domingo, 31 de diciembre de 2017

Carnaval navideño, Alcázar de San Juan

Nos acercamos, para despedir el año, a la ciudad manchega de Alcázar de San Juan. Allí se celebran unos carnavales que no tienen un gran interés antropológico, de los que en esta web más gustan, es decir, de los más ancestrales o primitivos, que están más en conexión con el origen de estos festejos invernales. Los carnavales de Alcázar de San Juan se podrían describir como unos carnavales contemporáneos más, de los que se celebran, con anterioridad a la cuaresma, en gran parte del mundo (al menos en el mundo occidental). La particularidad de la fiesta carnavalera de la población manchega reside en el momento de su celebración, pues éstos se adelantan a la fecha señalada para el carnaval, ya que se celebran durante el periodo navideño, lo que le hace enmarcarse dentro del periodo solsticial. Y es aquí donde hemos querido llegar, pues son una prueba más, a pesar de que su forma no lo revele, de que los carnavales mucho tienen que ver con todas esas mascaradas y rituales invernales que tanto nos gustan y de las que tantos ejemplos hemos traído a Iberia Mágica, celebrándose durante todo el periodo de invierno, ya sea desde su inicio, hasta prácticamente su final. Se cuenta que el adelantar el Carnaval en Alcázar de San Juan se debió a una disputa entre el pueblo llano -al que se denomina el tercer estado- y la nobleza, lo cual no vamos a discutir, pues no somos ni alcazareños, ni cronistas de esta villa (ni de ninguna otra), pero mucho me temo que pueda ser el festejo sustitutivo de otro invernal, quizás más en conexión con las raíces y simbolismos que estos festejos de invierno tenían en origen.
Estemos o no en lo cierto, en lo que se refiere a nuestras intuiciones, hemos querido abrir el debate sobre este particular. Que paséis una buena noche y tengamos todos en general un buen año que se avecina.
¡Salud!

Manteo de peleles en el Carnaval de Alcázar de San Juan - Foto: José María Moreno García, 25/12/2014

Fuente: turismocastillalamancha.es

Es diciembre, pero es carnaval. El día 22 los peleles -unas figuras hechas con ropa vieja rellena- cuelgan de los balcones de Alcázar. Es el anuncio: serán manteados y quemados el día 28, en que se entierra la sardina. Pero antes, habrá desfiles de disfraces adultos e infantiles, comparasas por las calles, y celebraciones en cada rincón. La fiesta ha sido declarada de interés turístico regional, celebrándose entre el 25 y el 28 de diciembre. Son conocidos como  Carnavalcázar.


Culto a Júpiter bajo la Catedral de Santiago, Santiago de Compostela

Seguimos en "la meca" jacobea obteniendo valiosa información de la obra mencionada en la anterior entrada: La España Extraña. En este libro se dice que en unas excavaciones realizadas en los años 40 del siglo pasado, entre otros restos, se encontró una inscripción dedicada al dios supremo del panteón romano, es decir, a Júpiter. Lo más curioso es que ésta se encontraba en el mismo sarcófago en el que se dice que aparecieron los restos del Apóstol. Evidentemente esto nos pone sobre la pista de que ese lugar ya era objeto de culto con anterioridad, e, incluso, diríamos que anteriormete a los romanos, seguramente a otras divinidades. El propio camino de Santiago, incluido principalmente su meta -a pesar de lo cual se dice que éste no terminaba aquí, sino en Finisterre, como ya hemos apuntado en otras ocasiones- está lleno de elementos y símbolos que nos retrotraen a momentos mucho más pretéritos a la propia leyenda jacobea.
El arca que se puede ver en la actualidad, evidentemente, creemos que no se trata del mismo. Este último es un arca de plata, con iconografía cristiana, y que, como se puede observar más abajo, aparece representada en el escudo de la población de Santiago de Compostela.

Actual arca de plata con los restos, según afirma la oficialidad, del Apóstol Santiago - Foto: santiagoturismo.com

Fuente: La España Extraña - Javier Sierra y Jesús Callejo

Las excavaciones arqueológicas llevadas a cabo bajo la basílica en la década de 1940 demostraron la existencia de un rico subsuelo con restos funerarios y religiosos romanos, paleocristianos y suevos. Entre otros datos, estos restos apuntaban a un culto pagano a Júpiter, el dios del trueno, reflejado incluso en una inscripción del arca marmórea que contenía el supuesto cuerpo del Apóstol. Como esta inscripción pagana podría generar algunas especulaciones, el hábil consejero de Felipe II, Ambrosio de Morales, en uno de sus viajes a Galicia, recomendó al clero compostelano borrarla definitivamente. E hicieron bien, pues de lo contrario algún estudioso espabiladillo vería la curiosa semejanza entre esta inscripción y el hecho de que el amado discípulo de Cristo recibiera en Galicia el sospechoso sobrenombre de "Hijo del Trueno". Una prueba más de la cristianización de un viejo culto pagano.


miércoles, 27 de diciembre de 2017

La necrópolis celto-romana de Amaea o Amahía, Santiago de Compostela

Hoy la ficha seguramente vaya a ser, si no la más breve, de las más breves, pues es muy poca la información que tenemos, más allá de la referencia que aportamos, abajo de estas líneas, del libro La España extraña, de Javier Sierra y Jesús Callejo, publicado hace dos años y medio, para ser más exactos, en junio de 2015. Conocíamos la hipótesis (para mí la más coherente) sobre el verdadero origen del culto en Compostela. Si bien es cierto de que pudiéramos estar ante una ruta de peregrinación más antigua aún al propio Prisciliano, es bien sabido por muchos que se dice que los restos que se iban a adorar a Compostela no eran los del Apóstol, sino los del que fue denominado "el último druida" de Galicia, con todas las comillas del mundo a esta expresión y no porque el gran heterodoxo -uno de los primeros anatemizado como hereje por la Iglesia de Roma, razón por la que fue decapitado- no gustara o añadiera a su ritual elementos de tinte pagano, anteriores al cristianismo y muy en consonancia con los rituales celtas, sino porque ya sabemos que ese grado sacerdotal no se dio entre los celtas ibéricos. Pues bien, leyendo este interesante libro, se habla de que sus restos, una vez fueron traídos de Tréveris, en la actual Alemania, fueron a acabar a una necrópolis celto-romana, de nombre Amaea o Amahía, en lo que posteriormente sería Santiago de Compostela, según lo que hemos podido leer en este libro.
No hemos hecho una gran búsqueda aún, ni mucho menos de la forma más idónea, que sería bucear en fuentes que fueran más allá del propio internet, con lo que, mientras tanto, a falta de más información, agradeceríamos la colaboración de cualquier lector que pudiera dar luz sobre este punto.

Santiago de Compostela - Foto: españaescultura.es

Fuente: La España extraña - Javier Sierra y Jesús Callejo

Fue así como, según todos los indicios de los que disponemos, en el año 388 se recogieron sus restos de la iglesia de Tréveris y se introdujeron en un sarcófago de piedra que fue llevado a su vez en una embarcación hasta las costas gallegas. Una vez allí, se trasladó tierra adentro a través de la desembocadura del río Ulla y luego hasta Iria Flavia. Finalmente, todo indica que las reliquias de Prisciliano y de sus compañeros "mártires" fueron depositadas en la necrópolis céltico-romana de Amaea (o Amahía), dentro de la diocésis de Iria, en cuyos alrededores se construiría siglos más tarde una ciudad llamada Compostela.


domingo, 24 de diciembre de 2017

Los menhires de Sejos, Puertos de Sejos

Seguimos tras el rastro de menhires e, igualmente, por tierras cántabras. Cuando se habla de los menhires de Sejos, se está hablando del conjunto megalito que dicen más importante de Cantabria. La denominación más científica o institucional que reciben es la de estación megalítica de Sejos-Cuquillo.
Sejos viene de las praderías, existentes en la vertiente norte de la Sierra del Cordel, conocidas como Puertos de Sejos. Este espacio, fronterizo entre distintos municipios, como son Polaciones, Tudanca, Los Tojos y Campoo de Suso, ya lo visitamos, en el blog, en 2010, para hablar de los espectaculares bloques pétreos conocidos como los Cantos de la Borrica. Algunos de estos menhires de Sejos tienen grabados y representaciones, como se apunta en el breve texto que aportamos a continuación de estas líneas, aunque no compartimos, a pesar de que es una de las hipótesis que se baraja en estos casos, la opinión del autor al decir que podrían haber servido para señalizar distintas propiedades. Nosotros creemos que el significado de estos megalitos en concreto, como son los menhires, va mucho más allá de esa posible función u otras que, circunstancialmente, hayan podido cumplir en distintos momentos determinados. Todos estos menhires se sitúan en un territorio que abarca 2,6 km. que van desde el menhir de El Hitón, hasta el de El Cuquillo.
Fueron estudiados en 1850 por Ángel de los Ríos, pero, desafortunadamente, no fue hasta los estudios de Primitiva Bueno, en 1982, cuando se les empezó a prestar más atención. Finalmente fueron declarados Bien de Interés Cultural en 2013.
El encontrarse por encima de los 1500 metros de altitud, les ha podido salvar de que hubieran desaparecido o pudieran haber sido reutilizados en la construcción de muros o cercados.

Menhir tumbado de Sejos - Foto: Luis Alberto Marcos Peón

Fuente: sendereamos.blogspot.com

Las montañas y prados que componen esta demarcación llevan miles de años usándose con fines de ganaderos, tal y como atestiguan los menhires ( 2500 a.C. ) encontrados en los Puertos de Sejos, atribuidos a los pastores que ya en el periodo megalítico subían con sus rebaños hasta estas elevadas montañas Dos de ellos tienen grabados una representación antropomorfa, una especie de ídolo. Se supone que serían puntos de señalización de la propiedad de los prados de las antiguas tribus. En el cercano collado del Hitón se puede observar otro de estos menhires.
Suponen los vestigios megalíticos más importantes de Cantabria. 


Cinco menhires tumbados - Foto: sendereamos.blogspot.com
Grabado escaleriforme en uno de los menhires - Foto: sendereamos.blogspot.com

El menhir junto a Peña Sagra, San Sebastián de Garabandal-Rionansa

San Sebastián de Garabandal, población cántabra perteneciente al municipio de Rionansa, en la comarca de Saja-Nansa, es un lugar conocido por una serie de apariciones marianas que se dieron en la década de los años sesenta del pasado siglo. Pero a nosotros no es ese asunto el que nos mueve hoy, sino dejar constancia de la existencia de un menhir, no lejos del lugar de las apariciones, por lo que le hemos podido escuchar a través de una reciente intervención radiofónica del periodista Lorenzo Fernández Bueno. En este caso, a pesar de que simplemente queramos dar fe, en este humilde espacio, de la existencia de un menhir, aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, como dice el dicho castellano, queremos señalar, de nuevo, esa coincidencia que se suele dar entre lugares de apariciones marianas y antiguos cultos ancestrales, que en este caso, con respecto a estos últimos, estaría señalando el antiguo menhir y la sacralidad de la Sierra de Peña Sagra, junto a la que se encuentra, en la que dicen pudo situarse el antiguo Monte Medulio citado por las fuentes clásicas.
La factura del menhir es bastante tosca, si lo comparamos con la buena pulimentación de otros, pero no por ello, evidentemente, deja de tener importancia como evidencia de un pasado prehistórico.

Menhir de San Sebastián de Garabandal, junto a la Sierra de Peña Sagra - Foto: fotoscantabria.com

Fuente: Lorenzo Fernández Bueno - 24/12/2017

Detrás de Garabandal, en la otra falda de la montaña, justo al lado de Peña Sagra, nos encontramos, en un entorno casi selvático, un antiguo menhir. Estamos hablando de un menhir que perfectamente podía tener cuatro o cinco mil años, del periodo Calcolítico, lo que nos hace ver que este sitio, hace 4 mil o 5 mil años, ya era sagrado. El chamán miraba a los cielos y miraba a su peña sagrada, porque en este sitio, hubo otros "garabandales".


jueves, 21 de diciembre de 2017

Los tomillos de Santa Lucía, Fuente el Fresno

Despedimos un día tan señalado como hoy, un día solsticial, para hablar de otro festejo en honor a San Lucía, como hicimos en la penúltima ficha cuando tratamos de Las Luminarias de Las Ventas con Peña Aguilera. En este festejo, celebrado el día de esta santa, que ya sabemos que está cristianizando a antiguas diosas, igualmente se hacen hogueras con el tomillo, aunque en el pueblo de Fuente el Fresno, que es el lugar al que nos estamos refiriendo, en la comarca de Montes, que es como se le denomina a los Montes de Toledo en la vertiente meridional, ya dentro de la provincia de Ciudad Real, por tanto muy cerca de Las Ventas con Peña Aguilera, no se las nombra como Luminarias, sino como Los Tomillos, a pesar de que, básicamente, consisten en el mismo ritual de las tratadas aquí, en Iberia Mágica, el pasado lunes.

El fuego siempre presente en las festividades solsticiales - Foto: josemariamorenogarcia.es, 13-12-2014


En la víspera de la festividad de Santa Lucía, es decir, el 12 de diciembre, se celebra el que se conoce como el Día del Tomillero, donde las gentes del pueblo van al monte a recoger manojos de esta planta aromática que será pasto del fuego esa misma noche, como ritual de purificación y de culto, evidentemente, solar, estando tan cercano, a dicha fecha, el Solsticio de Invierno en el que nos encontramos a día de hoy. De este modo llama la atención, como celebraciones tan ancestrales como ésta, teñidas del tinte cristiano, han podido sobrevivir aún, afortunadamente, a pesar de que su verdadero significado haya podido quedar muy oculto por la propia forma de vida y mentalidad del mundo contemporáneo que nos ha tocado vivir.
Los festejos terminan el día siguiente, 13 de diciembre, con una romería y una comida popular campera, junto a la ermita, amenizada de charangas.




Las Luminarias de San Antón y el blog Objetivo Tradición, San Bartolomé de Pinares

Continuamos con Luminarias, en estos momentos de cultos solares, como es el día tan señalado de hoy, del Solsticio de Invierno en el hemisferio norte terrestre en el que nos encontramos. Hoy toca hablar de Las Luminarias de San Antón, celebradas en la población de San Bartolomé de Pinares, población avulense de la comarca de Tierra de Pinares (no confundir con la famosa comarca de Pinares entre las provincias de Soria y Burgos). Hoy nos acercamos a una Luminaria, que no se celebra ahora, a inicios del invierno, sino en unas semanas, los días 16 y 17 de enero, en honor a San Antón, el protector de los animales; además, ya dedicamos, en su momento una ficha a este festejo, pero repetimos visita para traer unas líneas de un artículo dedicado a esta celebración en un blog, que además recomendamos desde aquí, como es Objetivo Tradición, pues su autor, Jesús del Castillo Martín, sintetiza muy bien, como siempre hace en el análisis de los distintos festejos que va llevando a su página web, el simbolismo que envuelve a este festejo, concurriendo en él una serie de elementos que son el nexo de unión de todas estas festividades invernales.

Luminarias de San Antón de San Bartolomé de Pinares - Foto: pressherald.com

Fuente: Jesús del Castillo Martín - objetivotradicion.blogspot.com (2016)

En la Comarca abulense de Pinares se encuentra el bonito pueblo de San Bartolomé de Pinares, lugar donde los ritos de invierno toman especial protagonismo durante las fiestas de San Antón.

Este pueblo honra a San Antonio Abad los días 16 y 17 de enero, cuando se encienden por todas sus calles las tradicionales luminarias con el objetivo de ahuyentar lo malo para dar entrada a lo bueno, lo nuevo, lo purificado. Esta fiesta está estrechamente ligada al poder que se atribuye al Santo de proteger a los animales, y sabemos que en tiempos pasados tuvo gran importancia y arraigo puesto que éstos eran el medio principal para poder subsistir, pues con ellos se trabajaban las tierras, proporcionaban sustento… Pero hay un animal que cobra absoluto protagonismo en esta fiesta, me estoy refiriendo al caballo. La víspera de San Antón –el 16 de enero- se encienden por la noche las luminarias que los jinetes saltan con sus caballos. Supone este un importante rito en el que se persigue la protección de estos animales a través del fuego purificador.

La noche de las luminarias, según me contaron algunos bartolos con los que tuve la oportunidad de hablar, es espectacular, mágica. El fuego y el humo lo envuelven todo y tan solo se escucha el crepitar de las hogueras y el golpear de las herraduras de los caballos contra el suelo de las calles de San Bartolomé. Pero hay muchos otros momentos de la fiesta que merece la pena conocer y vivir, como es la mañana de San Antón cuando la mayordomía sale a recorrer las calles del pueblo para “dar a besar al Santo” a sus vecinos.

Tuve este año la suerte de poder disfrutar de la celebración del día de San Antón desde primera hora de la mañana. En este día toman absoluto protagonismo el mayordomo y los dos jurados que le acompañan. Montan sobre sus caballos ricamente engalanados con vistosas flores y cintas de papel. El mayordomo porta una vara con la imagen de San Antón decorada con un lazo rojo; los dos jurados llevan también una vara cada uno rematadas con una cruz. La mayordomía la componen cada año personas distintas que se han ofrecido en cumplimiento de una promesa o simplemente por mantener viva esta bonita tradición.

El 17 de enero muy temprano, los vecinos encienden de nuevo las luminarias en las que se queman infinidad de ramos de retama que producen un espeso humo blanco que impregna todo el pueblo. Me llamó mucho la atención la preciosa estampa que se puede observar cuando vas llegando al lugar: una enorme nube blanca cubre las casas como si de niebla se tratase. La comitiva recorre cada una de estas luminarias y de nuevo, como hicieran la noche anterior, el mayordomo y los jurados pasan con sus caballos sobre las hogueras para “ahumar al Santo”, nombre con el que se conoce en San Bartolomé a este ritual de la mañana del día grande. Van acompañados en todo momento por la gaita y el tambor que interpretan el repetitivo y exclusivo toque conocido como “San Antón ton ton torón”, nombre onomatopéyico que hace alusión a la repetitiva melodía que interpretan los instrumentos.

Pero lo que más emociona y llama la atención es ver los rostros de los vecinos que salen a recibir a la mayordomía y al santo. Los mayores se emocionan, incluso hay algunos que por su edad o por problemas de salud no pueden apenas salir de sus casas, y en este día hacen un gran esfuerzo movidos por la devoción para recibir y besar la vara de San Antón. Es muy habitual escuchar a los vecinos y a los mayordomos pronunciar estas frases: “salud para todo el año” y “que lo veamos a otro año”. En todas las luminarias se reúnen los vecinos y ofrecen a todo el que lo desee dulces y licores, y aprovechan la presencia de la gaita y el tambor para bailar una jota. Así transcurren las primeras horas de la mañana en San Bartolomé de Pinares, hasta que a media mañana el repicar de las campanas convoca a los vecinos a la celebración de la misa y la procesión. La imagen de San Antón recorre las principales calles del pueblo pasando de nuevo entre las luminarias para “ahumarse”.

Una fiesta entrañable, cargada de ritos y momentos significativos que se convierte en punto de reunión para los bartolos y curiosos que en esos días visitan la localidad. Tuve el placer de acompañar durante todo el recorrido al mayordomo y a los jurados que me recibieron muy amablemente y me explicaron algunos aspectos de la fiesta. A ellos, encabezados por Antonio Parro, el mayordomo de este año, mi agradecimiento; así como a Ángel, quien gestiona la página dedicada a las luminarias y que me facilitó información para poder acudir a esta bonita fiesta.



lunes, 18 de diciembre de 2017

Las Luminarias de Santa Lucía, Las Ventas con Peña Aguilera

La pasada semana se celebraron, en la víspera de San Lucía, Las Luminarias de Las Ventas Con Peña Aguilera, población de la comarca de Montes de Toledo, en honor a esta santa. Ya dijimos en su momento que Santa Lucía fue la cristianización de la diosa Diana, la Artemisa griega, la santa a la que denominaron "la portadora de luz" y de luces llenan muchas de las calles y barrios de Las Ventas con Peña Aguilera la noche del 12 de diciembre con sus famosas Luminarias. Los días anteriores los vecinos van a recoger tomillo por los montes de alrededor, pues es esta planta aromática la que principalmente se quemará la noche del festejo en un claro rito de purificación muy cercano al Solsticio de invierno, por lo que el festejo en sí se podría encuadrar dentro de las festividades alrededor de este momento clave en el calendario y, a nivel general, dentro de los festejos invernales, a pesar de que todavía hasta el propio día 21 de diciembre no empiece oficialmente esta estación.

Las Luminarias de 2017 - Foto: captura de Castilla-La Mancha Media

Existe una costumbre, que es la de ahumarse los ojos para proteger la vista. También se salta sobre el fuego, para dejar todo lo malo atrás y purificarse de cara al futuro, en un ritual que ya sabemos que se realiza en torno a otras muchas hogueras en muchos otros festejos que se dan en muy distintos momentos del año, ahí nos viene el recuerdo de las tan conocidas hogueras de San Juan. Evidentemente, en relación a Las Luminarias de invierno, con éstas se pretende dar fuerza al nuevo Sol que nacerá tras el Solsticio, para que pueda vencer a las tinieblas y sobrevivir al largo y frío invierno, en un recurrente ritual al que hacemos siempre referencia en relación cuando hablamos de todos estos festejos invernales.

domingo, 17 de diciembre de 2017

La ancestral sacralidad en torno a la Ermita de San Benito, Orante-Jaca

Recientemente, gracias a un amigo, conocí la existencia de la Ermita de San Benito, perteneciente a la pequeña aldea de Orante, dentro del municipio de Jaca, en la comarca de La Jacetania, la cual nos recuerda al nombre de ese antiguo pueblo íbero -jacetanos o iacetanos-, y que en la actualidad -ahora me estoy refiriendo a Orante-, tristemente, sólo cuenta con cinco habitantes, siendo, por tanto, una muestra más del atentado que se hizo contra el mundo rural. Pero adentrándonos en la antigua sacralidad que rodea a este enclave, no hace muchas fechas su fuerte poder telúrico, que influía, incluso, en personas no sugestionadas que acudían hasta este lugar, provocándoles distintas reacciones fisiológicas, no muy comunes, alterando, incluso, en algunos casos su conciencia en cierto modo, fue objeto de un reportaje en un famoso programa televisivo, a partir del cual mi amigo escuchó hablar de esta ermita, para después informarme sobre ella.
Según se decía en este programa, esta ermita está construida sobre el lugar en el que había un megalito; desconocemos el origen de este dato, pero no resultaría nada extraño, sabiendo que este sincretismo, incluso podríamos denominarlo casi como simbiosis sacra, se repite en tantos otros ejemplos. Lo que sí se puede comprobar, a la distancia, a través de fotografías, es que se encuentra en lo más alto de un cerro que emerge sobre una especie de altiplano o meseta, donde se sitúa también la aldea, y que se conoce como el Cerristón, encontrándonos, de nuevo, ante la sacralización de un punto elevado. Aunque, en este caso, parecen más bien que fueron esas fuerzas telúricas, que han podido sentir muchas personas a lo largo de los siglos y milenios, las que hicieron elegir este lugar desde bien antiguo.
Nos despedimos con una curiosa teoría alrededor de este lugar, que hemos encontrado, y que traemos a continuación.

Ermita de San Benito de Orante - Foto: pinterest.es

Fuente: javiyera.blogspot.com

...es con relación al Sol,donde la ermita de San Benito muestra todo su Misticismo.......Sólo hay cinco santuarios benedictinos en estas montañas.Estos,puestos en un mapa y unidos por lineas,forman una equis.Ahí donde se cruzan las diagonales,es donde sitúa a la ermita de Orante,y si nos situamos en la misma el día de solsticio de verano,observaremos que el sol sale por San Benito de Erata y se pone por San Salvador de Leyre.Si lo hacemos el día del solsticio de invierno,observaremos que el sol sale por Santa María de Ballarín y se pone por San Juan de la peña........¿Mera Casualidad? o, ¿Mera Causalidad?.....
                   Orante (topónimo indoeuropeo,de "oros" = montaña) fue un observatorio astronómico-solar desde tiempos remotos,cuando menos desde los Celtas.Restos arqueológicos del bronce atestiguan la presencia humana en el lugar,por lo menos a principios del I Milenio A.C.En el siglo XI,los benedictinos,por encargo de la Monarquía,fueron quienes "de facto" evangelizaron estas montañas y vertebraron muchos sistemas territoriales y sociales que aún pueden apreciarse......
                   Como Testigos de ello,Orante es uno de los más claro ejemplo de cristianización de viejos cultos Solares.Sabido es que la iglesia se implantó en estas tierras asimilando los cultos que en ellas imperaban y aprovechando el amplio mundo cultural y simbólico de los indígenas pirenaicos......


sábado, 16 de diciembre de 2017

El gigante Tombatossals: fundador de Castellón de la Plana

Si en nuestra última entrada hablamos de un gigante como fue Gerión, hoy traemos la figura de otro, menos conocido, pero no menos importante para los castellonenses, como es el El Gigante Tombatossals, que fue, según dice la leyenda, historia que hemos conocido gracias a nuestro buen amigo Miguel Eugenio Lozano, el fundador de Castellón de la Plana. Se dice era hijo de dos montañas -la Penyeta Roja, que era la madre, y el Tossal Gros, que era el padre- y habitante de La Cova de les Maravelles. Josep Pasqual Tirado recogió este mito castellonense, del que desconocemos su antigüedad, en una obra literaria, publicada en 1930, y titulada, precisamente, Tombatossals.
Nos parece muy interesante la conexión que se da, tan típica en los mitos más ancestrales de nuestra cultura occidental, con elementos naturales como las montañas, que ya sabemos que en muchas ocasiones eran objeto de veneración, una cueva, también sacralizadas en gran número de casos, y esos personajes mitológicos como son los gigantes.

Escultura de Tombatossals en Castellón de la Plana - Foto: descubrecastellon.com

Fuente: Wikipedia

Tombatossals es un gigante bueno que con la ayuda de sus amigos hace posible la fundación de la ciudad de Castellón de la Plana. Nace fruto del amor entre la Penyeta Roja y el Tossal Gros durante una fuerte tempestad producida por Bufanúvols a petición del segundo. En aquella tempestad, todos los vientos excepto la Tramuntana por alocada y peligrosa fueron convocados, y se arremolinaron en el cielo descargando una tempestad que arrastró una gran cantidad de piedras montaña abajo, hacia el valle que les separaba. Del montón de piedras se levanta, con los primeros rayos de sol, su querido hijo Tombatossals, que como su nombre indica, tenía la fuerza suficiente para levantar o tumbar las montañas.
Con el tiempo hará un montón de amigos también gigantes, estableciéndose todos en La Cova de les Maravelles. Así Tombatossals, su gran amigo Cagueme, Bufanúbols y el Arrancapins vivieron como buenos hermanos dentro de la cueva hasta que los hijos del Rei Barbut solicitaron su ayuda para arreglar los asuntos agrarios del reino, pero la cosa se complicó y todos se vieron envueltos en una gran aventura.
En honor de Tombatossals se convoca anualmente en Castellón un premio de literatura infantil ilustrada.


martes, 12 de diciembre de 2017

Gerión y Hércules en Galicia: un mito de la Baja Edad Media - La Coruña

Hoy traemos a un personaje mítico autóctono, de la Península Ibérica, que poca gente, que no sea oriunda de La Coruña -A Coruña en gallego-, relacionaría con esta ciudad gallega. Estamos hablando de Gerión, del que se decía que fue uno de los reyes legendarios fundadores de la antigua Tartessos, de ahí que siempre se le vincule con el sur y así queda reflejado en las fuentes clásicas. Pero ya sabemos que en La Coruña existe un antiguo faro que tiene su origen más lejano conocido en el periodo romano -aunque se especula que pudiera haber sido construido sobre otro más antiguo-, que es conocido como la Torre de Hércules y ya sabemos que Hércules -el Heraklés griego y el Melkart fenicio, que es con el personaje que verdaderamente nace este mito en la Antigüedad- fue el enemigo acérrimo de Gerión y quien, finalmente, le acabó dando muerte.
Esto le añade más atractivo a este mito, pues desde este punto de vista no se circunscribe únicamente al suroeste peninsular, sino que se acerca también a su extremo noroccidental.
Pero, a pesar de lo apuntado, hemos de decir que quizás estemos ante una leyenda mucho más cercana en el tiempo de lo que pudiera parecer, pues según se dice no existe ninguna fuente que vincule a ambos personajes -Gerión y Hércules- con La Coruña que sea anterior al relato recogido en General Estoria, de Alfonso X, obra en la que se dice que, finalmente, Hércules acabó dando muerte a Gerión en la antigua Brigantium. De este modo, se dice que hasta ese momento nunca se vinculó al faro de La Coruña con Hércules, pues desde finales de la Antigüedad, hasta finales de la Edad Media, la torre era conocida únicamente como Faro o Faro de Brigantium; incluso durante la propia Edad Media a la ciudad y a la comarca en la que se encuentra se la llamaba Faro, sin la menor alusión a Hércules. Es importante apuntar que junto a la Torre hay una inscripción votiva romana dedicada, sin embargo, a Marte y no a Hércules, lo que, casi que seguro, nos haría tirar por la borda las antiguas vinculaciones entre estos personajes mitológicos con la ciudad de La Coruña, que no fueran más allá de la obra de Alfonso X.

La Torre de Hércules - Foto: ifspanish.com


Fuente: laopinioncoruna.es

Volviendo a la ciudad gallega de La Coruña, resulta que como de todos es sabido su monumento más antiguo y conocido es precisamente la torre de Hércules. Se trata de un faro ciertamente de época romana (S. II d.C.) pero cuyo origen al igual que el de la ciudad bien podría remontarse a los tiempos en que su ría servía de puerto de escala para el comercio tartesio (S. X-V a. C.) con las remotas regiones de la Bretaña Francesa, Irlanda e Inglaterra. Por eso a la Coruña se la conoció durante la época romana con el nombre de Farum o Farum Brigantium. El faro de la Torre de Hércules fue reconstruido en 1791 y todavía se halla en uso. Desde 1521 la famosa Torre aparece en el escudo de la Coruña, y debajo de ella la calavera y la tibias de Gerión. Esta Torre encierra una magnífica leyenda sobre su origen. Según esta leyenda, Hércules luchó con un rey llamado Gerión, a quien venía persiguiendo desde Cádiz, al encontrarle aquí, mantiene con el monstruoso Gerión, una lucha cruel de la que sale vencedor Hércules. Hércules corta la cabeza al vencido Gerión y la entierra en una pequeña península llena de grandes piedras, junto al mar. En honor del enemigo vencido, encima de su tumba se edificó la referida Torre de Hércules, tal como figura en el escudo de La Coruña.

La calavera y las tibias del escudo de la ciudad representan a Gerión


martes, 5 de diciembre de 2017

El origen pagano de la Virgen del Pilar, Zaragoza

Como ocurre con tantos cultos marianos, tanto en la Península Ibérica, como en otros lugares del ámbito cristiano, al menos dentro de los lugares con influencia católica -aunque no de forma exclusiva, pues también su imagen es muy representada por la Iglesia Ortodoxa-, detrás de estos cultos se esconden otros mucho más lejanos. El culto mariano más importante dentro del territorio del Estado español no podía ser menos; así existen distintas pruebas que acreditan que la Virgen del Pilar de Zaragoza estaría sustituyendo el culto a una antigua divinidad, que pudo ser Ceres -la Deméter griega-, en época romana, pero que, con anterioridad, la autora que traemos dice pudo ser una antigua divinidad de nombre Ebura, que daría nombre, además, al río Ebro, que los griegos denominaron, helenizando el término indígena, como Iber. Dejamos constancia de esta especulación en el blog, sin elementos de juicio para dar fe de la existencia de esa divinidad indígena, pero lo que sí es más que evidente es el paralelismo existente entre la representación de la Virgen del Pilar, con el niño en brazos, y otras divinidades anteriores, además de la existencia de antiguas divinidades que igualmente eran representadas sobre pilares, lo que añade más elementos que hacen ver que, simplemente, estamos ante una suplantación más de antiguos cultos.

Virgen del Pilar - Foto: basilicadelpilar.es

Fuente: Francisca Martín-Cano Abreu

La supuesta "Venida" de la Virgen a Zaragoza en el año 40, es una falsificación nacida en el siglo XIII, 1.200 años después de que supuestamente ocurrieran los hechos que narra, y tras haber estado la península ocupada por el Islam. En el siglo XV se talló en Zaragoza la imagen en madera de la Virgen del Pilar: una escultura gótica de unos 40 cms tallada en cedro por Juan Lahuerta, o por artistas de su taller. Copiaron el modelo pagano de una Diosa sobre un pilar, imitando una escultura pagana encontrada en el mismo lugar en que posteriormente se edificó la Basílica. La Basílica del Pilar fue construida para conmemorar la pretendida Aparición de la Virgen al Apóstol Santiago sobre el primitivo Templo indígena anterior a la dominación de Roma, en donde se encontró la imagen de una Diosa sobre un pilar, imitada por la Virgen cristiana. Allí también hubo una iglesia visigótica: Santa María la Mayor y posteriormente otra iglesia que fue destruida para elevar la Basílica. En 1681 en que se coloca la primera piedra. 
[...] Obviamente, la llamada Virgen del Pilar, sustituye, seguramente en el panteón  cristiano, a la Diosa que da nombre al río Ebura / Iber (Ebro) en donde 
crecía el eburo "tejo" en irlandés (Markale, 1989: 151), o la planta  acuática sagrada, el berro,... que representa uno de los tantos aspectos de la diosa madre, reina de las zonas pantanosas. (Laviosa, 1955: 146).



jueves, 30 de noviembre de 2017

Los Zarramaches, Casavieja

En estas fechas que, por fin, han llegado los fríos a la antigua Iberia y a menos de un mes del inicio del invierno, traemos, precisamente, una mascarada invernal de las celebradas en aquellas festividades, todavía no muy cercanas, encuadradas a mitad de invierno. Nos situamos en el Sistema Central, en plena Sierra de Gredos, en el valle del Tiétar, por lo que estamos en la comarca conocida como Valle del Tiétar o comarca de Arenas de San Pedro, para visitar la población de Casavieja. En Casavieja tienen una mascarada celebrada en la fecha de San Blas, o lo que es lo mismo, el 3 de febrero, y que se la conoce como Los Zarramaches. Se encuentra en un territorio del que hemos traído más de una mascarada, por lo que no es la única, siendo una más de las herederas de las tantas festividades invernales de mascaradas (orígenes, ciertamente, del verdadero y primigenio carnaval) que existían y de las que han sobrevivido sólo unas pocas, habiendo sido rescatadas algunas de ellas en los últimos años, pues muchas habían desaparecido, tristemente, en la segunda mitad del siglo XX.
Los coloridos y los cencerros vuelven a hacer acto de aparición, en el ya más que explicado simbolismo que encierran y que tantas veces hemos descrito por aquí, pero, por si, por alguna casualidad, alguien comienza a introducirse en el estudio de estas festividades a través de esta ficha en concreto, diremos que con los cencerros se trata de despertar a la Naturaleza de su largo aletargamiento invernal, pues, a mitad del invierno, en el antiguo Imbolc céltico, que era el equivalente de estas fechas, ya se empiezan a intuir, dentro de los días menos duros que pueda haber, algún pequeño atisbo del despertar que la Primavera traerá a los campos y a la Madre Tierra en general, sobre todo por el acortamiento que poco a poco se va dando entre la luz y las tinieblas, venciendo poco a poco la primera a las segundas, momento que se dará a partir del propio inicio de la Primavera o llegada del equinoccio de marzo por estos lares. Eso en cuanto a los cencerros, de ahí que también se las denomine, en muchas ocasiones, no sólo mascaradas, sino también cencerradas; en cuanto a la mezcla de alegres colores, éstos simbolizan ese despertar de la Naturaleza ya mencionado, representado por el gran colorido que traerá esa ansiada Primavera.
Como ocurre en tantas ocasiones, detrás de estos festejos siempre hay una leyenda, más o menos actual, que otorga un origen bastante pueril, en la mayor parte de las ocasiones, a los mismos, existiendo, como hemos apuntado unos orígenes, seguramente, mucho más lejanos que encierran otro tipo de simbolismo, como ya más o menos se ha esbozado y como tan bien nos explica el investigador Jesús del Castillo Martín, del que traemos unas líneas de su blog.

Foto: diariodeavila.es

Fuente: Jesús del Castillo Martín - objetivotradicion.blogspot.com

Según la tradición oral eran los pastores de Casavieja que vivían gran parte del año en las sierras, los que encarnaban anualmente a estos personajes y bajaban hasta el pueblo a celebrar San Blas y a recibir el aguinaldo de manos de los dueños del ganado. Se dice que vestían de esta manera tan estrafalaria para divertir a los niños en ese día festivo. Cuando el oficio de los pastores comenzó su decadencia, la fiesta se vio igualmente amenazada, por lo que tuvieron que hacerse cargo de ella los quintos para evitar que se perdiese. Por ello, desde hace algunas décadas los quintos toman esta fiesta como propia, podríamos decir que se trata de un rito de paso por el cual los jóvenes que cumplen los 18 años pasan a formar parte del grupo adulto de la comunidad.
ero pese a contar con esta interpretación de la fiesta, pienso que el rito tiene un origen mucho más complejo, pues los elementos que componen la vestimenta, similares a los que encontramos en otras mascaradas de invierno, nos dan una pista de que pudiera tratarse de un ritual relacionado con la fertilidad de los campos y el ganado, un ritual de llamada al despertar de la naturaleza, y de expulsión de los males que pudieran acechar a la comunidad.
El traje de los zarramaches se compone de varias partes. Visten pantalón blanco y cubren su torso con una pieza de tela blanca a modo de toquilla que cae sobre los hombros hacia la espalda y que va decorada con puntillas de encaje. Esta pieza de tela va cosida a la espalda y no dispone de mangas. A la espalda llevan una estera de esparto que se ata al cuello con una cuerda y que se ciñe a la cintura con una correa de la que penden tres cencerros. Sin duda la parte más característica de la indumentaria es la especie de máscara con que cubren su cara, que no es más que un trozo de tela con aberturas en ojos y boca, que se cose detrás de la cabeza; y el gorro de forma cónica, semejante a un capirote, del que cuelgan multitud de cintas de colores, y que se remata con un penacho de flores de tela. Portan largas y flexibles varas para amenazar y golpear a la chiquillería.
Vemos pues que en el atuendo aparecen esos elementos a los que anteriormente hacía referencia, y que pueden estar íntimamente ligados con antiguos ritos. Es el caso de los cencerros que tendrían una función ahuyentadora de los malos espíritus o de llamada al despertar de los campos en la cercana llegada de la primavera. También los gorros podrían ser indicio de esto, compuestos por cintas de colores muy llamativos alusivos al brote de la vida en el reino vegetal y a su abundancia, y por el ramillete de flores que lo remata, haciendo alusión a esto precisamente. Podríamos estar también ante un tipo de máscara fustigadora por las varas que los zarramaches portan, que podrían ser herencia de las antiguas Lupercalia romanas, de las que nos habla el insigne Caro Baroja. Como ya hemos explicado en otras mascaradas, los lupercos azotaban a todo el que se encontraban en su camino, especialmente a las mujeres con un sentido claramente fertilizador. También nos dice Caro Baroja en su obra que estas Lupercales tenían un claro sentido protector de las comunidades pastoriles frente a temidos animales y alimañas como podían ser el oso y el lobo, y de fecundidad de los rebaños, interpretación que nos encajaría muy bien en el entorno en el que se desarrolla esta mascarada.
La fiesta comienza en las primeras horas de la mañana cuando los dos quintos se disponen a vestirse de zarramaches en el ayuntamiento. La chiquillería espera expectante y nerviosa en la calle a que salgan para correr tras ellos y lanzarles naranjas que previamente han cogido de los árboles que hay repartidos por todo el pueblo. Suenan los cencerros, los zarramaches bajan las escaleras de la casa consistorial, los muchachos empiezan a gritar y a correr, la mascarada ha comenzado. Durante un largo rato las carreras se repiten por las diferentes calles de la localidad. Los zarramaches persiguen velozmente a los chicos que en un alarde de hombría se enfrentan a ellos y les lanzan las naranjas o intentan quitarles la vara. Los zarramaches llevan también una naranja en la mano que ofrecen a los muchachos para aprovechar y golpearles en las manos con la vara. Cuando se acercan las doce del medio día los zarramaches junto con las autoridades locales se dirigen a la iglesia donde tiene lugar la función en honor a San Blas. Me llamó poderosamente la atención la presencia de los zarramaches y su participación en la misa, pues por lo general en ninguna mascarada de las que se celebran en la Península, los protagonistas de la fiesta –máscaras, botargas, zangarrones…- entran en el interior del templo para participar de la parte religiosa de la celebración. En el caso de Casavieja, además los dos zarramaches ocupan un lugar distinguido dentro del templo, situándose en los bancos delanteros cercanos al altar, invitándolos el sacerdote en determinados momentos a hacerse oír agitando sus cencerros. Acabada la misa tiene lugar la procesión con el santo alrededor del templo, primeramente aparecen los zarramaches a los que los jóvenes están esperando para llevar a cabo sobre ellos una gran descarga de naranjas. Ambos salen corriendo esquivando los golpes de los frutos y comienzan de nuevo una persecución tras los muchachos, mientras que el santo rodea la iglesia en procesión portado por el resto de quintos y quintas.
Tras los actos religiosos, de nuevo la gente se congrega frente al ayuntamiento a la espera de que salgan los zarramaches, en esta ocasión otros dos quintos que han tomado el relevo a los que salieron por la mañana. De nuevo se suceden persecuciones, y los zarramaches entran en el patio del colegio para perseguir a los más pequeños que huyen de ellos despavoridos. La fiesta toca su fin a medio día, cuando los zarramaches entran de nuevo a la casa consistorial para quitarse los atuendos que se guardarán esperando la llegada de la fiesta a otro año.


Foto: javierazul2.blogspot.com


martes, 28 de noviembre de 2017

Inscripción rupestre de Lamas de Moledo, Moledo-Castro Daire

En el poblado de Lamas, en Moledo, freguesía del concejo de Castro Daire, existe un curiosa inscripción de época romana en una piedra, por lo que no estamos ante la típica inscripción realizada en una lápida o ara, de las tantas halladas en la Península Ibérica y en muchos otros territorios que fueron dominados por la antigua Roma, que son muchos y extensos, sino que ésta fue realizada, como decimos, en una piedra sin tallar, encontrándose la inscripción en un estado algo deteriorado por la erosión que dificultó, en cierto modo, su estudio.
Según las conclusiones de un estudio realizado por João L. Inés, esta inscripción relataría un sacrificio colectivo ofrecido por dos oferentes a dos divinidades prerromanas, Crouceai y Iovea, discutiéndose sobre esta última que quizás pudiera ser la transcripción, en lengua indígena, del dios Júpiter romano.

Foto: web E-Keltoi


Fuente: Los dioses de la Hispania céltica - Juan Carlos Olivares Pedreño

La segunda dedicación a este dios apareció en la, tan debatida, inscripción de Lamas de Moledo (Castro Daire, Viseu), donde se le invocaba como Crouceai Magareaicoi Petranioi (o Petrauioi). Para Encarnação y Búa, Crougeai está en dativo singular y es un teónimo acompañado de dos epítetos. Según Alarcão y Vaz, Crougeai Magareaicoi serían el teónimo y su apelativo en dativo, mientras que Petrauioi en nominativo plural, sería una comunidad que realiza una ofrenda a la segunda divinidad citada en la inscripción (Iovea). Para Untermann, la interpretación de la denominación no está clara, puesto que la relación de Magareaicoi como adjetivo-atributo de Crouceai está en contradicción con sus desinencias y tampoco aparece serlo Petranioi, porque no estaría en el orden esperado. Cabría interpretar -coi como una conjunción enclítica, lo que llevaría a interpretar una composición teónimo-epíteto Crouceai Magareai y, por otra parte, Petranioi como otro dativo independiente. En cualquier caso, lo que está claro es que estamos ante el mismo teónimo Crouga o Crougia que aparece en la inscripción de Freixiosa.

Lugar en el que se encuentra la piedra con la inscripción - Foto: patrimoniocultural.gov.pt



viernes, 24 de noviembre de 2017

El Conjunto Megalítico de Mulisko Gaina, Urnieta

Nos acercamos a la comarca de Donostialdea para traer un curioso conjunto megalítico existente en nuestra Península Ibérica, el de Mulisko Gaina, en Urnieta. Estamos a los pies del Monte Onyi, con lo que vuelve a darse una de esas simbiosis que tanto nos gustan, donde, una vez más, un santuario -porque eso es lo que son los megalitos, a pesar de que también fueran utilizados como lugares de enterramiento- se vuelve a vincular a una montaña. El lugar en el que se encuentra es conocido como Cementerio Viejo o Kanposantu Zaharra, en euskera. Se trata de cuatro crómlech, una doble cista, un menhir y varias estructuras algo imprecisas. En cuanto a su datación, se da algo muy curioso, pues se dice que pertenece el conjunto a la Edad del Hierro, más o menos al siglo VII a. C., lo cual no es nada común, pues ya sabemos que estos monumentos pétreos suelen remontarse, principalmente, al Neolítico y al Calcolítico. Esta última información, que hemos encontrado la ponemos en cuarentena, pues nos ha parecido algo extraña, así que desde aquí, como hacemos siempre, llamamos a la colaboración de cualquier lector del blog que pueda añadir algo de información fidedigna al respecto.

Foto: Mulisko Gaina - kulturweb.com

Son de destacar, en este conjunto, el Dolmen de Pozontarri, el cual se encuentra bastante deteriorado, aunque se puede observar, aún, su alargada cámara y el túmulo correspondiente; la mencionada cista, que es conocida como Cista del Onyi, siendo una pequeña cámara donde se depositaban las cenizas de los difuntos; y, finalmente, el conocido, principalmente, como conjunto de Mulisko Gaina, con, al menos, cuatro círculos de piedra o crómlech, lo que parece un dólmen y el menhir o monolito mencionado. El yacimiento, situado en el límite de los municipios de Urnieta y Hernani, aunque perteneciente, como se dijo, al primero, fue excavado por el arqueólogo donostiarra Xabier Peñalver Iribarren entre 1983 y 1985.




miércoles, 22 de noviembre de 2017

El Ojo de Aitzulo o de Tártalo, Araotz-Oñati

Hace pocos días hablamos de un personaje mitológico vasco, el gentil Tártalo, conocido con el apelativo de 'el devorador de pastores'. Los gentiles eran aquellos seres sobrenaturales, aquellos gigantes anteriores a la cristianización, los cuales han sobrevivido bajo el apelativo de gentiles, que era el término que el cristianismo aplicaba a lo diferente a lo cristiano, es decir, a lo pagano. Hoy vuelve a ser protagonista Tártalo, pues nos acercamos a un bello capricho de la Naturaleza que toma el nombre de Ojo de Tártalo, aunque es más conocido como Ojo de Aitzulo. No hemos encontrado ninguna evidencia en forma leyenda, ni elemento mitológico más allá de la identificación con este personaje en su denominación, lo cual no es poco, por supuesto, pero independientemente de ello, la sola belleza de esta sucesión de arcos naturales ya merece un lugar en este blog, pues aunque entráramos en la mera especulación, es más que evidente que algo así no pudo pasar desapercibido para antiguos moradores de estos parajes montañosos. Estamos, de nuevo, en Araotz, dentro del municipio de Oñati, donde hace escasas fechas nos acercamos, en esta web, para conocer un ritual de fertilidad alrededor de una piedra que se encuentra junto a una cueva. Para llegar al Ojo de Aitzulo o de Tártalo debemos llegar hasta los pies del monte Orkatzategi, donde este capricho geológico se encuentra, todo un santuario de la Naturaleza.

Foto: José Cantorna - flickr.com

Fuente: noticiasdegipuzkoa.com

Oñati está salpicado de impresionantes rincones naturales, entre ellos Aitzulo: un verdadero capricho de la geología. Uno de esos lugares mágicos y singulares de la geografía vasca que no pasa desapercibido. Una sucesión de arcadas abiertas en la roca caliza se resuelven en esta gigantesca ventana desde donde puede admirarse el valle oñatiarra.
El excursionista que recale en este espectacular paraje, uno de los escondrijos del entorno de Araotz, sentirá que se aleja de la estela urbana para sumergirse en una auténtica catedral natural. La oquedad de Aitzulo merece degustarse con tranquilidad. 
[...] A los pies del monte Orkatzategi, en su paredón calizo se abre el tremendo ojo de Aitzulo, que reposa vigilante. Quien se detiene en él podrá regalar a la vista un paisaje conmovedor, escuchar el susurro del viento que peina los árboles y presenciar el vuelo circular de las rapaces. En el fondo del agujero, la carretera cruza un puente y se adentra por el desfiladero de Jaturabe, que curiosamente y haciendo un poco de historia, fue refugio para los guerrilleros carlistas del cura Santa Cruz y pasillo de contrabandistas tras la Guerra Civil.



martes, 21 de noviembre de 2017

El olmo de El Monasterio de Santa María de la Cruz, Cubas de la Sagra

Hay lugares en los que su pasado sacro conocido no va más allá de unos siglos, como el caso que hoy traemos, el del Monasterio de Santa María de la Cruz, también conocido como Convento de Santa Juana, pues en él estuvo en el siglo XVI la conocida como Santa Juana de Cubas. El paraje en el que se encuentra este monasterio se halla a las afueras de Cubas de la Sagra, municipio al que pertenece, aunque se encuentra, igualmente, muy cerca de Casarrubuelos, otro pueblo de la conocida como La Sagra madrileña. Pero lo que más llama la atención, para quien busca la ancestralidad a los enclaves que va descubriendo, es la existencia de un olmo centenario, a pesar de que, tristemente, la grafiosis acabó con este magnífico ejemplar, como ha ocurrido con tantos otros en las últimas décadas. El tronco de este olmo se puede contemplar a la entrada del monasterio, justo en mitad de la verja, donde se le da un trato reverencial, pues se le tiene acordonado y adornado con hiedra y alguna que otra planta ornamental. En muchos de estos lugares existen leyendas cristianas de apariciones marianas en árboles o junto a árboles. En este lugar se dice que se apareció la Virgen a una niña de nombre Inés -conocida popularmente como Inés de Cubas- en el siglo XV y que por ese motivo se construyó este monasterio en dicho siglo. Pero de lo que nada se dice es que la aparición se diera junto a ese árbol, si es que ya existía por aquel entonces. Independientemente de que la leyenda no una a nuestro árbol protagonista con dicho suceso legendario, lo que es cierto es que la singularidad que parecía tener este olmo en aquel monasterio me hizo recordar la ancestralidad que estos seres arbóreos tuvieron desde hace milenios, dándose curiosas simbiosis entre éstos y distintos templos cristianos. Quién sabe, quizás estemos ante el que fue el sucesor de otros árboles singulares que marcaban un antiguo lugar de culto junto a un camino que unía y une las dos poblaciones mencionadas: Cubas de la Sagra y Casarrubuelos.
Hemos de decir que todos los años se celebra una romería al monasterio desde la población de Numancia de la Sagra, la que anteriormente se llamaba Azaña, pues la santa de este monasterio era natural de dicha población, con lo que existe un ritual alrededor de este lugar que, quizás, pudiera venir de tiempos más lejanos a la existencia de la actual leyenda.
Acompañamos la ficha con la transcripción del texto del cartel que hay junto al árbol, ya antiguo y casi ilegible, anterior a la muerte de nuestro protagonista de hoy.

Foto: Iberia Mágica - 16/11/2017

Fuente: Cartel explicativo junto al árbol.

En el medio natural podemos encontrar olmos cercanos a las zonas de ribera, donde sus raíces prosperan a pesar de las inundaciones. Pero ha sido su rápido crecimiento y su resistencia lo que le ha convertido en el árbol preferido desde la antigüedad para acompañar a los seres humanos. Por eso los olmos forman parte de nuestro entorno cercano y comparten nuestras vidas desde hace cientos de años.
Actualmente tanto las olmedas españolas como los viejos ejemplares que daban sombra en plazas y calles han disminuido drásticamente debido a una enfermedad importada de Asia: la grafiosis. A pesar de sus graves efectos, aún permanecen en pie unos cuantos grandes olmos como éste, testigos de aquellos tiempos cuando los olmos eran frecuentes y abundantes en el paisaje rural y en el entorno cercano de nuestros pueblos.


Foto: Iberia Mágica - 16/11/2017