jueves, 30 de junio de 2016

El tilo de Benás y el Ball de Benás, Benasque

Despedimos el mes que marca el ecuador del año con otro árbol emblemático y con una danza festiva -se podría decir que ritual- bailada en torno a ella. No hay que irse a un momento distinto del año para ello, este ritual en torno a un árbol sagrado y totémico más se ha celebrado hoy mismo al pie de los Pirineos, en la población aragonesa de Benasque y en torno a un tilo, donde se ha bailado el Ball de Benás. Existe una curiosidad en cuanto a la música que acompaña a este baile en la que se celebran las Fiestas de San Marcial en esta población, una festividad seguramente relacionada con el inicio del verano y, por tanto, con el cercano aún Solsticio estival, y es, que dicha música, inspiró al conocido como Himno de Riego interpretado desde 1820; como suele ocurrir con los himnos militares, muchos son copiados al pueblo, como ocurre, igualmente, con el actual himno del Estado español, una marcha militar casi calcada de una melodía popular mudéjar, como pude comprobar hace años oyendo un mítico programa radiofónico de Radio 3, El Trébede, presentado por el gran Iñaki Peña. Ignacio Abella, a quien recurrimos de nuevo como fuente, lo calificó como el himno de las libertades; nosotros no estamos nada de acuerdo con este calificativo, pues pensamos que un himno o marcha militar nunca puede ser un himno a la libertad, pero eso es adentrarnos en temas ajenos a este blog, aunque no menos importantes.
Hablando de la danza, tanto el tipo de baile y las cintas de colores que acompañan a las castañuelas de los danzantes, los cuales danzan junto al árbol, nos recuerdan a muchos festejos de claro tinte ancestral, muy anteriores al propio cristianismo.




Fuente: "Árboles de junta y concejo" - Ignacio Abella

Benás o Benasque en castellano, es un municipio de Huesca en cuya plaza principal vive el tilo en torno al cual tiene lugar la danza llamada Ball de Benás. 
El día de San Marcial (30 de junio), al pie de este árbol de la plaza del ayuntamiento se hace con esta danza ceremonial un homenaje al santo y a los mayordomos que han organizado la fiesta. Los bailes de mayordomos son conocidos en otros lugares cercanos como San Juan de Plan o Sahún (Valle de Benasque), y durante el baile se produce la sucesión entre el mayordomo saliente y el que lo será el año siguiente. La danza se hace junto al viejo árbol de la plaza al son del tema musical conocido aquí como "Ball de Benás" y en el resto del país coo "Himno de Riego". En todo caso parece que Benás fue el único lugar en el que se tocó y bailó este himno republicano y de las libertades durante todo el franquismo, incluso en presencia de la guardia civil. Allí defienden que el himno de Riego, el que las Cortes de Cádiz adoptaron como himno nacional en 1822, es copia de su música tradicional y quizá ello explique que las autoridades miraran para otro lado mientras se tocaba este "tema subversivo" en plena dictadura.
En presencia de todo el pueblo y con el tilo centenario y la estatua de San Marcial a sus pies, se escenifica este llamado Ball dels omes en el que los mayordomos salientes entregan una rosa que llevan en la boca a los entrantes. Al día siguiente se celebrará el Ball de les dones y ahora sí, hombres y mujeres participarán en la danza de esta fiesta grande del pueblo.



miércoles, 29 de junio de 2016

Las sirenas del Lago de Sanabria

Cuando estuvimos tras las huellas de las "serenas" de Las Hurdes, ya vimos que existían sirenas de interior o de agua dulce, como también las llaman. Hoy queremos traer otro ejemplo, en este caso en el mítico Lago de Sanabria, en tierras de antiguos zoelas, la etnia o tribu prerromana perteneciente al pueblo astur. Una talla del siglo XVIII que se hallaba en una casa de Vigo de Sanabria puso sobre la pista de la existencia de estos personajes mitológicos en el mayor lago glaciar de toda Europa. Entendemos que esta conclusión se habrá completado con una investigación a través de distintos informantes, pero de esto nada se dice en la fuente que estamos manejando para confeccionar esta breve ficha. Dejemos que nos cuente Alberto Álvarez Peña.

Talla de sirena de Sanabria - Foto: lne.es


Fuente: Alberto Álvarez Peña - lne.es

Las sirenas de agua dulce siempre estuvieron presentes en los imaginarios de los pueblos del interior. Bastaba con tener un río o un lago cerca. De allí salían estos seres, capaces de sembrar el mal por la zona. "Cuentan que un ser mitad pescado y mitad mujer iba disfrazada de paisana para raptar niños. Cuando lograron expulsarla cayó una maldición sobre el lago. Por eso, no dejaban bañarse a los niños en el lago o el río en determinados días del año", explicó Álvarez Peña.
La única posibilidad para deshacerse del mal pasaba por el nacimiento de dos bueyes mellizos, que tenían que beber toda la leche de su madre y que debían sacar del fondo del pantano una campana -en algunos lugares tenían que tirar de dos- para ahuyentar a la sirena. Esa campana, precisamente, supondría también la salvación del pueblo.

Lago de Sanabria - Foto: porsolea.com

martes, 28 de junio de 2016

La Estela de San Juan de Beleño, San Juan de Beleño-Ponga

Estuvimos en enero en San Juan de Beleño, parroquia asturiana, muy cercana a los Picos de Europa, en el concejo de Ponga, para hablar de una mascarada muy conocida en Asturias: El Guirria. Hoy volvemos a este pueblo, con reminiscencias en su topónimo del dios Belenos, para hablar de una estela o lápida romana aparecida en él. Fue hallada en 1884 en las cercanías de la iglesia y en ella aparece el gentilicio de los vadinienses, un etnónimo de origen cántabro. Está consagrada a los dioses manes diciéndose, más o menos, traducido del latín lo siguiente: "A los dioses Manes. Elio se lo dedicó a su hermano Septimio Silo, vadiniense, muerto a los 35 años. Que la tierra te sea leve. A Lucio Septimio Silo que te vaya bien."

La estela en el Museo Arqueológico de Asturias de Oviedo - Foto: asturgeografic.blogspot.com

En la estela aparece, además de la inscripción de la que acabamos de dar su traducción, la representación de un caballo y un ciervo, además de una especie de arbolitos en los extremos que se repiten, no sólo en estelas de época romana, sino incluso en pinturas y grabados rupestres prehistóricos y que muchos investigadores identifican con el tejo, un árbol que como sabemos siempre fue sagrado y totémico en Asturias, además de en muchos otros lugares de tradición céltica y quien sabe si de mucho antes de esta cultura indoeuropea, si atendemos a las mencionadas manifestaciones prehistóricas.



Estela ancoriforme del Monte Ulmo, Santa Vitória-Beja

El pasado año se dio a conocer el descubrimiento de una estela de la Edad del Bronce, de las pertenecientes, por su marco geográfico, al grupo del suroeste ibérico. Hablamos de la estela con un ancoriforme representado hallada en el Monte Ulmo, en la freguesía de Santa Vitória perteneciente al concejo portugués de Beja. La representación es bastante enigmática, aunque el motivo es bien conocido en distintos periodos y contextos culturales bien diversos. Así los ancoriformes se encuentran, con no poca abundancia, en el arte esquemático ibérico, un arte rupestre a caballo entre el Calcolítico y la Edad del Bronce, con algunas pervivencias, no muy abundantes, en la propia Edad del Hierro. En este arte esquemático ibérico estos ancoriformes -en forma de áncora o ancla- se han identificado con representaciones antropomorfas de brazos curvados hacia abajo, acompañando a otros tipos de antropomorfos como los cruciformes, de brazos hacia arriba o en Y, o de brazos en ángulo recto o en T, entre otros.

Foto: adiopax.com
Ante la dificultad a la hora de tratar de conocer su significado, no nos queda otra que buscar paralelos en otras manifestaciones, como en este caso hemos hecho con el arte esquemático ibérico. Difícilmente el ser humano actual descifrará lo que nuestros antepasados querían transmitir con estas representaciones, aunque, por supuesto, no hay que cejar en el empeño, por complicado que resulte, de tratar de entenderles como seres humanos con inquietudes concretas que manifestaban a través de sus medios de expresión.

sábado, 25 de junio de 2016

Rito de San Juan en Laguna del “lejíu”, Santibáñez el Bajo

Para finalizar con las breves fichas en relación a los rituales del solsticio de verano o de la noche de San Juan, continuamos extrayendo otro fragmento del mencionado artículo de Félix Barroso en la anterior entrada, en concreto, en lo que se refiere a los rituales acuáticos -pues no sólo el fuego es un elemento singular en esta celebración, sino también el agua- celebrados en la conocida como Laguna comunal del "lejíu" del pueblo de Santibáñez el Bajo, que ya hemos traído en más de una ocasión a este blog, y del que es natural el propio autor; autor, por otra parte, bien conocido en esta humilde página y que tantos rincones de interés arqueológico nos ha descubierto de su comarca, Tierras de Granadilla, y de las comarcas circundantes, principalmente de Las Hurdes, tierra de la que se puede decir que es uno de sus máximos conocedores.
Como anécdota etimológica, decir que el propio topónimo de Santibáñez deriva del nombre del santo con el que se cristianizó este antiquísimo festejo del solsticio de verano, viniendo a significar algo así como: "hijo de Santo Juan".

Laguna del “lejíu” en las ferias ganaderas de junio. Foto: Pulgar


Fuente: Félix Barroso Gutiérrez - junio 2016

Corría la chiquillería de barrio en barrio, saltando por todos los fuegos encendidos en las encrucijadas.  También, los vecinos, agarrados de la mano, formaban un gran corro y bailaban alrededor de la lumbre.   Algunos, al extinguirse las brasas, recogían aquellas cenizas, que guardaban para abonar ciertas plantas o para otros fines profilácticos.  Se acostaban tarde y “zajumáuh” (ahumados) hasta las cejas y tenían que madrugar antes que el sol asomase por las montañas de la Trasierra, cuando deberían marchar a la laguna del ejido comunal, en cuyas aguas se metían hasta las rodillas, realizando las correspondientes abluciones, creyendo a pie juntillas que así quedarían libres de la sarna, de los orzuelos y otras afecciones oculares.
Lugareños había que llevaban a la laguna sus animales, a los que obligaban a introducirse en las limosas aguas hasta que éstas le llegaban a la barriga.  Después del lavatorio, se quedaban extasiados  mirando a las cordilleras, esperando que el sol salga brincando y danzando por cima de las altas crestas.  Algunos dicen que vieron tal baile y dan fe de ello.
Sobre las hierbas que se recogían esa noche y a las que otorgaban poderes sanadores, así como acerca de otros sortilegios, cura de niños “quebráuh” (herniados) y otro sinfín de ritos que convertían no solo Santibáñez el Bajo, sino otros pueblos de la comarca de Tierras de Granadilla y de otras colindantes en toda una redoma de realismos mágicos, habría mucho que hablar.  Ahora, dejemos a las asociaciones de mujeres, como aquella de “Las Candelas”, del citado lugar, las que, fieles al legado transmitido por sus antepasados, preparen y orquesten la sacralizada (en el sentido ritual de las viejas creencias) fiesta del solsticio de verano.  No podía ser por menos en un pueblo cuyo topónimo hace honor al nombre de San Juan.


Luh malínuh de San Juan, Las Hurdes - D.E.P. José 'Badul'

Esta ficha va en honor de una gran persona, muy querida en su pueblo y en su comarca, en una semana en la que nos hemos enterado de su reciente fallecimiento. Badul, que así se le conocía, persona a la que tuvimos el honor de conocer y que tan amablemente se portó con nosotros en las tres ocasiones que pudimos disfrutar de su compañía, tuvo el merecido honor de ser el rey del Carnaval Jurdano de 2014 en Martilandrán, alquería de la que era natural. Desde aquí vaya nuestro humilde homenaje a José trayendo una muestra más de la rica mitología de su tierra, la hurdana, en este caso relacionada con el reciente solsticio de verano que acabamos de pasar. En algunas alquerías de Las Hurdes, en la víspera de San Juan, como bien nos cuenta Félix Barroso en el fragmento de un reciente artículo que acaba de publicar y cuyas líneas traemos, los vecinos acudían a determinados arroyos a buscar a "luh malínuh", una especie de gusanos que simbolizaban lo malo -lo que hay que quemar-, los cuales eran transportados en unos específicos cestos para su posterior quema en la hoguera de San Juan, a la par que se proferían determinados conjuros mientras que "luh malínuh" eran pasto de las llamas. Además, en una de las alquerías -desconocemos cuál-, existe una poza conocida como “El Charcu de luh Malínuh”, donde se acudía la mañana de San Juan, antes de que saliera el Sol, a apedrear las aguas, además de lanzar distintas maldiciones, para que éstas quedaran limpias de todo mal y posteriormente darse lo que se consideraba un baño purificador, cuya magia duraría, al menos, hasta el siguiente año.

Uno de los riachuelos donde los jurdanos iban a coger “lu malínuh”. Foto: Hurdes, Destino Natural

Fuente: Félix Barroso Gutiérrez - junio 2016

Curiosamente, en algunas aldeas de Las Hurdes acostumbraban, según vecinos que ya peinan muchas canas, el acudir, apenas comenzaba a pardear la víspera de San Juan, con unas cestillas de mimbre a determinados riachuelos o gargantas, donde decían que estaban “luh malínuh”.  Y eran éstos unas especies de repugnantes gusanos, que, después de atrapados, iban a parar a unos “ehcríñuh” realizados con bálago o a unas “jarápah”, que se hacían con corcho.  Luego, en las hogueras rituales que se hacían con brezos, carquesas y otras plantas olorosas, se arrojaban estos animaluchos, a la vez que se les imprecaba con fuertes palabras. Incluso en una de las alquerías se encuentra en un zigzagueante arroyuelo una poza conocida como “El Charcu de luh Malínuh”, adonde acudían los vecinos antes de asomar el sol en la mañana de San Juan.  Después de apedrear las aguas del charco y lanzar sobre ellas todo tipo de maldiciones, parece ser que quedaban limpias de todo mal y la gente se sumergía en ellas, en la creencia de que se librarían a lo largo de todo un año de las  enfermedades que afectaban a la piel.

Un “ehcriñu”, destapado, fabricado con bálago y ya en desuso, en el que se transportaba a "lu malínuh". Foto: Vicente Novillo

miércoles, 22 de junio de 2016

Danza ritual del Abrigo del Barranco de los Grajos, Cieza

Continuando con la valiosa información contenida en el último libro de Ignacio Abella, del que extrajimos ayer una curiosa anécdota en relación a la defensa de un tejo en Asturias, hoy nos acercamos a unos abrigos rupestres de la población de Cieza, donde se representa, en uno de los tres abrigos con pinturas existentes, lo que se ha interpretado como una danza ritual alrededor de un árbol totémico o lo que se viene calificando como "Árbol del Mundo", es decir, una especie de Irminsul, o lo que es lo mismo una especie de pilar que según la leyenda germánica, en relación a este último, conectaba el cielo y la tierra y que era representado por un roble o pilares de madera. El autor también hace un paralelismo con el Yggdrassil, perteneciente igualmente a la mitología germánica, en este caso nórdica -el anterior mito es de origen sajón-, en el que dicho árbol de la vida o del universo era un fresno perenne.

Foto: ciezaturistica.org


Todos estos santuarios de la antigüedad eran una especie de centro, o axis mundi, del cual dependían "la estabilidad, el equilibrio de la sociedad o el propio universo, contenido y sostenido por estos árboles del mundo". Según la interpretación de algunos autores, como decimos, "estas pinturas neolíticas -del Abrigo del Barranco de los Grajos- se han interpretado como una danza ritual en torno al "Árbol del Mundo", cuyo alargado tronco estaría representado a la izquierda del panel".
De ser cierta esta interpretación, estaríamos ante una tradición o identificación muy lejana y extendida, al menos en el continente europeo, en lo que se refiere a estos ejemplos, pero a buen seguro existen más en el resto del planeta.

Foto: calco de Miguel Ángel Mateo Saura

martes, 21 de junio de 2016

El Dolmen de Cubillejo o Mazariegos y el Solsticio de Verano

Hoy damos la bienvenida al Solsticio de Verano y lo hacemos trayendo un megalito del que ya hablamos hace un par de años en Iberia Mágica, con lo que nos remitimos a dicha ficha o lo que es más recomendable, a otras más completas, por supuesto. "Simplemente" queremos traer un par de fotografías realizadas ayer mismo, en el último crepúsculo acaecido hasta el momento en estas tierras ibéricas, por el gran Jesús Silverio Cavia Camarero, más conocido como Silberius de Ura, en las que fotografió al Sol, a punto de alcanzar su edad madura, según se ponía en vísperas de su día de "iniciación" o madurez , a la par que la Luna salía por el punto cardinal opuesto como no queriéndose perder tan magno acontecimiento.
Deseándoos lo mejor en este cambio de ciclo, moradores de este humilde lugar, me despido por hoy con las palabras del propio Silberius de Ura: "El Sol se oculta y la Luna sale, ambos plenos y radiantes, llenando de belleza el ciclo".


Fotos: Silberius de Ura

Tejo de Arangas, Arangas de Cabrales-Cabrales

En un concejo -el de Cabrales- muy conocido por sus quesos, con uno, dentro de éstos, característico de Arangas, población que visitamos hoy, se encuentra el conocido como Tejo de Arangas. Continuando con nuestra veneración por los árboles y, dentro de éstos, por los singulares, hoy traemos uno más con una reciente historia, por ser del siglo pasado, de honrosa defensa y protección alrededor de este tejo. Ya sabemos que el culto ancestral al árbol viene de bien antiguo y que todos eran respetados, pero, dicho lo cual, cada territorio tenía el suyo emblemático y cuando hablamos de Asturias, está claro que hablamos del texu como su árbol más sagrado. El árbol singular para una comunidad humana, como bien explica Ignacio Abella, autor del que hemos extraído el texto que se aporta a continuación su último libro publicado, era y es el ser más viejo de la aldea, bajo el cual se reunían los paisanos en concejo o se enamoraban las parejas en la juventud o se cerraban los acuerdos, porque la palabra dada bajo tan ilustre testigo, era ley para las partes.
La importancia del árbol como ser vivo totémico queda reflejado en el propio escudo del concejo de Cabrales -no sabemos cuál es el representado-, como ocurre con tantos otros escudos de la geografía ibérica.

Tejo de Arangas - Foto: elgatoporlasramas.blogspot.com

Fuente: Árboles de Junta y Concejo - Ignacio Abella

Los conflictos se han venido produciendo hasta tiempos muy recientes, resulta muy ilustrativa en este sentido la historia del cura de Arangas (Asturias) que vendió el tejo a un maderista porque -decía- las raíces invadían los cimientos de la iglesia. El trato se cerró en 5000 pesetas en los años 50 del pasado siglo. Pero cuando el maderista fue a cortarlo se encontró con el árbol rodeado por todos los paisanos que le dijeron que podía llevarse la iglesia piedra a piedra si le daba la gana, pero el tejo no iba a tocarlo ni Dios. Hubo que deshacer el trato y el Tejo de Arangas sigue espléndido en su sitio. Así lo he oído contar a través de diversas fuentes, incluida la del maderista de la historia, vecino de El Pedrosu de Onís.



lunes, 20 de junio de 2016

Saga nórdica en la Iglesia de Santa María La Real de Sangüesa

No hace mucho trajimos a este blog la saga de nórdica de Thidrek de la iglesia de Fuente Úrbel; hoy hacemos lo propio con otra saga nórdica, en este caso en la Iglesia de Santa María La Real de la población navarra de Sangüesa. En ésta, al igual que en la anterior, aparece la figura de un herrero, siendo identificado con Regín, que está forjando una espada que será utilizada por Sigurd para matar al dragón Fafne. Sigurd, tras bañarse en la sangre del dragón, una escena que se repite en muchos otros mitos de este tipo -en algunos casos supone beberse dicha sangre- se convertirá en una figura casi invencible, buscando su destino en múltiples y complicadas hazañas. Según muchos autores, el matar a la "bestia", tema tan recurrente, como decimos, en múltiples mitos, supone la adquisición de la sabiduría o el crecimiento de un personaje en concreto para poder cumplir su destino logrando grandes y colosales metas. No deja de resultar curiosa la representación de escenas de mitologías tan lejanas en el románico ibérico, pero, como hemos visto, se pueden encontrar distintos ejemplos.

Fotos: vallenajerilla.com

*Fuente: vallenajerilla.com

En las enjutas se exhibe un "totum revolutum" de esculturas predominando los monstruos devoradores de hombres y los animales fantásticos. También hay escenas del Antiguo Testamento (Adán y Eva junto al árbol del Paraíso) y del Nuevo Testamento (Nacimiento de Jesús). Pero entre todos los detalles, destaca un herrero forjando y un guerrero luchando con un dragón. Ambas escenas provienen de una saga nórdica: el Anillo de los Nibelungos. El artesano representa a Regín, quien forja la espada con la que el adalid Sigurd mata al dragón Fafne. Tras bañarse en su sangre, el héroe se vuelve casi invencible y emprende temibles hazañas. Insólitas aventuras que las óperas de Wagner popularizaron.


sábado, 18 de junio de 2016

Santuario de Santa Columba de As Pías, Codesoso-Sobrado

En la comarca gallega da Terra de Melide se encuentra el concello de Sobrado y en éste Codesoso, parroquia a la que nos acercamos. En este pueblo se encuentra el Santuario de Santa Columba de As Pías, un santuario cristiano con claras reminiscencias paganas. Así, de este modo, el ritual, en tiempos actuales, sigue girando en torno al árbol, la fuente y la piedra, tal y como ocurría en tiempos antiguos. El santuario, además, se encuentra en un robledal -carballeira como se le llama en gallego-, estando asociado al Camino Norte de Santiago, aquella ancestral ruta cristianizada con la figura del Apostol.

Foto: galiciamaxica.eu

De entre todos los caballos -robles-, hay uno que destaca ante todos por su carácter sagrado, el cual se ha cristianizado con una cruz incisa, además de encontrarse ante una pila de piedra. Como ocurre en tantos enclaves gallegos, los rituales paganos, bajo el tinte de la cruz, se siguen celebrando a día de hoy; así, hay que dar nueve vueltas al roble y rezar un padrenuestro, además de persignarse cada vez que se da un vuelta al carballo, por lo que se pide en cada una de esas vueltas un deseo o una gracia o se agradecen los deseos cumplidos y pedidos previamente. En el mismo paraje se encuentra la Fonte das Pías a la que se atribuyen propiedades curativas, con lo que, como hemos indicado al principio, concurren tres elementos sagrados desde tiempos inmemoriales: el árbol, la piedra y el agua. Galicia es una "cantera" inagotable de lugares en los que se conjugan todo este tipo de elementos cultuales.


jueves, 16 de junio de 2016

Representaciones ramiformes de El Montón, Helechal-Benquerencia de la Serena

Traemos un nuevo ejemplo de ramiformes, que algunos autores interpretan con manifestaciones ancestrales -en este caso pertenecientes al Neolítico- del culto al árbol. Evidentemente no supone una certeza, sino una suposición más, pero no sería nada extraño que pudiera haberse dado la sacralización, al igual que ocurre con distintos animales, del árbol entre estas comunidades humanas. Además de estas representaciones aparecen también soliformes, zoomorfos y antropomorfos, mucho más habituales dichas manifestaciones rupestres, sobre todo los dos últimos.

Foto: helechal.es

Los ramiformes, también llamados hojiformes o arboriformes -más idóneo este último término para la hipótesis que estamos tratando-, se pueden contemplar en el abrigo de El Montón -en uno de ellos-, muy cercano a la pedanía perteneciente a Benquerencia de la Serena de Helechal, en la Sierra de Tiros. En esta zona abundan importantes conjuntos de pinturas rupestres, pues a las de El Montón, hay que añadir las de, por ejemplo, el Abrigo de las Moriscas o el Abrigo del Zarzal. Alrededor de estas pinturas rupestres aparece también la omnipresente figura del abate Henri Breuil, quien las estudió en 1933, olvidándose después su ubicación exacta, hasta que se "redescubrieron" para la ciencia en 1982.



La Vasija de los Caballos, Ciadueña-Barca

El Museo Numantino de Soria, hace un par de meses, acogió una conferencia sobre la nombrada como Vasija de los Caballos, una pieza hallada en un antiguo poblado celtíbero-arévaco conocido como Las Eras, junto a la población de Ciadueña, una pedanía del municipio de Barca, en la comarca soriana de Almazán. La Eras era una población celtíbera de unas 5 hectáreas, cuyas construcciones han sido encontradas bastante bien conservadas, pues un incendio, con el que se destruyó el poblado, ha cocido las estructuras de barro de las construcciones. De entre todo el ajuar cerámico encontrado, depositado en el mencionado Museo Numantino, destaca la pieza citada.







La Vasija de los Caballos se ha comprobado que estaba destinada al almacenamiento, destacando por su impresionante decoración, lo que hizo creer, en un inicio, que quizás podría ser una pieza ritual. En un friso aparecen dibujadas las figuras de cinco caballos de distinto tamaño, siendo el mayor el único que se representa sin jinete y con riendas. El caballo es el animal más representado en la sociedad celtíbera, teniendo una gran importancia, además, para este pueblo, no sólo desde un punto de vista social y económico, sino también simbólico, siendo un auténtico tótem para ellos.
Hoy en día, incluso, se ha convertido en un símbolo también para Soria y su provincia y así se pueden ver numerosas pegatinas, por doquier, representando la típica estampa del caballo arévaco.



lunes, 13 de junio de 2016

El posible templo de Hércules en la Vega baja toledana, Toledo

Oyendo una conferencia del autor toledano Fernando Ruiz de la Puerta, éste mencionó la riqueza arqueológica de la conocida como Vega Baja de Toledo, lo que demuestra que la importancia de esta ciudad en la Antigüedad no sólo se manifestó en su famoso cerro rodeado por el más largo río ibérico, sino también en esta parte baja y llana de la Vega Baja, tanto en época romana, como visigoda. Al que esto escribe, asiduo visitante de dicha antigua ciudad, además de conocer la existencia de los restos del antiguo circo romano, que se encuentran, en parte, en el conocido como Parque Escolar y, en parte, tras cruzar la Avenida de Carlos III, junto al Paseo que toma el nombre del propio circo, también conocía los importantes restos que no hace mucho fueron encontrados de época visigoda en la propia Vega Baja. Pero de lo que no sabía y que fue citado por el mencionado autor, era la existencia, aparte de un bello mosaico romano de tema marino hallado en la antigua Fábrica de Armas, la ubicación de lo que pudo ser un antiguo templo dedicado a Hércules, el famoso héroe de la mitología grecorromana tan asociado a esta ciudad, como a otras tantas de la Península. Según este investigador, muchos de los restos de este templo, junto a los del circo romano, fueron reutilizados en distintas épocas para reforzar, principalmente, el tramo de muralla que va desde la Puerta de Bisagra a la Puerta del Cambrón. Esta continua reutilización de materiales romanos hizo desaparecer posiblemente edificios como este templo, además de dejar muy mermado, igualmente, al propio circo romano, como se puede apreciar actualmente.

Con sendos círculos marcados los dos colegios donde se especula con la posible ubicación de las ruinas mencionadas.

Tratando de buscar más información sobre la existencia de este antiguo templo, es muy poca la que he encontrado, aunque puedo decir que, recientemente, el 9 de abril del presente año, apareció en La Tribuna de Toledo un plano del año 1858, de Francisco Coello y Maximiano Hijón, en el que, junto al hemiciclo superior del circo se señala un punto en el que se dice: "Ruinas romanas que suponen son del Templo de Marte o de Hércules". En el título de esta entrada hemos omitido el nombre del dios de la guerra latino, en respeto de lo afirmado por Fernando Ruiz de la Puerta, pero como se puede ver, de haber existido tal templo, no queda claro a qué divinidad de estas dos pudo estar consagrado, atendiendo a la anotación de dicho plano decimonónico. No queda aquí la cosa, pues surgen nuevas discrepancias; mientras que Ruiz de la Puerta, en la conferencia mencionada, cita al Colegio Público Santa Teresa, junto a la Avenida de Carlos III, como el lugar donde este templo se encontraba, el plano del siglo XIX parece situarlo en el solar que ocupa hoy en día el Colegio de Carmelitas, muy cerca del anterior, pero ya colindante con la Avenida de la Reconquista, haciéndose eco de ello el mencionado artículo de La Tribuna de Toledo. La siguiente discrepancia, y más importante, es la existente en la identificación de esas desaparecidas ruinas. Mientras que, por un lado, Fernando Ruiz de la Puerta, haciendo caso, seguramente, al plano mencionado -y quizás a alguna fuente más que desconocemos-, identificó dichas ruinas con las del desaparecido y supuesto Templo de Hércules, razón de ser de esta ficha, por otro lado, el propio artículo de La Tribuna de Toledo recoge la opinión del arqueólogo Jesús Carrobles quien, según una monografía publicada por él en el año 2001, afirmó que dichas ruinas no eran las de un antiguo templo dedicado a Hércules o Marte, sino algunos los del antiguo teatro romano de Toledo. Queda de este modo, por tanto, dicha incógnita sin resolver.

Plano de 1858


domingo, 12 de junio de 2016

Pinturas rupestres de Virgen del Castillo, Chillón

Muy cerca a las poblaciones de Chillón y Almadén, pero perteneciente a la primera y en la comarca que toma el nombre de la segunda, población, por cierto, de fama minera desde bien antiguo, se encuentra la sierra o la montaña de la Virgen del Castillo. En ella, como bien indica el nombre, están los restos de un castillo árabe del siglo IX e igualmente una virgen custodiada en una ermita construida en el interior de la fortaleza. La vista desde esta montaña es muy atractiva, divisando Extremadura al oeste y Andalucía al sur, pero nuestra visita se debe a unas pinturas rupestres existentes en esta formación rocosa.

Foto: turismocastillalamancha.es

En unos abrigos rupestres, prácticamente a la intemperie, se halla un grupo de representaciones de pintura esquemática, que algunos autores han venido a identificar con representaciones arbóreas -ramiformes-, lo que podría haber sido -aunque ya se sabe que en el análisis de estas manifestaciones son todo suposicones- una muestra muy antigua del culto al árbol. Igualmente se pueden apreciar algunos antropomorfos, además de figuras zoomorfas. Su datación oscila entre el 3000 al 1500 a. C., entre el Calcolítico y el Bronce I.
Estas pinturas fueron estudiadas por el famoso Henri Breuil. Las representaciones se han realizados en formaciones cuarcíticas, predominando el color rojo, aunque también se puede apreciar el negro.

Ilustración de las pinturas extraída del libro "Árboles de junta y concejo" de Ignacio Abella



jueves, 9 de junio de 2016

Relieve fálico en los Reales Alcázares, Sevilla

La semana pasada trajimos a este blog lo que parece pudo ser un santuario priápico en la antigua Clunia; hoy, continuando con este tipo de manifestaciones, traemos un relieve fálico que no nos indica que estemos ante otro santuario priápico, pues es una manifestación aislada, pero sí, seguramente, que nos encontremos ante lo que fue un ahuyentador de malos espíritus, función también muy común, a parte de la fertilidad que se le otorgaba en tiempos romanos, a estas creaciones. Éste fue hallado en 2010 en el Patio de Banderas, dentro del conjunto de los Reales Alcázares de Sevilla, durante unas excavaciones arqueológicas.

Foto: Agencia EFE

*Fuente: Agencia EFE

Se trata de una imagen fálica en bajorrelieve "con una clara justificación profiláctica y apotropaica", algo común en la época romana y muy especialmente en los momentos finales de la República, época a la que pertenece el antiguo edificio en el que se dispuso. El relieve encontrado muestra este elemento sustentado por dos extremidades traseras en movimiento, que los responsables de la excavación creen que serían patas de bóvido, y cola de león, motivo con abundantes paralelos como los ejemplares localizados en el "decumano" de las antiguas ciudades romanas de Leptis Magna o Clunia. Según los arqueólogos que trabajan en esta zona, su interés radica especialmente en su "significado como elemento arquitectónico que podría justificar una función para el edificio" que se está excavando, cuyos restos están superpuestos junto con otros bajo el primitivo Alcázar sevillano.
Este bajorrelieve fálico también consolida la teoría del equipo arqueológico de la existencia de una calle en ese espacio durante el periodo republicano, y con independencia de su interés científico y de su localización "in situ" contribuye a la valorización del yacimiento y a su futura puesta en valor, por "la calidad de la talla y su fuerza formal".
Este tipo de imagen aparece frecuentemente en edificios romanos de todo tipo y sobre todo públicos, como puentes (Emerita Augusta); acueductos (Segovia); murallas (Ampurias); puertas urbanas e incluso en simples 'domus' (Clunia).
En ocasiones, como sucede en Pompeya, fue utilizado en fachadas y pavimentos como indicadores de la situación de lupanares.
No obstante, en este caso la justificación parece ser otra, pues la costumbre de atribuir al falo erecto poderes para combatir el mal ojo -la 'fascinatio'- y evitar a los malos espíritusestuvo tan extendida entre los hispano-romanos que fue común llevar amuletos de este tipo, sobre todo en mujeres y niños, hasta bien avanzada la cristianización, según los responsables de esta excavación. 



miércoles, 8 de junio de 2016

Los ídolos-búho vettones

Hay unas curiosas rocas que se ven en el ámbito vettón, que bien pudieran parecer caprichos de la Naturaleza, pero no; por su repetición en distintos lugares, la mayoría de las ocasiones cercanas a distintos castros y poblamientos pertenecientes al pueblo creador de esas otras manifestaciones rupestres conocidas como verracos, y su simetría, que se viene repitiendo de una forma semejante en casi todas ellas, nos hacen ver que son de factura humana. Además, por la proximidad mencionada a estos antiguos poblamientos, se pueden adscribir a la Edad del Hierro. Estas rocas suelen tener dos orificios redondeados, bien trabajados, que se han identificado con los ojos de un búho, de ahí que se les califique, por ciertos estudiosos, como ídolos-búho.

"Ídolo-búho" junto a la iglesia de El Espinar (Segovia), sobre el que se ha colocado una escultura - Foto: Ana Olivera Poll


Los vettones, tal y como dice el estudioso Ángel L. Mayoral Castillo, cuando querían representar una cabeza lo hacían con bastante precisión, con lo que estos "ídolos-búho" eran representaciones abstractas que, según Ángel L. Mayoral, bien pudieran estar cumpliendo, en una dimensión mágica, una función de vigilancia, como "una especie de Panoptes", en palabras del propio investigador o una especie de "alerta permanente, como icono protector", según palabras de Ana Olivera Poll, a través de quien hemos conocido estas manifestaciones. No se descarta, incluso, la posibilidad, de que estas oquedades, en forma de ojos, pudieran haber sido coloreadas en su interior, para hacerlas destacar.
Lo que está claro es que el búho, la lechuza o el mochuelo han sido animales tótem o sagrados para distintos pueblos de la Antigüedad, ahí tenemos el ejemplo del Mochuelo de Atenea, representante de la sabiduría oculta.

"Ídolo-búho" cercano al castro de La Coba - Foto: Ángel L. Mayoral Castillo