Reproducción colocada en Baldatika - Foto: urdaibai.org |
*Fuente: urdaibai.org
Hemos podido comprobar la existencia sobre las tres caras de la estela de dos tipos diferentes de incisiones: una de grabado grueso y profundo, utilizado para abrir los motivos antropomorfos y discoideo que se encuentran centrados en las caras que ocupan; y otra, infrapuesta a la anterior, de naturaleza más fina y menos profunda, destinada a dibujar los motivos geométricos a base de líneas paralelas y figuras circulares que en todos los casos se presentan incompletas.
Esta sucesión de trazos marcados en la pieza son evidencias de las diferentes épocas y usos por los que ha pasado la estela de Kurutzeko Ama Birjina. Realmente se pueden diferenciar dos grandes etapas, que coinciden con las dos variantes presentadas por las incisiones: la medieval-moderna y la romana.
[...] No se conserva la totalidad de la estela original, solamente parte de la mitad superior, lo que explica que las decoraciones se presenten incompletas. Para conocer la forma y la iconografía de la pieza hemos de acudir a aquellas otras con las que presenta grandes semejanzas. Estas son las estelas localizadas en Andra Mari de Jainko (Arrieta) y Andra Mari de Parezi (Busturia). Se trata, en ambos casos, de estelas funerarias cuya iconografía (tipo T4) pertenece a un conjunto epigráfico más complejo, en formas y decoraciones, difundido en Bizkaia. Su cronología se sitúa entre finales del siglo I a. C. y los primeros siglos de la presencia romana (s. I-III d. C.). Se trata de una producción que se desarrolla bajo el influjo romano, en técnicas de talla y en estereometría del soporte, pero que porta unos elementos decorativos autócotonos, propios de la sociedad local de tradición indígena. Es por tanto un fragmento de una estela funeraria indígena, tallada ya en época romana, procedente de la necrópolis de un castro próximo, quizás el de Kosnoaga en Gernika-Lumo.
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