martes, 31 de mayo de 2011

Dolmen de El Tesoro, Morales del Rey

En la comarca de Benavente y los valles, en Morales del Rey, encontramos esta tumba megalítica de corredor. Es tan sorprendente comprobar la cantidad de megalitos dispersos como lo desconocidos que son la mayoría y lo poco que sabemos de ellos. El Dolmen de El Tesoro, del que hoy damos fe, no constituye uno de los mejor conservados en la Península Ibérica, ni seguramente de los más importantes, pero se debe destacar el esfuerzo público que se ha hecho por tratar de entenderlo y darlo a conocer a toda la gente que por allí pase y quiera iniciarse o saber un poco más sobre estas construcciones prehistóricas; así, junto a él, se ha creado una réplica que trata de recrear lo que éste pudo ser.

















El dolmen de El Tesoro se encuentra a escasos metros al oeste del casco urbano de Morales del Rey, sobre la terraza superior del río Eria y junto a la carretera que lleva a Santa María de la Vega. Se trata de un sepulcro de corredor en el que se conservaban visibles la cámara y el pasillo de acceso a la misma, mientras que el túmulo ha desaparecido casi por completo.La actuación en este momento se limitó a poner en pie uno de los bloques de la cámara que se encontraba caído, así como a reforzar con bloques de mampostería sin argamasa los intersticios existentes entre los ortostatos conservados, evitando así que el sedimento del túmulo se vaciara sobre la cámara.Justo al original se ha construido una réplica a escala real de un dolmen, tal y como pudo ser, con el corredor de acceso, la cámara con cubierta y enmascarado todo ello con un túmulo de planta circular. En esta recreación se pueden visitar tanto el exterior como el interior.
(Wikipedia)

jueves, 12 de mayo de 2011

La Tumba del Elefante, Carmona

Gracias a un amigo y participante en este blog, hemos conocido la existencia de esta atrayente tumba de la necrópolis romana de la antigua ciudad tartésica y turdetana de Carmona, la conocida como Tumba del Elefante. Su gran dimensión, junto a otros aspectos, han hecho que la hipótesis de encontrarnos ante un antiguo santuario dedicado a Cibeles y Attis-Mitra tome fuerza.

















Uno de los yacimientos arqueológicos más interesantes de la necrópolis Romana de Carmona es la Tumba del Elefante. Excavada por Juan Fdez. López, George E. Bonsor y Luis Reyes entre Agosto de 1885 y Marzo de 1886. Su considerable dimensión delata la importancia que debió tener; con una longitud total de 26m, un patio casi rectangular de unos 150m2, y un rebaje del alcor de unos 3m. Su construcción se remonta a la época del emperador Claudio (41-54d.C), o algo antes.La compleja red de dependencias subterráneas hizo sospechar, desde su descubrimiento, la posibilidad de que se tratase de un recinto con una función más allá de lo meramente funerario. La cámara de enterramiento, en sentido estricto, tan sólo ocupa una de las dependencias y su tamaño apenas supone una pequeña parte del total (la cuadragésima parte). Por contra, los triclinios, lugares para banquetes ceremoniales, ascienden a tres y ocupan casi una quinta parte del total. Adquieren tal importancia, que explican la existencia de una dependencia dedicada a cocina. ¿Qué tipo de ceremonias o ritos se practicarían para que cobren tal importancia los salones de comedor? ¿En honor de quién?.
Los estudios realizados por D. Manuel Bendala Galán, recogidos en su obra “La Necrópolis Romana de Carmona” (1976), aportan una explicación a éstos y otros enigmas acerca de esta tumba. La hipótesis explicativa más verosímil pasa porque estuviera ligada a ceremoniales dedicados al culto de divinidades relacionadas con los ciclos de nacimiento, muerte y resurrección. El entorno en el que se halla, un cementerio; su propio carácter subterráneo, separado del mundo de la superficie; la diversidad y complejidad de espacios que integran este yacimiento inducen a pensar en un santuario. Se trataría, por los testimonios de los relieves y la organización de este espacio, de los cultos a Cibeles y Attis-Mitra.
Su abandono y posible destrucción estarían ligados al ascenso hegemónico de una nueva religión: el cristianismo. En la segunda mitad del s. IV, o a comienzos del s. V d.C, se desata en todo el Imperio una persecución, tanto más agresiva cuanto mayor difusión, número de seguidores o parecido tuviera el culto pagano rival. Los cristianos intentaban borrar toda huella de una religión que pudiera rivalizar con la suya. Las esculturas, relieves o placas fueron destrozados o arrojados al pozo, como sucedió con la piedra sagrada, el betilo y la escultura del elefante.. Destaca en estee marco el decreto de Teodosio y Honorio, promulgado en el 415, que suprimía los colegios religiosos de carácter pagano y ordenaba la confiscación de sus tesoros e inmuebles.

(José Mª López García)

martes, 10 de mayo de 2011

Cancho Castillo, Peraleda de San Román

En Los Ibores se halla un bolo granítico de magnitud y forma espectaculares, lo que no pasó desapercibido a antiguos moradores, pues el gran número de cazoletas, grabados, restos cerámicos e incluso una inscripción latina, así lo atestiguan.

(Fotos de jugimo.blogspot.com)















Cancho Castillo puede ser un caso paradigmático de lo que pretendemos transmitir, pues un conjunto de grabados han sido ejecutados a la sombra de un enorme bolo granítico, esculpido por agentes erosivos que han trabajado su base, impidiendo el acceso natural al coronamiento de la roca, donde sólo en la Edad Media y a través de escalas pudo instalarse allí una especie de atalaya que le da nombre. Su tamaño y forma son por tanto un referente natural de un entorno que no aglutina recursos especiales, y que en el poblamiento prehistórico se vio reducido a ocupaciones esporádicas de abrigos, con registro cerámico fundamentalmente de la Edad del Cobre.
Estos hechos señalan la importancia que poseían estos lugares, lo que nos hace pensar en la posibilidad de que nos encontremos ante dominios especiales. Hablan en su favor detalles como la presencia de depósitos circulares excavados frente a la entrada de una cueva, la disposición en cascada de cazoletas comunicadas por canales, ocupación de la casi totalidad de los paneles rocosos que afloran a media altura o a ras de suelo y la presencia de soliformes, motivo reservado por lo general a espacios selectos dentro de los sepulcros dolménicos, etcétera.
(Antonio González Cordero y Rosa Barroso Bermejo: "El papel de las cazoletas y los cruciformes en la delimitación del espacio. Grabados y materiales del y materiales del yacimiento de San Cristóbal - Valdemorales-Zarza de Montánchez, Cáceres-)

lunes, 9 de mayo de 2011

Ara funeraria a Manes, Quijorna

Hoy nuestro protagonista es el dios Manes. Supone la divinización del culto a los antepasados, que en forma de espíritus, eran los protectores del hogar para los romanos. El vocablo latino manes deriva de la raíz indoeuropea men- -"pensar"- y encuentra paralelos en los términos griego menos -"vida o fuerza"- e incluso, como se dice en la wikipedia, con la palabra del avéstico mainyu, que significa espíritu.
Como ejemplo, hacemos referencia a un ara funeraria encontrada en el municipio de Quijorna, donde un tal Saturnino ofrece dicho ara al dios -o dioses- Manes en memoria de su padre Emilio Flavo, del clan de los Eturicos.
No hemos encontrado ninguna información sobre el origen de dicho clan, que bien pudiera ser indígena, como ocurre con otras aras romanas.







Consagrado a los Dioses Manes
Para Emilio Flavo
del clan de los Eturicos, veterano reincorporado
a filas, de 55 años
Saturnino,
su hijo, le puso (este monumento)
Sea para ti la tierra leve

(Traducción de la inscripción latina)



Quijorna, en la comarca Cuenca del Guadarrama

miércoles, 4 de mayo de 2011

Cueva del Valle, Zalamea de la Serena

Muy cerca del Palacio-santuario de Cancho Roano, ya citado por aquí, encontramos otro ejemplo de cueva sacralizada de las tantas que hay diseminadas por la "piel de toro", que diría Estrabón. Esta cueva, si bien se encuentra dentro del término municipal de Zalamea de la Serena, está en las cercanías de Valle de la Serena, municipio que ya visitamos para dar cuenta del Dolmen de Sierra Gorda, y del cual toma su nombre -o más bien del accidente geográfico- la Cueva del Valle, también conocida como Cueva de San José.
El santuario conserva unas escaleras talladas en la roca y algunas piletas o cazoletas, además de haberse hallado exvotos de tipo íbero y más restos fechados entre el siglo IV a. C y el II d.C.














Sobre la sierra que comunica con el Valle de la Serena, se halló esta cueva-santuario ubicada a tan sólo 3 km. al oeste de Cancho Roano. En este abrigo, conocido como la Cueva del Valle, unos sondeos realizados en la década de los años 70 del pasado siglo, exhumaron un gran número de materiales cerámicos y de exvotos trabajados en terracota que se hallaban depositados en una pequeña explanada delante del abrigo. Del material vascular destacan dos rasgos: en primer lugar, son recipientes –en su mayoría- en miniatura cuyas formas responden, en algunos casos, a los perfiles de los vasos datados a principios del siglo IV a.C., en Cancho Roano; mientras que otros corresponden a formas ya de época romana, lo que confirma la enorme pervivencia de este lugar. En cuanto a las terracotas encontradas podemos decir que se trata de representaciones de personajes desnudos masculinos y femeninos. El hallazgo de estos materiales evidencia la celebración de unos rituales de ofrenda a la divinidad en los que se aprecian un concepto y unos usos rituales diferentes al del hecho colectivo que veíamos con anterioridad en Cancho Roano.
La Cueva del Valle es un abrigo artificial trabajado sobre un afloramiento granítico en la ladera alta de la cercana sierra que cierra el valle de la Serena por su lado occidental. En su parte superior se observa una explanada tallada en la roca y con algunos canalillos.

[...]A pesar de las excavaciones que se realizaron en esta Cueva en los años 70, apenas hay nada publicado, salvo un artículo del Dr. Sebastián Celestino Pérez del año 1997.

(zalamea.com)