual. Pero dejemos que a magnífica web Regio Cantabrorum nos cuente.

El Hombre de Morín - Foto: tacitoenplasencia2010.blogspot.com


Fuente: regiocantabrorum.es

En el año 1969, en plena intervención arqueológica de Joaquín González Echegaray y Leslie Gordon Freeman, los trabajos en el interior de la cueva dieron un resultado sorprendente: Una estructura de época aurinaciense (30.000 años de antigüedad aprox.) compuesta por un fondo de cabaña, señales de una posible empalizada, y cuatro sepulturas fuera de esta última. De todas ellas destacaba una por encima del resto, un hallazgo excepcional que sorprendería a la comunidad científica internacional: “El Hombre de Morín”. Nos encontramos ante un cadáver cuyos tejidos y huesos, gracias al microclima de la cavidad, se habían convertido en una sustancia grasienta plástica (denominada adipociera) que al solidificarse formaron una especie de huella o molde del mismo. Su estado de conservación permitió comprobar que era un individuo de complexión fuerte y unos 1,85 metros, reclinado sobre el lado izquierdo, las manos a la altura de la cara y las piernas flexionadas. La cabeza y los pies habían sido cortados y colocados cerca de la fosa, en lo que parece ser una mutilación ritual. Del mismo modo, en el lugar de la cabeza apareció el “molde” de lo que parece un cervatillo y en los pies un animal mayor, posiblemente un bóvido. Se sabe además que fue depositado en un suelo excavado en forma de trinchera en una fosa de unos 210x52 cm, tapado con tierra (espolvoreado además con ocre rojo) a modo de túmulo y sobre el cual se encendieron hogares en dos momentos diferenciados. Llama la atención la aparición de un pequeño pozo exterior de unos 17 cm de diámetro que comunicaba con el interior. Contenía pequeños fragmentos de huesos quemados. En el interior de la fosa, junto al cuerpo, aparecieron dos piezas líticas de borde cortante que los descubridores asociaron en un principio a un posible ajuar funerario. Para su conservación, se revistió la tumba de fibra de vidrio tanto por los laterales como por debajo de la misma, cortándose y enviándose en el año 1970 al National Museum of Natural History de Washington.
El descubrimiento del “Hombre de Morín” marcó un antes y después en la arqueología regional. Ahora bien, tras lo fantástico de muchas de las interpretaciones en torno al mismo, muchos arqueólogos e investigadores plantean otra realidad igual de valida y que según el contexto, poco o nada tiene que ver con muchas de las afirmaciones realizadas en un principio. Por ejemplo, el “denominado” ajuar pueden ser tan solo dos piezas de industria lítica sin tener ningún componente ritual. Incluso se ha llegado a hablar de que los restos de hogueras por encima de él y el canal de 17 cm eran parte de un “pozo de ofrendas” que comunicaba el exterior de la tumba con el interior. Podríamos estar ante unos individuos donde existía una cierta atención a los muertos, manteniendo incluso relaciones sociales con los mismos tras su fallecimiento…o tal vez no.


Entrada vallada de la Cueva de Morín - Foto: regiocantabrorum.es

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