A pesar de haber visitado dos veces el
Parque Natural de las Hoces del Río Duratón y la
Ermita de San Frutos, dentro del municipio de
Carrascal del Río, no habíamos apreciado unos grabados rupestres, con apariencia de cazoletas, existentes junto al cementerio que se encuentra al borde del acantilado del meandro en el que se haya lo que fue el
priorato de San Frutos. Algo normal, pues, además de tener que reunir las condiciones para ser un gran observador, cualidad que seguramente no ostente, hay que patear continuamente -dos visitas no son suficientes- y conocer a fondo nuestros campos, como bien conoce su comarca
Fernando Sebastián Álvaro, quién nos ha informado y enviado unas fotos, de las que aportamos un par de ellas a la ficha. Desde aquí recomendamos su página web, "
Conoce tu comarca. Lugares Historias, leyendas y paseos por lugares de la provincia de Segovia" (www.conocetucomarca.com) y agradecemos la gentileza de haberse puesto en contacto con quién estas líneas escribe, para informarme sobre éstos y otros testimonios del pasado en su comarca.
La historia y el amor por nuestros antepasados, y sus testimonios, no son patrimonio, únicamente, de científicos, académicos e instituciones, sino de toda aquella persona que se preocupa, altruistamente, por descubrir sus enigmas y patear los campos tras las huellas de ese pasado. Importantes descubrimientos se han producido, a lo largo de la historia, gracias a amantes y aficionados a la
Historia y la
Prehistoria. Desde aquí nuestro más sincero respeto, pues ellos son sus máximos cuidadores y sus máximos defensores ante cualquier intento de atropello.
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Foto: Fernando Sebastián Álvaro |
Se pueden apreciar dos grandes cazoletas, además de un largo canal que comunica lo que parecen otras dos cazoletas, con una tercera en el centro de dicho canal. Este canal parece, o al menos recuerda, a un serpentiforme, aunque no manifiesta forma enroscada o en espiral, como sí se da en otras manifestaciones de este tipo, de ahí que pudiera ser únicamente un canalillo que comunicara esas tres cazoletas. Lo que parece quedar claro es la factura humana de estas cazoletas, lo que nos llevaría a especular que nos encontramos ante un roca que fue, a buen seguro, objeto de culto en la Prehistoria, sacralizando un lugar, que mucho más tarde también fue sagrado para el cristianismo a través de la ubicación del antiguo priorato o monasterio, actual
Ermita de San Frutos, en este lugar. No lejos también se halla el espectacular
Convento de la Hoz, cuyo nombre completo es
Convento de Nuestra Señora de los Ángeles de la Hoz del Río Duratón.
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Foto: Fernando Sebastián Álvaro
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